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¿Es posible padecer cáncer y ser alérgico a la quimioterapia?
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ALERGOLOGÍA

¿Es posible padecer cáncer y ser alérgico a la quimioterapia?

Aunque generalmente se trata de reacciones leves que aparecen al cabo de varias horas, a veces afectan a varios órganos llegando a poner en peligro la vida del paciente

Foto: El estudio analiza la necesidad de quimioterapia FOLFOX: ácido folínico, fluorouracilo y oxaliplatino. (iStock)
El estudio analiza la necesidad de quimioterapia FOLFOX: ácido folínico, fluorouracilo y oxaliplatino. (iStock)

Probablemente, cuando a alguien le detectan cáncer y ha de enfrentarse a un tratamiento con quimioterapia, lo último en lo que piense sea en la posibilidad de que su organismo rechace la medicación, más allá de los —no pocos— efectos secundarios. Es decir, que su cuerpo manifieste una alergia al tratamiento. Sin embargo, es una posibilidad que existe.

Cierto que su prevalencia no es muy alta (entre el 2% y el 20%, según países y quimioterápicos) y que no suelen producirse cuadros graves, aunque sí los hay. En cualquier caso, es interesante saber cuándo se produce y qué síntomas tiene. Así como la posibilidad de someterse a una desensibilización para superar la intolerancia al fármaco.

A pesar de que los efectos secundarios de la quimioterapia son muchos y variados, Nancy Ortega Rodríguez, miembro del Comité de Alergia a los Medicamentos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), afirma que los de una intolerancia son fácilmente distinguibles “ya que los síntomas de alergia son muy específicos”.

Además de la clínica, existen pruebas cutáneas y análisis de sangre que determinan ciertos marcadores con los que es sencillo diagnosticar la alergia. En este sentido es interesante tener en cuenta que, al ser un tratamiento que se administra en el ámbito hospitalario, el paciente está vigilado y bajo control.

Anafilaxia, el cuadro más grave

“Las reacciones pueden ser leves, presentando síntomas cutáneos como habones, urticaria, edemas… Pero en ocasiones se generalizan, es decir, avanzan hacia otros órganos como el sistema respiratorio (tos, broncoespasmos, afonía, dificultad para respirar) y digestivo (vómitos, dolor abdominal, pérdida de la tensión arterial)”, afirma la alergóloga. Es en este momento donde se corre el riesgo de tener una anafilaxia, “el cuadro más grave, que se produce cuando hay varios órganos implicados en las reacciones”.

placeholder Se cree que este compuesto tendrá menos efectos secundarios que la quimioterapia. (Pixabay)
Se cree que este compuesto tendrá menos efectos secundarios que la quimioterapia. (Pixabay)

Esas más graves suelen aparecer de manera inmediata, es decir, mientras se administra la quimioterapia. Por suerte, las reacciones tardías que suelen mostrarse una hora después de haber acabado el tratamiento, “siendo usual que se presenten tras un tiempo superior a seis horas, no suelen ser graves y generalmente causan erupción en la piel, episodios de hinchazón o fiebre”, asegura Teodorikez Wilfox Jiménez Rodríguez, coordinador de la Unidad de Desensibilización a Fármacos del Hospital General Universitario Dr. Balmis, ISABIAL, de Alicante y también miembro de SEAIC.

Cómo se trata esta intolerancia

El tratamiento es similar a cualquier otro tipo de alergia, dice Ortega Rodríguez: “Antihistamínicos, corticoides, adrenalina, y luego ya un tratamiento de soporte si tiene síntomas respiratorios o una bajada de tensión arterial, con tratamiento específico para esos síntomas”.

Foto: Foto: iStock.

La otra opción que se puede barajar es la desensibilización, que “se realiza administrando dosis crecientes del fármaco en un tiempo determinado. A medida que vamos aumentando la dosis, podemos volver a tener reacción, pues el paciente sigue siendo alérgico. En este caso, se para el procedimiento, se trata la alergia y, una vez controlado, se continúa”, según la alergóloga.

En entorno hospitalario

Es evidente que se trata de un procedimiento bastante duro para el paciente, pero, como afirma Ortega Rodríguez, “hay que tener en cuenta que son pacientes con pocas opciones terapéuticas y dar este quimioterápico puede ser fundamental para su supervivencia”. Para aumentar el control del paciente, la desensibilización se debe hacer en ámbito hospitalario, bajo la supervisión de un alergólogo experto, preparado para tratar las reacciones a la mayor brevedad.

Foto: Foto: iStock.

Las malas noticias no acaban aquí porque la desensibilización no es duradera. “En ella se induce a la tolerancia del fármaco, de modo que, durante cierto tiempo, se puede seguir administrando sin reacciones”. El problema es que a menudo se deja un tiempo entre los ciclos de quimioterapia. Es decir, que “cuando se tiene que volver a poner este fármaco al que ya sabemos que el paciente es alérgico, se tiene que iniciar de nuevo la desensibilización”, concluye la alergóloga de la SEAIC.

Probablemente, cuando a alguien le detectan cáncer y ha de enfrentarse a un tratamiento con quimioterapia, lo último en lo que piense sea en la posibilidad de que su organismo rechace la medicación, más allá de los —no pocos— efectos secundarios. Es decir, que su cuerpo manifieste una alergia al tratamiento. Sin embargo, es una posibilidad que existe.

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