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Dormir mal te afecta mucho más de lo que crees: así influye en tu día a día
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INSOMNIO

Dormir mal te afecta mucho más de lo que crees: así influye en tu día a día

Los investigadores han pasado décadas tratando de comprender exactamente cómo y por qué perder el sueño nos hace sentir tan mal

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

En nuestro mundo moderno y acelerado, no es extraño sacrificar el sueño en aras de la productividad y la vida social. Sin embargo, un nuevo estudio exhaustivo dirigido por la Dra. Cara Palmer, de la Universidad Estatal de Montana, sirve como una llamada de atención, iluminando el profundo impacto de dormir las horas adecuadas en nuestra vida emocional. Esta investigación, que abarca más de medio siglo, profundiza en el nexo entre la falta de sueño y sus efectos dominó en las emociones humanas.

Antecedentes

El sueño, un componente vital, pero a menudo infravalorado de nuestra salud, ha sido objeto de escrutinio científico durante décadas. Desempeña un papel crucial en diversos procesos fisiológicos, incluida la regulación emocional, pero, a pesar de su importancia, nuestra sociedad está experimentando un déficit de sueño bastante relevante (en aras de la productividad, las relaciones sociales o la propia tecnología), resultando en que una parte importante de adultos y adolescentes no descansa las horas recomendadas.

Foto: Esta investigación se suma a un creciente cuerpo de investigación que destaca la importancia de dormir bien por la noche. (Pexels)

Para profundizar en este aspecto, los investigadores analizaron meticulosamente datos de 154 estudios, incorporando las experiencias de 5.715 participantes para dibujar una imagen vívida de cómo las alteraciones en los patrones de sueño (ya fuese por periodos prolongados de vigilia, duración reducida del sueño o despertares intermitentes) pueden erosionar la estructura de nuestra vida. En algunos experimentos, se mantuvo a los participantes despiertos durante un periodo prolongado. En otros, se les permitió dormir menos tiempo de lo habitual y en otros se les despertó periódicamente durante la noche.

Los participantes, predominantemente adultos jóvenes con una edad promedio de 23 años, sufrieron diversas interrupciones del sueño, seguidas de evaluaciones de sus respuestas emocionales. La síntesis de esta investigación reveló una marcada disminución de las emociones positivas como la alegría, la felicidad y la satisfacción, y un aumento de los síntomas de ansiedad, materializados en forma de latidos cardiacos acelerados o preocupación generalizada. Los expertos encontraron que incluso pequeñas desviaciones de los patrones habituales de sueño podían desencadenar estos efectos. Por el contrario, el impacto sobre los síntomas de depresión y las emociones negativas, como la tristeza y el estrés, fue menos pronunciado y consistente.

placeholder La falta de sueño está relacionada con una serie de consecuencias desfavorables para la salud, incluidas enfermedades cardiacas y diabetes tipo 2. (Pexels)
La falta de sueño está relacionada con una serie de consecuencias desfavorables para la salud, incluidas enfermedades cardiacas y diabetes tipo 2. (Pexels)

"Esto ocurrió incluso después de periodos cortos de pérdida de sueño, como quedarse despierto una o dos horas más tarde de lo habitual o después de perder solo unas pocas horas de sueño", dijo Palmer. "También descubrimos que la falta de sueño aumentaba los síntomas de ansiedad y disminuía la excitación en respuesta a los estímulos emocionales".

Implicaciones

Si nos planteamos un escenario común durante la semana de quedarnos hasta medianoche para cumplir con una fecha límite de un proyecto o mirar compulsivamente nuestro programa o serie favorita, conduce a unas pocas horas menos de sueño de lo normal. Pero esta reducción tan aparentemente insignificante puede afectar al ánimo del día siguiente, haciendo que las experiencias positivas parezcan menos placenteras y minando la vitalidad de los placeres de la vida. Además, las implicaciones se extienden más allá de la salud individual. Las industrias donde la interrupción del sueño es común, como la atención médica, la aviación y el transporte de larga distancia, se enfrentan a riesgos más que importantes y estos hallazgos subrayan la importancia de cultivar políticas que favorezcan el sueño para salvaguardar no solo la salud emocional de los trabajadores, sino también la seguridad y el bienestar de la sociedad en general.

"Los efectos emocionales de la falta de sueño se podrían volver más fuertes a medida que envejecemos"

"Las investigaciones han encontrado que más del 30% de los adultos y hasta el 90% de los adolescentes no duermen lo suficiente. Las implicaciones de esta investigación para la salud pública e individual son considerables en una sociedad en gran medida privada de sueño", aclaró la experta.

Eso sí, el estudio reconoce las limitaciones de su grupo de participantes, ya que solo fueron unos pocos miles, lo que sugiere que futuras investigaciones deberían incluir un rango de edad más amplio y una muestra más extensa para comprender los efectos a lo largo de la vida. Además, explorar las repercusiones de noches consecutivas de pérdida de sueño, los factores de susceptibilidad individual y las diferencias culturales en los patrones de sueño ofrece un terreno muy interesante para una mayor exploración.

Sea como fuere, hemos de recordar que si te sientes un poco distraído o de mal humor, nunca está de más acostarse temprano esa noche (y a ser posible cada noche) para evitar estos efectos.

En nuestro mundo moderno y acelerado, no es extraño sacrificar el sueño en aras de la productividad y la vida social. Sin embargo, un nuevo estudio exhaustivo dirigido por la Dra. Cara Palmer, de la Universidad Estatal de Montana, sirve como una llamada de atención, iluminando el profundo impacto de dormir las horas adecuadas en nuestra vida emocional. Esta investigación, que abarca más de medio siglo, profundiza en el nexo entre la falta de sueño y sus efectos dominó en las emociones humanas.

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