La dieta que imita al ayuno rejuvenece 2,5 años y reduce el riesgo de enfermar

La ciencia del envejecimiento pasa por uno de sus mejores momentos; los investigadores cada vez tienen más piezas para montar el puzle de la senescencia y, sobre todo, algunos de los grandes descubrimientos realizados en el laboratorio ya se han verificado en personas.

El envejecimiento de la población mundial, con la consiguiente carga de enfermedades y fragilidad que acarrea, urge a agilizar la aplicación de los resultados que arrojan los estudios, especialmente cuando se relacionan con actividades cotidianas, como son comer, hacer ejercicio físico o dormir.

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El bioquímico Valter Longo, director del Instituto de Longevidad de la Facultad de Gerontología de la Universidad de California y director del Laboratorio de Longevidad, estudia desde hace décadas los mecanismos que hacen que la dieta sea protectora o detonante de enfermedad y envejecimiento. Defiende los beneficios del ayuno –el ser humano está acostumbrado a ayunar, bien por falta de alimentos o por motivación religiosa– y ha diseñado la dieta que imita al ayuno (DIA), un patrón que “proporcione suficientes calorías (para ser más segura que el ayuno), una variedad de componentes (para que agrade a la mayoría de las personas) y de origen vegetal”, describe en su libro 'La dieta de la longevidad' (Penguin Random House).

Esta dieta promueve la longevidad al estimular la regeneración y reparación celular, eliminar las células dañadas de los diferentes órganos y promover la quema de grasa abdominal manteniendo la masa muscular.

Mejorías visibles

Ahora, una nueva investigación del Instituto de Longevidad publicada en la revista Nature Communications prueba que ciclos de 5 días de DIA, durante 3 o 4 meses, reducen los signos del envejecimiento del sistema inmunitario, mejoran la resistencia a la insulina y disminuyen la grasa del hígado. "Este es el primer estudio que demuestra que una intervención basada en alimentos, que no requiere cambios permanentes en la dieta ni en el estilo de vida, puede hacer que las personas sean biológicamente más jóvenes”, defiende Longo.

Imita los efectos de un ayuno de solo agua, pero proporciona los nutrientes necesarios de forma que es mucho más fácil completarlo

La DIA aplicada en esta investigación consistió en una dieta de cinco días rica en grasa insaturadas y baja en calorías, proteínas y carbohidratos en general, diseñada para imitar los efectos de un ayuno de solo agua, pero que, al mismo tiempo, proporciona los nutrientes necesarios de forma que sea mucho más fácil para las personas completar el ayuno. Los alimentos incluidos fueron sopas de origen vegetal, barritas y bebidas energéticas, té en porciones y un suplemento que proporciona altos niveles de minerales, vitaminas y ácidos grasos esenciales (desarrollados en los laboratorios de la empresa L. Nutra, fundada y participada por el bioquímico).

En el estudio participaron cien hombres y mujeres de entre 18 y 70 años de edad, divididos al azar en dos grupos: uno que siguió la dieta que imita al ayuno durante 3 o 4 meses (en periodos de 5 días al mes y los otros 25 días una dieta normal), y el otro, una dieta normal o de estilo mediterráneo.

Los análisis de sangre mostraron que las personas asignadas al ayuno tenían menos riesgo de diabetes (menor resistencia a la insulina) y mejores parámetros relacionados con la inmunidad (mejor proporción linfoide-mieloide de glóbulos blancos). Además, las imágenes de resonancia magnética muestran menos grasa abdominal y dentro del hígado, lo que significa menos riesgo de desarrollar síndrome metabólico.

A través de un análisis estadístico, los autores determinan que los participantes que siguieron una DIA rejuvenecieron su edad biológica –que refleja el funcionamiento de las células y los tejidos en comparación con la edad cronológica– en 2,5 años. Longo insiste en que “este estudio muestra por primera vez la evidencia de reducción de la edad biológica, acompañada de evidencia de rejuvenecimiento de la función metabólica e inmune”.

Buena sí, pero no para todos

Las propuestas de Valter Longo cuentan con miles de seguidores, hasta el punto de que “cada vez hay más médicos que recomiendan la DIA a sus pacientes en Estados Unidos y también en Europa”, dice el bioquímico. Sin embargo, aclara que este esquema no se puede hacer sin supervisión médica, por lo que “los profesionales de la salud pueden recomendar periodos de dieta que imita al ayuno a personas que tengan un riesgo elevado de enfermedad metabólica, y también a quienes quieran reducir su edad biológica”.

La DIA no se debe hacer cuando se toman medicamentos para el control de la glucosa porque la combinación es potencialmente letal

Tampoco está indicada a partir de los 70 años de edad –aunque si el estado de salud es bueno y el peso es normal, el médico puede aconsejarla–, durante el embarazo o en personas con anorexia, y "nunca puede combinarse con insulina y fármacos antidiabéticos, ya que es una combinación potencialmente letal".

Para seguir la DIA son necesarios los alimentos desarrollados por L-Nutra, ya que tienen “una formulación precisa con ingredientes que no se encuentran en los comercios”, advierte el científico, que también sostiene los beneficios de este patrón dietético en personas con cáncer (una propuesta que ha sido criticada por muchos oncólogos), aunque reconoce que todavía es necesario llevar a cabo más ensayos clínicos.

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“No tengo duda de que se va a incluir en el manejo de los pacientes con cáncer. El ayuno y la dieta que imita al ayuno es una idea muy buena de separar las células cancerosas de las normales y es inevitable que vayamos a utilizar mucho más los alimentos como fármacos para hacer la nutritecnología”, ha contado a El Confidencial. “Creo que la intervención a través de la nutrición es lo más potente a la hora de activar la capacidad del cuerpo para defenderse”.

Longo aplica sus postulados en las clínicas de la Fundación Create Cures, promovida por él con el propósito de atender a pacientes que han agotado todas las opciones, y también a personas que carecen de recursos. El dinero de las ventas de sus libros se dona a la fundación para sufragar nuevas investigaciones que permitan avanzar en este campo.

Este científico insiste en que “la intervención a través de la nutrición es lo más potente a la hora de activar la capacidad del cuerpo para defenderse”.