El Rosin llega a España: los efectos negativos para la salud de la nueva droga

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La Policía ha desmantelado recientemente el primer laboratorio de Rosin de España, en Santa Cruz de Tenerife. Ha incautado 1,7 kilos de Rosin, 167 botes con resina de Rosin, 54 kilos de marihuana, 145 plantas en invernaderos interiores y 2 kilos de hachís, así como las herramientas para su producción.

El Rosin o Rosin Hash, la nueva droga de gran pureza hallada en Tenerife, es un derivado ultra concentrado del hachís. Para conseguir esta sustancia, se emplean diferentes herramientas, como prensas y liofilizadoras, para extraer, mediante el método bubble hash, el Rosin de los cogollos de la marihuana. Este método no requiere el secado de la planta, por lo que acorta los tiempos de producción.

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María del Pilar Díaz

El resultado es una sustancia de diferentes colores, dependiendo de su pureza, con altos niveles de THC o tetrahidrocannabinol, el principal ingrediente psicoactivo del cannabis. En la marihuana, el concentrado de THC ronda el 5 %, en el hachís esta cantidad aumenta hasta un 15 %, y en el Rosin esta cantidad puede verse hasta triplicada, dada su concentración y pureza.

Como explica la Policía, para hacer 1 kilo de Rosin se necesitan unos 75 kilos de cogollos de marihuana, por lo que las concentraciones de THC son mucho mayores. El tetrahidrocannabinol es el responsable de las sensaciones de euforia, bienestar y sedación tras el consumo de Rosin, pero también de las alteraciones cognitivas y de coordinación.

Efectos para la salud del Rosin

Los efectos del Rosin para la salud son similares a los del hachís. Como indican desde Drug Abuse, el consumo del hachís y derivados puede producir distorsiones sensoriales, náuseas, vómitos, calambres estomacales, pérdida significativa de la coordinación motora, cambios en la respiración, aumento de los latidos del corazón y la presión arterial. También aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares y provoca somnolencia extrema, aumento del apetito, aumento de peso, depresión, ansiedad, ataques de pánico, confusión y sensación de pérdida de control.

A largo plazo, los efectos de una adicción al hachís o al Rosin se vuelven más graves, y afectan a la calidad de vida de la persona. Los consumidores de estas drogas pueden padecer una reducción de la resistencia a enfermedades comunes, como resfriados, gripe y bronquitis. También provoca problemas de crecimiento de los adolescentes, estructura celular anormal y división celular, reducción de la producción de testosterona y reducción del funcionamiento sexual, problemas respiratorios, problemas emocionales y psicológicos que incluyen apatía, falta de motivación, depresión, un mayor riesgo de desarrollar psicosis y cambios en el estado de ánimo y la cognición.