La salud mental de los trabajadores es cada vez peor. ¿Qué está pasando?
Las empresas empiezan a entender las consecuencias del estado emocional de sus empleados. Los problemas psicológicos provocan un alto absentismo laboral y pérdidas económicas millonarias. Se puede dar la vuelta al problema con estrategias sencillas
La salud mental ha dejado de ser un tabú para buena parte de la población y reconocer abiertamente no estar bien emocionalmente es cada vez más habitual. El punto de inflexión entre callar y hablar de bienestar emocional se puede establecer en la intervención de Íñigo Errejón –diputado de Más País– en la sesión de control al Gobierno del 17 de marzo de 2021, cuando preguntó al presidente Pedro Sánchez por la salud mental de los ciudadanos. El "vete al médico" del diputado del PP Carmelo Romero provocó una oleada de reacciones en el hemiciclo y en las redes sociales. Desde entonces, nada ha sido como antes.
Preocupante fue la salud mental de la población, especialmente de los más jóvenes, durante el confinamiento y en los meses posteriores, pero la normalidad pospandémica no ha traído más bienestar. Al revés. Un estudio de la Confederación de Salud Mental de España recoge que el 75% de la sociedad siente que, en los últimos años, la salud mental ha empeorado. Los trastornos más habituales son ansiedad –que sufren 4 millones de personas–, depresión –hay 2,5 millones de personas diagnosticadas– y estrés.
Absentismo y pérdidas milmillonarias
El malestar psicológico se traslada al ámbito laboral y repercute en el rendimiento, la motivación y la productividad. El dato que mejor refleja ese impacto es el de que la salud mental es la segunda causa de absentismo laboral, con un coste para las empresas de unos 40.000 millones de euros. “Son datos que hacen daño. Además, son enfermedades de las que es muy difícil recuperarse y las bajas son muy prolongadas”, advierte Belén de Andrés, directora de proyectos de salud de AON.
Por esto, son trastornos que “hay que abordarlos en estadios muy previos. Se ha visto que implementando en las empresas programas de gestión de las emociones y salud mental, disminuye el absentismo y las bajas”, añade Raquel Lloro, directora de marketing y comunicación de Cigna Healthcare.
Las previsiones de futuro no son halagüeñas, ya que se calcula que el 25% de la población sufrirá ansiedad y otros trastornos mentales. Ante este escenario, y con el propósito de aportar soluciones que promuevan el bienestar emocional de los trabajadores y beneficien a las compañías, la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (AEDRH) acaba de publicar el Libro blanco de salud mental y emocional, como continuación del libro blanco de 2022 sobre bienestar general de las organizaciones.
Jóvenes en primera línea
Belén de Andrés, coautora del manual, recuerda que el origen de los problemas emocionales es multifactorial, y la reacción a ellos depende mucho del momento vital de las personas. Sin embargo, ahora se dan una serie de condiciones que van en contra de la salud mental, especialmente entre los más jóvenes, que también son los que menos reparos tienen a la hora de pedir ayuda profesional. “Por una parte, vivimos en una sociedad hiperestimulada e hiperconectada, pero aislada”, y la tendencia va a más, y “esto tiene mucho que ver con las nuevas formas de trabajo (el teletrabajo, el trabajo en remoto), que acelera, de alguna forma, trastornos que hace unos años eran más propias de personas mayores”, asegura esta especialista.
Mercedes Vázquez, directora corporativa de personas y operaciones de Grupo Antípodas Solutions, insiste en el papel activo que tienen muchos jóvenes en su salud emocional, buscando soluciones para actuar cuanto antes. Y eso es, precisamente, el objetivo del libro blanco, ofrecer una guía de soluciones prácticas para cuidar de la salud mental de los empleados, que “las compañías tengan una forma de prevenir situaciones que en el futuro causen incomodidad en la vida personal y profesional”.
Estrategias de salud
Entre las prácticas que pueden implementar las empresas para mejorar la vida profesional, lo primero es elaborar un plan de comunicación: “Cualquier medida que vayamos a instaurar tiene que tener un plan de comunicación solvente, que se mantenga en el tiempo. Lo que no se comunica no existe y el seguimiento es necesario para saber qué está pasando”, dicen las autoras.
Las acciones que pueden llevar a cabo las empresas para cuidar la salud mental de sus empleados deben abordar el bienestar desde diferentes ángulos. Lo primero es actuar antes de que aparezca la patología, y para ello se necesita psicoeducación. Lloro destaca que “es muy importante darle al empleado las herramientas para que conozca qué emociones está teniendo y cómo gestionarlas para evitar que llegue a ser una enfermedad”, y para esa gestión, “los programas de mindfulness han demostrado que son muy efectivos, y las personas que los ponen en práctica aumentan su bienestar emocional un 20%”.
Las evaluaciones personales de salud emocional (anónimas) de los trabajadores ofrecen una visión de cómo está la plantilla, y “ayudan a identificar problemas puntuales, por ejemplo, en un departamento”.
Cada vez más empresas ofrecen a sus trabajadores servicios de psicología
Por último, una tendencia en el mundo de la empresa es ofrecer servicios de psicología y telepsicología. Este último “funciona muy bien y es rápido, por ello cada vez hay más corporaciones que contratan este servicio para sus empleados”.
Modelo de liderazgo
La salud mental de los trabajadores puede depender del líder (un mal jefe puede sacar de sus casillas a empleados muy eficientes). La directora de salud de AON habla de la evolución que está experimentando el liderazgo, hacia “un tipo más humanista, centrado en personas que inspiren, que tengan carisma, que motiven, que estimulen intelectualmente, que sean un referente, que aporten y que en la sociedad de la transparencia sean absolutamente ejemplares”.
Al tiempo, al líder se le pide que sepa moverse en el mundo de los datos, de las nuevas tecnología y de la IA, “sin olvidar que sepa gestionar equipos”. Esos perfiles son cruciales para “atraer y retener el talento”.
Las principales causas de enfermedad emocional tienen más que ver con la vida personal
Aunque gran parte del peso de la salud mental recae en la empresa, las especialistas admiten, basándose en lo reportado por los psicólogos, que “las principales causas de enfermedad emocional tienen más que ver con la vida personal que con la profesional”, aunque el estrés, la baja autoestima o el “dolor en el trabajo” pueden ser agravantes o detonantes de un problema de salud mental.
De todas formas, dado que pasamos la mayor parte del día en el trabajo, “una salud mental positiva en el contexto laboral impulsa la productividad, la creatividad y la resiliencia de los trabajadores y mejora la reputación de las empresas en el mercado”, concluye el presidente de la AEDRH, Jesús Torres.
La salud mental ha dejado de ser un tabú para buena parte de la población y reconocer abiertamente no estar bien emocionalmente es cada vez más habitual. El punto de inflexión entre callar y hablar de bienestar emocional se puede establecer en la intervención de Íñigo Errejón –diputado de Más País– en la sesión de control al Gobierno del 17 de marzo de 2021, cuando preguntó al presidente Pedro Sánchez por la salud mental de los ciudadanos. El "vete al médico" del diputado del PP Carmelo Romero provocó una oleada de reacciones en el hemiciclo y en las redes sociales. Desde entonces, nada ha sido como antes.
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