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La victoria de las enfermeras catalanas, que afectará a todas las españolas: ganarán 400 euros más cada mes
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Manifestaciones, huelgas y reuniones varias

La victoria de las enfermeras catalanas, que afectará a todas las españolas: ganarán 400 euros más cada mes

Lo que comenzó como la movilización de un joven sindicato de Barcelona ha desembocado en la promesa de una actualización de categoría para todo el gremio que les permitirá dirigir ambulatorios y aumentar sus salarios

Foto: Huelga de enfermeras en Cataluña. (Europa Press/Kike Rincón)
Huelga de enfermeras en Cataluña. (Europa Press/Kike Rincón)

Todo comenzó con un joven sindicato de enfermeras con sede en Barcelona. Desde que nació hace apenas cinco años, Infermeres de Catalunya lleva reclamando la reclasificación profesional del colectivo del grupo funcionarial A2 al A1, en el que se encuentran los médicos. Una reivindicación que el colectivo arrastra desde hace décadas, ya que la distinción repercute en menores sueldos y, entre otros, no poder acceder a responsabilidades como la dirección de un centro de salud, a pesar de que sus funciones hayan aumentado exponencialmente en estos años. Y, por fin, este mes han conseguido arrancarle el compromiso al Ministerio de Sanidad de la actualización de grupo para las profesionales de todo el país.

La diferencia de grupo profesional radica en el anterior sistema universitario, en el que existía diferencia entre diplomados (A2) y licenciados (A1). En 2007, el Plan Bolonia empezó a implantarse en España equiparando a partir de ahí a todas las carreras a grado.

Laia Marsal, vicepresidenta de Infermeres de Catalunya, cuenta cómo comenzó esta batalla en Barcelona, "cuando a finales de septiembre de 2023 lanzamos una serie de movilizaciones que llamamos Las enfermeras decimos ¡basta!". Estas primeras manifestaciones tuvieron poco éxito ante los políticos, así que el 12 de diciembre llegaría una huelga indefinida, que venía acompañada de 38 reivindicaciones, que iban desde el reconocimiento de la categoría profesional a aumentos salariales o detalles concretos de cómo articular su trabajo diario.

Con las movilizaciones de las enfermeras, comenzaron los contactos con la Generalitat, “que se ponían a la defensiva y se escudaban en que esto dependía de Madrid”. “Por eso nosotras pusimos mucha presión para que el Departament de Salut influyera en lo que pudiera en la reclasificación. Mientras tanto, como hormiguitas, seguíamos extendiendo toda la movilización al resto de compañeros de otras comunidades autónomas”, cuenta la enfermera catalana, al tiempo que destaca que en el resto de regiones no se sumaron a la huelga como tal, pero sí sirvió para abrir los ojos pues “las enfermeras de todo el país estamos mal y no podemos seguir estando maltratadas como colectivo. Y una de las luchas más claras es la reclasificación de categoría profesional”.

Protestas en Madrid y dos reuniones en el ministerio

Con el punto de partida en un pequeño grupo catalán, las movilizaciones llegaron a Madrid. El viernes 2 de febrero, unas 500 enfermeras llegadas de todas partes de España se manifestaron frente al Ministerio de Sanidad.

placeholder Concentración de enfermeras frente al Ministerio de Sanidad. (Europa Press/Alberto Ortega)
Concentración de enfermeras frente al Ministerio de Sanidad. (Europa Press/Alberto Ortega)

Al mismo tiempo que las protestas se sucedían en el paseo del Prado, dentro del ministerio se estaban reuniendo para tratar las reclamaciones representantes de Infermeres de Catalunya con el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, y la asesora del gabinete del secretario, la enfermera Alda Recas. Asimismo, en otra sala, se estaba produciendo un encuentro paralelo con parecidas intenciones entre la ministra Mónica García y el conseller de Salut, Manel Balcells.

Tras las protestas en la calle y las dos reuniones, se obró el milagro. En la rueda de prensa posterior al encuentro entre los políticos llegó el titular que todas las sanitarias estaban esperando de la mano del conseller: las enfermeras tendrán su cambio de grupo funcionarial y un aumento de sueldo en 2024. Una decisión que no solo afectaría a las catalanas, sino a todo el gremio, ya que es una cuestión estatal.

placeholder La reunión entre Mónica García y Manel Balcells. (Ministerio de Sanidad)
La reunión entre Mónica García y Manel Balcells. (Ministerio de Sanidad)

Balcells señaló que la reclamación de las enfermeras sobre el A1 es justa y necesaria, algo en lo que también se ha mostrado de acuerdo la ministra, por lo que trabajarán por que se haga realidad en 2024”. Eso sí, la reclasificación no implica un cambio retributivo para las enfermeras, “para ello es preciso que se apruebe el nuevo estatuto marco que permite hacer modificaciones en los complementos de las categorías profesionales. Este nuevo estatuto debería haberse aprobado en 2023, pero va con retraso”. Y Balcells señaló que “el compromiso al que hemos llegado con el ministerio es que el nuevo estatuto se apruebe este 2024”.

Desde el ministerio, a través de un comunicado, se limitaron a exponer que en esa reunión se abordó “el conflicto que se ha vivido en la enfermería” y que “ambos han coincidido en trabajar conjuntamente en la reclasificación y un nuevo estatuto marco”, pero no daban fechas.

Puestos de responsabilidad, 400 euros y visibilidad

Marsal destaca que la categoría histórica que tienen las enfermeras no les da acceso a ciertos cargos de responsabilidad en el sistema de salud, y con la actualización que esperan para 2024 tendrán la posibilidad, por ejemplo, de dirigir un ambulatorio.

“Las enfermeras estamos cada vez asumiendo más responsabilidades, que por supuesto somos capaces de asumir, estamos ampliando mucho nuestras funciones y tareas, pero no se nos está reconociendo esto”, recuerda la vicepresidenta del sindicato catalán.

La nueva categoría también supondría un aumento económico, ante unos salarios que consideran precarios y que hacen que muchas enfermeras huyan de la profesión. “Cada año, muchas dejan la profesión porque no compensa para la salud mental y la carga de trabajo que supone ser enfermera, con lo que se retribuye”, señala, en un momento en el que el 46% de ellas ha barajado dejar la profesión por su bienestar psicológico, según la Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera. Esta subida salarial “es un punto que nos ayuda a tener fuerza, a sentirnos valoradas y que se nos reconozca lo que somos”.

Foto: Una enfermera en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. (Europa Press/Archivo/David Zorrakino)

Al preguntarle por cuánto sería el aumento de sueldo, señala que el conseller catalán lo cifraba “entre 400 y 600 euros al mes”. “Es una subida importante”, valora al tiempo que aclara que en un futuro “si te paras a leer la letra pequeña”, cuando salga el nuevo marco, puede ser distinto.

Además de estos puntos, destaca que la nueva categoría también servirá para “aportar visibilidad a la profesionalidad de enfermería, porque durante mucho tiempo ha sido considerada como la ayudante del médico y que de verdad se nos valore como profesión sanitaria”.

Todo comenzó con un joven sindicato de enfermeras con sede en Barcelona. Desde que nació hace apenas cinco años, Infermeres de Catalunya lleva reclamando la reclasificación profesional del colectivo del grupo funcionarial A2 al A1, en el que se encuentran los médicos. Una reivindicación que el colectivo arrastra desde hace décadas, ya que la distinción repercute en menores sueldos y, entre otros, no poder acceder a responsabilidades como la dirección de un centro de salud, a pesar de que sus funciones hayan aumentado exponencialmente en estos años. Y, por fin, este mes han conseguido arrancarle el compromiso al Ministerio de Sanidad de la actualización de grupo para las profesionales de todo el país.

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