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Los rasgos faciales se ven influenciados por la dieta de la madre durante el embarazo
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Genética

Los rasgos faciales se ven influenciados por la dieta de la madre durante el embarazo

¿Tienes la nariz prominente? Quizá deberías preguntarle a tu madre si comió demasiadas proteínas durante la gestación

Foto: Estudio en 'Nature Communications'. (Pexels)
Estudio en 'Nature Communications'. (Pexels)

Un nuevo giro a la frase 'eres lo que comes'. Es posible que puedas culpar de ciertos rasgos faciales que posees a tu madre y sus extraños antojos durante el embarazo. Esta es la conclusión de una nueva investigación que arroja un poco de luz acerca de los orígenes de los rasgos faciales, sugiriendo que la dieta de una madre embarazada sí que podría influir también en ciertos rasgos faciales que comienzan en el útero.

Si bien la apariencia básica de un rostro humano está determinada por los genes de los padres, los hermanos a menudo tienen un aspecto bastante diferente, y hasta podemos decir que incluso los gemelos "idénticos" nunca son exactamente iguales.

¿Por qué motivo?

Según el estudio llevado a cabo por un equipo internacional de científicos y publicado en la revista Nature Communications, las sutiles diferencias en la apariencia de las personas, desde la forma del cráneo hasta la prominencia de la mandíbula, la forma de las mejillas o la cantidad de cartílago de la nariz que hace que tengamos una más o menos ancha o más o menos larga, se crean en el útero mediante genes desencadenados por la nutrición en estos meses de embarazo.

Foto: La pregorexia consiste en el deseo de controlar el peso durante el embarazo. (iStock)

Dieta y embarazo

"El desarrollo de estructuras esqueléticas craneofaciales es fascinantemente complejo y el esclarecimiento de los mecanismos subyacentes no solo proporcionará conocimientos científicos novedosos, sino que también ayudará a desarrollar enfoques clínicos más eficaces para el tratamiento y/o la prevención de las numerosas malformaciones craneofaciales congénitas", escribieron los investigadores.

Así, cuanta más proteína se consume durante el embarazo, más activos se vuelven estos genes, conocidos como "mTORC1", sugerían los expertos. Para ver si la vía mTORC1 realmente influía en los rasgos faciales, los científicos tomaron ratones genéticamente modificados y peces cebra, muy usados también en ciencia, donde pudieron rastrear la actividad de mTORC1 y los alimentaron con dietas variadas y descubrieron que seguir una dieta alta en proteínas influía en la actividad de mTORC1 al generar rasgos faciales más prominentes (como "Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa", que diría Francisco de Quevedo), mientras que las dietas bajas en proteínas llevaban a tener rasgos faciales más pequeños. Según los expertos, ingerir más proteínas se correlacionaba con "cambios sutiles, pero distintos, en la forma craneofacial de los embriones".

placeholder Las dietas ricas en proteínas provocan narices y mandíbulas más anchas, afirman los científicos. (Pexels)
Las dietas ricas en proteínas provocan narices y mandíbulas más anchas, afirman los científicos. (Pexels)

Un hallazgo fascinante

"Descubrimos que la modulación del nivel de proteínas en la dieta materna regula la actividad de mTORC1, lo que produce cambios sutiles, pero distintos en la forma craneofacial de los embriones", explicaron los investigadores. Y esta modulación conduce a un "espectro" de rasgos faciales, lo que indica una interacción matizada entre la dieta, la genética y el desarrollo embrionario.

De esta manera, con más proteínas, más anchos y prominentes eran los rasgos de las crías de los experimentos, y alimentar a las madres con alimentos bajos en proteínas llevó a rostros más delgados y rasgos faciales más puntiagudos.

"Alimentar a las madres con alimentos bajos en proteínas llevó a rostros más delgados y rasgos faciales más puntiagudos"

Datos valiosos

Ciertamente, es una conclusión que tiene bastante sentido que la dieta de la madre durante el embarazo desempeñe un papel importante en el aspecto del bebé. Después de todo, ya sabemos que cuando las madres beben alcohol durante el embarazo, da lugar a bebés con ciertas características que indican síndrome de alcoholismo fetal, por ejemplo.

Las implicaciones de este estudio se extienden más allá de la curiosidad científica acerca de por qué nuestra mandíbula es tan resaltada o, en general, el aspecto que tenemos, lo que sugiere que la nutrición materna puede tener efectos duraderos en la descendencia.

"Estos hallazgos proporcionan información importante sobre los mecanismos subyacentes a la conformación craneofacial y, potencialmente, también sobre la plasticidad fenotípica de este proceso y, además, ayudan a dilucidar el papel de la proteína material de la dieta durante el embarazo en este contexto", concluyen los autores.

Un nuevo giro a la frase 'eres lo que comes'. Es posible que puedas culpar de ciertos rasgos faciales que posees a tu madre y sus extraños antojos durante el embarazo. Esta es la conclusión de una nueva investigación que arroja un poco de luz acerca de los orígenes de los rasgos faciales, sugiriendo que la dieta de una madre embarazada sí que podría influir también en ciertos rasgos faciales que comienzan en el útero.

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