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La contaminación del aire nos convierte en perezosos
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POLUCIÓN

La contaminación del aire nos convierte en perezosos

Los científicos han descubierto que la exposición a largo plazo a los niveles actuales de contaminación del aire representa un catalizador de la inactividad

Foto: Este estudio arroja luz sobre una consecuencia menos conocida de la contaminación del aire. (Pexels)
Este estudio arroja luz sobre una consecuencia menos conocida de la contaminación del aire. (Pexels)

Un equipo de investigadores del Centro de Investigación Biomédica de Leicester (BRC) del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención (NIHR) ha concluido que la exposición a largo plazo de los niveles de contaminación en el aire en Reino Unido están asociados con un aumento de hasta 22 minutos diarios de tiempo de sedentarismo. Se trata del primer estudio de este tipo que examina de cerca la relación entre los niveles de contaminación ambiental a los que están expuestos las personas y los niveles de actividad física y comportamiento sedentario asociados a ello.

En el entramado de preocupaciones de salud pública, este estudio innovador publicado en la revista Journal of Public Health arroja una luz nueva e inquietante sobre la contaminación del aire, concluyendo que esta puede ser un ladrón sutil de nuestra motivación o vigor para la actividad física, con consecuencias nefastas para nuestra salud.

Foto: Los expertos creen que la contaminación del aire motivada por el tráfico intenso podría aumentar el riesgo. (Pexels)

Contaminación y pereza

La investigación profundiza en la relación entre la contaminación del aire y el comportamiento sedentario, un estado caracterizado por periodos prolongados de permanecer sentado o acostado sin dormir. Los estilos de vida sedentarios han sido vilipendiados durante mucho tiempo por su asociación con graves consecuencias para la salud, incluidas enfermedades cardiacas, cáncer y muerte prematura.

La mayoría de la población mundial inhala aire repleto de contaminantes nocivos, según los informes de 2019 de la Organización Mundial de la Salud, explica Jonathan Goldney, de la Universidad de Leicester y autor principal del estudio. Goldney sugiere que la presencia de contaminación del aire puede no solo afectar nuestra capacidad o deseo de hacer ejercicio, sino que también podría amplificar el comportamiento sedentario al incentivar las actividades en interiores en lugar del movimiento al aire libre. Un patrón que, potencialmente, puede desencadenar un círculo vicioso que refuerza la prevalencia de enfermedades crónicas.

placeholder Los hallazgos fueron significativos en cuanto a sedentarismo asociado a la polución. (Pexels)
Los hallazgos fueron significativos en cuanto a sedentarismo asociado a la polución. (Pexels)

Experimento

El estudio observó a 644 personas identificadas como en riesgo de diabetes tipo 2 que estaban inscritas en el programa Walking Away from Type 2 Diabetes, que promueve caminar como una forma de ejercicio. Estos participantes estaban equipados con acelerómetros, que usaron durante una semana a la vez, lo que proporcionó a los investigadores datos sobre la actividad física y el tiempo que permanecían en modo sedentario durante tres años.

En este tiempo, los acelerómetros registraron minutos diarios de actividad física de moderada a vigorosa y tiempo sedentario durante estos 36 meses, ofreciendo una visión a largo plazo de las tendencias de actividad de los voluntarios del experimento. Luego, compararon estos datos con los niveles de contaminación del aire ambiental, centrándose en las partículas y el dióxido de nitrógeno, que comúnmente se estudian por sus efectos en la salud. El análisis tuvo en cuenta factores adicionales como el nivel socioeconómico y la infraestructura local de los participantes.

“Los niveles de contaminación del aire pueden afectar la capacidad de las personas para hacer ejercicio o su disfrute del ejercicio. También puede considerarse un factor de riesgo para aumentar los niveles de comportamiento sedentario al fomentar el tiempo sentado en el interior y desalentar el tiempo activo al aire libre, lo que aumenta aún más el riesgo de enfermedades crónicas en un circuito de retroalimentación", aclara Goldney.

"Los niveles de contaminación del aire pueden afectar la capacidad de las personas para hacer ejercicio o su disfrute del ejercicio"

¿Resultados?

Los hallazgos fueron muy esclarecedores. Si bien los niveles de contaminación del aire no mostraron ningún efecto significativo sobre las actividades físicas vigorosas o el recuento de pasos, se correlacionaron positivamente con un aumento en el comportamiento sedentario. Por ejemplo, un aumento de 1 μgm-3 en la concentración de dióxido de nitrógeno en el aire fue asociado con 1,52 minutos adicionales de tiempo sedentario por día cada año, y aquellos expuestos a los niveles más altos experimentaron hasta 22 minutos adicionales de inactividad por día.

Los investigadores destacan la coherencia de esta asociación entre varias medidas de contaminación, ya sea como promedio de tres años o como promedio durante los periodos de observación individuales de 12 meses.

"Si los niveles de contaminación del aire están causando este aumento del tiempo sedentario, las intervenciones para reducir la concentración de contaminación del aire ambiente, como las zonas de bajas emisiones, podrían tener un impacto realmente positivo en los niveles de comportamiento sedentario de los individuos y un efecto significativo en la salud pública", concluyó el experto.

Un equipo de investigadores del Centro de Investigación Biomédica de Leicester (BRC) del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Atención (NIHR) ha concluido que la exposición a largo plazo de los niveles de contaminación en el aire en Reino Unido están asociados con un aumento de hasta 22 minutos diarios de tiempo de sedentarismo. Se trata del primer estudio de este tipo que examina de cerca la relación entre los niveles de contaminación ambiental a los que están expuestos las personas y los niveles de actividad física y comportamiento sedentario asociados a ello.

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