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Los sanitarios del Gómez Ulla, en pie de guerra: exigencias a Defensa y denuncias en el Supremo
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Varios conflictos laborales abiertos

Los sanitarios del Gómez Ulla, en pie de guerra: exigencias a Defensa y denuncias en el Supremo

Médicos y enfermeras civiles del hospital militar madrileño denuncian agravios comparativos con sus compañeros castrenses y con el resto de profesionales de la región

Foto: Enfermeras protestan durante una manifestación. (Europa Press/Archivo/David Zorrakino)
Enfermeras protestan durante una manifestación. (Europa Press/Archivo/David Zorrakino)

En el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, situado en el barrio madrileño de Aluche, hay mucha venda que cortar en lo que a conflictos laborales se refiere. Perteneciente al Ministerio de Defensa, aunque también da servicio a población de su alrededor tras firmar un acuerdo en 2007 con la Comunidad de Madrid, en el centro trabajan codo con codo personal militar y civil. Esta dicotomía ha provocado en los últimos años diferencias de condiciones laborales entre médicos, enfermeras y demás trabajadores, a pesar de realizar un trabajo exactamente igual.

En la actualidad hay varias diputas abiertas por parte de los sanitarios del hospital; algunas las están moviendo desde los sindicatos, mientras otras ya están en los juzgados. Los enfrentamientos van desde un agravio comparativo por cobrar los militares una prima por el covid que algunos civiles ni han cobrado por el mismo trabajo hasta juicios pidiendo indemnizaciones por pagas extras incompletas o periodos descansos no respetados.

Gratificación por la pandemia solo a militares

Cuenta Alicia González, delegada de CSIF en el Gómez Ulla y enfermera civil del hospital, que a finales de 2021 comienzan a enterarse –por conversaciones casuales con compañeros– de que el personal militar estaba recibiendo una gratificación por su trabajo en la pandemia, “incluso militares que habían estado en los despachos o que ni habían aparecido por las consultas en el covid”.

En 2022, iniciaron un periplo de requerimientos para pedir explicaciones y reclamar la paga también para los sanitarios civiles. “Después de llevarlo a varias mesas delegadas”, en noviembre de 2023 les confirmaron que los civiles también recibirían esta prima, aunque “cuando nos plantearon cómo lo iban a hacer, no nos salían las cuentas”.

placeholder Campamento instalado en los exteriores del Hospital Gómez Ulla en 2020. (Reuters/Sergio Pérez)
Campamento instalado en los exteriores del Hospital Gómez Ulla en 2020. (Reuters/Sergio Pérez)

La sorpresa llegaría con las nóminas de diciembre de 2023 y enero de 2024, según denuncian desde CSIF. A algunos, como a González, que trabajó en lo más duro del covid-19, no les ha llegado ni un euro extra: “A día de hoy a mí no me han pagado nada y eso que tengo la medalla Balmis por mi servicio en la pandemia”. También se han dado casos de grupos de enfermeras que han trabajado con la misma intensidad, pero cada una ha cobrado una cantidad distinta. E incluso se ha producido la situación de que algún sanitario ha percibido la extra coronavírica aunque ni estaba trabajando durante la pandemia.

Pero la mayor queja –a la que se han sumado los sindicatos SATSE, CCOO, UGT y AMYTS– es el agravio comparativo entre las cantidades pagadas a los militares y a los civiles por el mismo trabajo, habiendo percibido los últimos cuatro veces menos. “A los militares, incluso a los que estaban en los despachos, les han llegado a pagar 2.000 euros y solo a algunos de los civiles como mucho 480”, cifra la representante de CSIF.

"A los militares les han pagado 2.000 euros y a los civiles, como mucho, 480"

Desde el CSIF califican la situación de “desmadre” y “locura”, por lo que están pidiendo explicaciones a los responsables del hospital militar y las autoridades pertinentes, pero nadie les contesta y les “dan largas”.

Desde los sindicatos reclaman al Ministerio de Defensa conocer los criterios con los que se han concedido las gratificaciones, al tiempo que denuncian el agravio comparativo que se ha producido entre el personal civil en sí, pero especialmente en la diferencia con el militar. Esta no es solo una queja del hospital madrileño, pues una situación parecida se ha vivido en el Hospital General de la Defensa de Zaragoza, según denuncian desde CSIF.

Demandas ante el Supremo por las pagas extra

En el año 2019, abogados de Lasata Legal se dieron cuenta de que los médicos internos residentes (MIR) de la Comunidad de Madrid percibían menos en sus pagas extras que sus homólogos de otras comunidades, al no cobrar un complemento de formación en esta mensualidad. Teniendo en cuenta que la legislación aplicable exigía que también se complementase, fueron de la mano de los médicos, y protestas mediante de los mismos, hospital a hospital, reclamando esta subida salarial. “La Comunidad de Madrid acabó aceptando pagar como reglamentariamente estaba establecido, y eso generó que la Administración de forma expresa reconociese que tienen que cobrar de ese modo, lo que también facilitó las reclamaciones judiciales”, cuenta Damián Rodríguez, abogado del citado despacho.

placeholder Foto de archivo de protestas de MIR por sus condiciones laborales. (EFE/Víctor Lerena)
Foto de archivo de protestas de MIR por sus condiciones laborales. (EFE/Víctor Lerena)

Pero en el Gómez Ulla, al no pertenecer al Gobierno de la Comunidad de Madrid, se desentendieron de esta subida en las pagas extras, “porque decían que no les era aplicable la regulación estatal”, explica el abogado, que representa a más de 100 médicos del hospital militar. En este momento comienzan una nueva batalla de los sanitarios contra Defensa. A través de una plataforma, montada por el despacho de Rodríguez para dar asistencia a conflictos laborales de los sanitarios y que solo cobra si ganan los procesos legales, empiezan a sucederse las denuncias contra el Ministerio reclamando las indemnizaciones de los sanitarios.

En primera instancia, el juez le dio la razón a Defensa, exonerando así del pago. Los médicos recurrieron ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y en esta ocasión obtuvieron una sentencia favorable al aumento de las extras, en la que los magistrados señalaban que no compartían la desestimación previa "exclusivamente por no tener clara el magistrado la cuantificación de las diferencias solicitadas" y otras cuestiones que sacaban los colores al juez anterior. Pero el Ministerio volvió a recurrir y, en el momento actual, los médicos se encuentran esperando la sentencia definitiva del Tribunal Supremo, “que seguramente les dé la razón a los médicos del Gómez Ulla”, espera el abogado.

Aunque todo esto empezó con los MIR, desde la plataforma legal también están trabajando con todo tipo de profesionales sanitarios del Gómez Ulla.

Indemnizaciones por falta de descanso

En enero de 2023, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid condenó al Gómez Ulla a abonar a un grupo de ocho MIR entre 2.000 y más de 7.000 euros por vulnerar sus horas de descanso, en relación con las guardias. Se trató de la primera sentencia en firme que declaraba el derecho de los médicos del hospital de Defensa, según el propio escrito del TSJM, “al descanso mínimo semanal ininterrumpido de 36 horas semanales o 72 horas en un periodo de 14 días, así como el derecho a que se les equiparen sus condiciones laborales con el resto de los trabajadores MIR de la Comunidad Autónoma de Madrid”.

Con esta sentencia, se garantiza el descanso tras las guardias y evitar el doblete de trabajar los viernes y domingos. “Y además, el fallo señala que las condiciones laborales de los médicos del Gómez Ulla se deben equiparar a las del resto de compañeros de la Comunidad de Madrid”, señala el abogado.

Foto: Foto de archivo de una protesta en un hospital vasco. (EFE/Javier Etxezarreta)

Este despacho de abogados ha presentado varias denuncias, cada una con un pequeño grupo de residentes del Gómez Ulla, para reclamar indemnizaciones por la falta de descanso, “y de las que se han resuelto las hemos ganado todas”.

Los propios sanitarios del centro confirman a este periódico que, teniendo en cuenta los éxitos judiciales, están preparando nuevas demandas para reclamar esta indemnización.

Cabe destacar que, a raíz de esta sentencia promovida por los médicos más jóvenes, también han ganado derechos el resto de médicos, tanto adjuntos civiles como los militares. Ahora, las libranzas de todos ellos están condicionadas por los descansos garantizados por sentencia.

El Confidencial se ha puesto en contacto con el Ministerio de Defensa para abordar las cuestiones tratadas en este artículo, sin obtener respuesta hasta el momento.

En el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, situado en el barrio madrileño de Aluche, hay mucha venda que cortar en lo que a conflictos laborales se refiere. Perteneciente al Ministerio de Defensa, aunque también da servicio a población de su alrededor tras firmar un acuerdo en 2007 con la Comunidad de Madrid, en el centro trabajan codo con codo personal militar y civil. Esta dicotomía ha provocado en los últimos años diferencias de condiciones laborales entre médicos, enfermeras y demás trabajadores, a pesar de realizar un trabajo exactamente igual.

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