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¿Por qué las mujeres tienen los pies más fríos que los hombres?
  1. Bienestar
NO ES SOLO UN MITO

¿Por qué las mujeres tienen los pies más fríos que los hombres?

La idea de que las féminas tienen las zonas distales (pies, orejas y nariz) más frías que los varones no responde a un simple mito y sí a factores multicausales

Foto: Los motivos de que las mujeres tengan pies, manos y orejas fríos son multifactoriales. (EFE/Craig Lassig)
Los motivos de que las mujeres tengan pies, manos y orejas fríos son multifactoriales. (EFE/Craig Lassig)

No hay una única respuesta a esta pregunta porque los motivos de que las mujeres tengan pies, manos y orejas fríos son multifactoriales. El más evidente tiene que ver con que suelen ser más pequeñas, como afirma Carlos Bastida Calvo, responsable del Grupo de Trabajo de Aparato Locomotor de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

“Suelen tener un tamaño corporal más pequeño y tienen menos masa muscular, por lo que se enfrían más fácilmente. Pero además también suelen tener más grasa corporal, por lo que necesitan proteger sus órganos vitales del frío”, afirma el médico. Para conseguirlo, “disminuyen el flujo sanguíneo de la piel en las partes distales”; esto es, manos, pies, orejas y nariz.

En esta particularidad femenina también influyen, como no podía ser de otro modo, las hormonas. En concreto, los estrógenos, que disminuyen el flujo sanguíneo hacia los capilares distales e intervienen en la regulación de la temperatura de la piel, “al provocar una sutil vasoconstricción. Esto determina la mayor sensibilidad de las mujeres a las temperaturas bajas”.

La razón de que el cuerpo de las mujeres sea distinto al de los hombres también está relacionada con el metabolismo, que funciona de diferente manera según el género. De hecho, en los hombres, la tasa metabólica es aproximadamente un 23% más elevada que en las mujeres, lo que significa que la temperatura de los órganos de ellas es más fría que la de los ellos.

Mecanismo de protección

Esta sensibilidad al frío puede resultar más o menos incómoda, aunque se puede solucionar con gorros, guantes o calcetines más gordos. Pero no representa una amenaza para la salud. Según el médico de la SEMG, más bien sucede lo contrario: “Funciona como un mecanismo de protección crucial al permitir detectar rápidamente bajas temperaturas que podrían ser perjudiciales”.

En el 90% de los casos no responde a ninguna causa patológica

Por otro lado, tener las manos o pies fríos raramente es síntoma de tener un problema de salud mayor. “Prácticamente, en el 90% de los casos, esta disminución de la temperatura, esta distinta sensibilidad al frío, no se debe a ninguna causa patológica”, declara Bastida Calvo.

Cuándo sí se debe a una patología

Queda un 10% de casos en los que esa sensibilidad excesiva sí “puede surgir como consecuencia de alguna disfunción, algo más serio”. Por eso, el experto aconseja acudir al médico “si esta sensación fuese acompañada de cambios de color en la piel, una excesiva sensibilidad o entumecimiento”.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

A partir de ese momento, el médico deberá investigar las posibles causas, teniendo en cuenta una serie de factores como los hereditarios. Pero también la anemia, porque “la disminución de glóbulos rojos en la sangre equivale a deficiencia en el transporte de oxígeno de forma adecuada”, afirma Bastida Calvo.

Estrés, hipotiroidismo y otros motivos

El estrés también puede suponer frío excesivo en pies, orejas y nariz. La razón es que “en situaciones estresantes, el cuerpo redistribuye la sangre hacia los órganos vitales, disminuyendo el flujo sanguíneo en las partes distales”, en palabras del responsable del Grupo de Trabajo de Aparato Locomotor de la SEMG.

Foto: Tiroides en nuestro organismo. (iStock)

El hipotiroidismo también puede provocar frío en las extremidades, así como la deshidratación o los déficits vitamínicos, como el de la vitamina B12. Y el uso de determinados medicamentos: betabloqueantes, anticonceptivos y algunos antimigrañosos.

Patologías de mayor gravedad

A veces contar con hipersensibilidad en estas zonas puede significar un síntoma de una patología más grave y poner sobre la pista a quien lo esté tratando. Por ejemplo, la enfermedad arterial periférica en extremidades, “que provoca un estrechamiento de las arterias, endureciéndolas, con lo que disminuye el flujo de sangre. Aquí influyen otros factores como el tabaco, la diabetes, las cardiopatías, la hipertensión arterial”, advierte Bastida Calvo.

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Foto: iStock.

Finalmente, el médico generalista se refiere al fenómeno de Raynaud. Se trata de “un trastorno de los vasos que puede afectar a manos y pies, provocándose un espasmo vascular en el que los vasos se estrechan y no llega la sangre a los dedos, volviéndose completamente pálidos; puede llegar este espasmo a durar una hora, y al restablecerse la circulación, hay enrojecimiento y aparece hormigueo y dolor”.

No hay una única respuesta a esta pregunta porque los motivos de que las mujeres tengan pies, manos y orejas fríos son multifactoriales. El más evidente tiene que ver con que suelen ser más pequeñas, como afirma Carlos Bastida Calvo, responsable del Grupo de Trabajo de Aparato Locomotor de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

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