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¿Por qué 23 millones de españoles padecen alguna enfermedad neurológica?
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HAY UN MOTIVO POSITIVO

¿Por qué 23 millones de españoles padecen alguna enfermedad neurológica?

En los últimos 20 años, estas patologías se han incrementado en un 18%, en parte por la mayor esperanza de vida, pero también por cómo vivimos ahora

Foto: Imagen de archivo. (EFE/Ana Escobar)
Imagen de archivo. (EFE/Ana Escobar)

Este dato, recientemente publicado en The Lancet, habla por sí solo: en España, más de 23 millones de personas padecen algún tipo de enfermedad neurológica. Aunque la cifra es poco alentadora, no todos los motivos de que esto sea así son del todo malos.

Lo explica Jesús Porta-Etessam, presidente de la Sociedad Española de Neurología: “Muchas de las enfermedades neurológicas, sobre todo las neurodegenerativas, tienen una relación directa con la edad de los pacientes. A mayor edad, mayor incidencia de alzhéimer y de párkinson. Y España, afortunadamente, es uno de los países de Europa y del mundo con mayor esperanza de vida”.

Aunque no todas las enfermedades neurológicas están relacionadas con la edad. Y ahí entran otras patologías, algunas “muy discapacitantes como la migraña, neuropatías asociados a enfermedades metabólicas, entre las que destaca la polineuropatía diabética”, cuya prevalencia poblacional ha aumentado en los últimos años. En términos generales, The Lancet habla de un 18% más casos en los últimos 20 años.

En este caso, el neurólogo apunta como responsable al estilo de vida propio del siglo XXI: el estrés, los alterados ritmos del sueño, la alimentación… Y, en el caso de las mujeres, la incorporación al mercado laboral sin dejar de lado la responsabilidad doméstica. De hecho, la migraña afecta al 18% de las mujeres.

Repercusiones de las enfermedades neurológicas

Lo peor de las enfermedades neurológicas es que, además de ser muy prevalentes, producen mucha discapacidad. De hecho, tal y como asegura Porta-Etessam, “son la segunda causa de discapacidad mundial. Realmente tienen una repercusión brutal” tanto en el paciente como en quien le rodea.

Foto: Óscar Fernández-Capetillo y Vanesa Lafarga. (Pilar Gil/CNIO)

Concretando más, apunta como devastadoras “la migraña en edades jóvenes, el ictus en adultas y enfermedades como el alzhéimer, que supone una carga para el propio paciente, pero sobre todo para la estructura familiar. Pero también la ELA, la esclerosis múltiple (primera causa de discapacidad adquirida por daño cerebral en personas jóvenes) y daño cerebral secundario consecuencia de los traumatismos craneales por accidentes de tráfico”.

Más vale prevenir…

Es importante tener presente que la mayoría de estas enfermedades, sobre todo las más prevalentes, son prevenibles. El presidente de la SEN se refiere, por ejemplo, al ictus: “Se podrían evitar entre el 70 y el 80% de los casos teniendo cuidado de los factores de riesgo cardiovascular, haciendo ejercicio moderado y teniendo una dieta adecuada”.

Por otro lado, en enfermedades como el alzhéimer, afirma: “Hemos visto que en sociedades donde no se invierte en recursos socioeducacionales, tienen un riesgo tres veces mayor de padecerla que en países como el nuestro. Si en esos países, además, tenemos en cuenta a las personas que no tienen cuidado con los factores de riesgo cerebrovasculares, las posibilidades de padecer un alzhéimer se multiplican un 400%”, asevera el neurólogo.

Medidas para mejorar la situación

Porta-Etessam lo tiene claro: “Sería necesario hacer un plan de salud cerebral. ¡Es que hablamos de la mitad de la población!”. Entre las medidas contempladas por ese plan, el neurólogo apuesta por la educación de niños y adolescentes, “que son quienes van a cambiar el mundo”.

Para tratar enfermedades neurológicas sería necesario un plan integral que incluya salud mental

“Apostaríamos por una asignatura en el colegio sobre educación en salud y educación en salud cerebral, como sistema para que sepan qué significa cuidarse, lo peligrosas que son las drogas y el alcohol, lo importante que es el ejercicio físico, o que valoren la dieta mediterránea, frente a las de otros países que son mucho peores”, apunta Porta-Etessam.

Otro elemento importante a juicio del experto sería conseguir “mejoras de cercanía. Es decir, habría que invertir para que tanto mayores como jóvenes tuviéramos acceso directo a un gimnasio. Y localizar nichos de población en los que la educación no es adecuada para poder potenciarla. Otro de los aspectos es el cuidado de los factores de riesgo cardiovasculares, implicando más controles en atención primaria”.

Plan integral

El plan por el que apostaría la SEN debería ser integral, porque “es importante ver estas enfermedades de manera global”. Y añade que tendría que incluir la salud mental. “No olvidemos que estas enfermedades llevan aparejadas otras como la depresión o la ansiedad”, concluye el experto.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Respecto al tratamiento, Porta-Etessam asegura que “aunque España es uno de los países exponentes en el mundo tanto en aspectos asistenciales como en tratamientos médicos, sería esencial vertebrar los sistemas para el daño cerebral en general y el ictus en concreto, con una rehabilitación precoz, que es el elemento fundamental que hay que potenciar”, concluye.

Este dato, recientemente publicado en The Lancet, habla por sí solo: en España, más de 23 millones de personas padecen algún tipo de enfermedad neurológica. Aunque la cifra es poco alentadora, no todos los motivos de que esto sea así son del todo malos.

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