Un estudio revela que los niños son más propensos al dolor de cabeza por estos malos hábitos

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Los dolores de cabeza son muy comunes entre las personas, y también muy molestos. Se pueden padecer a cualquier edad, aunque suelen ser especialmente frecuentes entre los niños, que a menudo se quejan de ese tipo de dolores. Además, el dolor de cabeza en la infancia puede desarrollarse para acabar generando migrañas con el paso de los años, por lo que es importante vigilar esta cuestión entre los más pequeños.

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos profundiza sobre esta cuestión, detallando muchos de los factores relacionados con el dolor de cabeza, y maneras en las que minimizar este problema. Además, mencionan varios hábitos que son muy comunes entre los niños, pero que conviene controlar porque son elementos clave para producir el dolor de cabeza a esas edades.

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5 hábitos a evitar

Los adultos y tutores con niños a su cargo harían bien en controlar al máximo estos hábitos, que tanto se dan entre la infancia y tanto pueden contribuir a los dolores de cabeza:

• Tiempos de descanso irregulares. Es importante que tengan rutinas establecidas para sus horas de sueño, y que descansen lo suficiente. Los expertos recomiendan que hasta cumplir los 3 años duerman entre 11 y 14 horas diarios, de 3 a 5 años entre 10 y 13 horas, de 6 a 12 años entre 9 y 12 horas, y de 13 a 18 años entre 8 y 10 horas.
• Alimentación inadecuada. Además de necesitar también unos horarios fijos y apropiados para las distintas comidas del día, por supuesto también es fundamental lo que se consume. Lo primero es vigilar que no coman demasiado chocolate o azúcar, que tanto les gusta, y asegurarse de que consumen ese tipo de productos de forma moderada. También hay que evitar cosas como el exceso de queso y de embutidos. Todo ello está relacionado con los dolores de cabeza, pero también con otras cuestiones de salud.
• Deshidratación. Dependiendo de su edad y de su cuerpo, pueden necesitar entre 4 y 8 vasos de agua al día. Que estén correctamente hidratados es algo fundamental, y también hay que priorizar el agua sobre las bebidas azucaradas.
• Estrés por las actividades escolares. Por supuesto, el ritmo de vida también influye. Está muy bien que los niños tengan su tiempo de estudio y sus actividades extraescolares para que desarrollen más habilidades y establezcan vínculos más sólidos con otros compañeros, pero hay que tener cuidado con las cargas a las que les sometemos, así como de no presionarles demasiado con los resultados que esperamos.
• Problemas familiares. El ambiente familiar también influye mucho en el estado de ánimo del niño, y en los dolores de cabeza que pueda experimentar. Será mucho mejor si el hogar transmite armonía y respeto entre los diferentes miembros de la familia, pero si el niño absorbe constantemente peleas, discusiones y malos comentarios entre sus padres o hermanos, habrá un impacto negativo en su psique y en su cabeza.

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Hay otros factores muy habituales para provocar el dolor de cabeza entre niños, como puede ser el cambio repentino de las condiciones meteorológicas. En ese sentido, lo ideal es hacer un esfuerzo por protegerles bien contra el clima y que los cambios de temperatura no les resulten muy bruscos. Y claro, otro mal hábito que podríamos añadir, muy extendido en los tiempos actuales, es el de pasar demasiado tiempo delante de pantallas: es más que recomendable establecer límites y controles para ello.