El libro sobre la madurez de la mujer que los hombres deberían leer (y no lo van a hacer)

Hay revulsivos en la vida que nos obligan a tomar decisiones que, de no ser por ellos, tal vez nunca llevemos a cabo. Sylvia de Béjar colgó 17 años de trabajo como periodista en La Vanguardia para dedicarse plenamente a la escritura, un terreno que ya había explorado en 1995, cuando escribió a cuatro manos, con el famoso doctor Eduard Estivill, el best seller Duérmete niño.

Hizo su entrada en el mundo literario por la puerta grande con Tu sexo es tuyo, la obra de su género más vendida en España (más de 250.000 ejemplares). El éxito no evitó que atravesara una etapa de crisis y dejó de hacer lo que más le gustaba: escribir. ¿Por qué? “Porque no me ilusionaba”, confiesa directamente. “Perdí mi norte. Tuve mi momento de ¿Quién soy? ¿Qué he hecho?” y de ahí salió la idea para su nuevo libro, Tu cambio es tuyo. Guía para disfrutar de la madurez sin rendir cuentas (Planeta), que acaba de salir a la venta.

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Han sido tres años hasta que se ha materializado esa idea, que comenzó a tomar cuerpo de una forma y a la mitad giró hacia otro lado. “Yo no sabía que era un proceso; no tenía conciencia de que era un viaje”; su propio viaje por la vida, por el paso de la barrera de los 45 años, una cifra que marca el comienzo de la edad media de la mujer y que coincide con el inicio de la menopausia. Sin embargo, “no es un libro de menopausia (verlo así nos convierte en una cosa orgánica)", es mucho más. “Es una hoja de ruta de esta etapa, la que yo hubiera querido tener y me ha funcionado”.

PREGUNTA. ¿Hacía falta este libro?

RESPUESTA. Creo que había que hacer un libro sobre la crisis de la mediana edad, que no tiene un número fijo; para unas mujeres será a los 45 años y para otras a los 55. En esta etapa, la gente suele centrarse en los aspectos físicos, pero realmente es un momento en el que se juntan muchas cosas. Te cuestionas tu vida, haces un repaso y muchas veces sales descontenta porque te das cuenta de que tú no has sido la ‘prota’ de tu vida, sino que lo ha sido el mundo que te rodea: la pareja, los hijos, los padres, el trabajo... cosas que han ido encubriendo quién eras tú, tu autenticidad. Es el momento en que te das cuenta de que algo no cuadra y te cuestionas las cosas. No tiene que ver tanto con un tema hormonal, sino con que te estás dando cuenta de tu vida.

"Hay mujeres que se reinventan, otras empiezan a pintar, a luchar por una causa o que dicen, aquí te quedas Paco, que yo me voy a vivir mi vida"

Si hacemos el trabajo de sentarnos preguntarnos a nosotras mismas, ¿qué necesito?, ¿qué me falta?, ¿qué he perdido en el camino?, ¿qué quiero? Y nos empezamos a escuchar, podemos encauzar la situación y encontrar un nuevo propósito en la vida. A partir de ahí, hay mujeres que se reinventan, otras empiezan a pintar, a luchar por una causa o que dicen “aquí te quedas Paco, que yo me voy a vivir mi vida”. Yo digo que es como inventarte tu nuevo yo, porque toda la vida no puede ser la misma.

P. Entonces, lo que plasma en el libro es lo que usted siente, es el vehículo que necesitaba para hacer su recorrido por esta etapa.

R. Exacto; es la hoja de ruta que yo hubiera querido tener. Cuando yo veo cosas, digo ‘esto es de lo que tienes que hablar. Esto es lo que te ha servido a ti’. He hecho mi trabajo, he leído decenas de libros y he hablado con decenas de psicólogos, y con otras personas, son amigos con los que he tenido una conversación constante.

Cada vez hay más estudios que te explican que vivir en el presente es lo que ayuda, no dar importancia ni vueltas a problemas que no puedes arreglar. Aprender a entender lo que están diciendo tus emociones es lo que te ayuda. La vida no va a ser perfecta, obviamente, pero que hay una forma de ir por la vida que es mejor, y es la de aceptar las cosas que no puedes cambiar, y las que puedes cambiar, buscar la forma de cambiarlas o mejorarlas o convivir con ellas.

¿Qué hago yo para cambiarlo? Hay que empezar con una misma. Si vives todo el día en piloto automático y sin pararte a pensar en ningún momento cómo estás llevando tu vida, obviamente no vas a pretender cambiar algo que no te guste.

P. ¿Y qué es lo que no le gusta de nuestros días?

R. Pues que estamos todo el día pegados al móvil, a las pantallas. Nos están diciendo que lo más importante para tener una buena vida es tener relaciones y estamos haciendo lo contrario. Nos estamos equivocando de pleno.

Las mujeres, que somos muy relacionales, hemos de tener una amiga o una red de amigas con las que mantener una conversación estupenda y después irnos contentas a nuestra casa porque hemos aprendido algo, hemos compartido algo. Esto hay que hacerlo.

La menopausia está de moda

P. Hay un boom de libros sobre menopausia. ¿Por qué nos paramos a analizar tanto sobre un proceso tan natural como este?

R. Es verdad que es un boom, y por yo tampoco he querido centrarme en ella. Las mujeres, por algún motivo, pensamos, en general, que somos incompletas o que estamos mal hechas o que nos falta algo. Es como que siempre pensamos que somos tan perfeccionistas en general que creemos que tenemos que arreglar algo de nosotras que no funciona o que nos falta aprender algo. Entonces nos esforzamos en mejorar. Y leemos este tipo de libros porque nos esforzamos en mejorar. Habrá algunos que nos funcionen y otros que no.

Este libro existe porque yo no lo he visto libros que me hablen de mi crisis, de qué está pasando en este momento de mi vida y que te haga pensar en cada cosa que nos sucede. Cuando a las mujeres nos sucede algo, buscamos formas de solventarlo. No vamos a dar patadas a una pelota y nos olvidamos hasta ver qué pasa, como hacen los hombres. Las mujeres tenemos otra forma de funcionar porque nos importan mucho los sentimientos; cuando dicen que somos intensas, yo lo considero fantástico. Soy muy intensa y soy muy feliz.

"Me encantaría escribir un libro sobre hombres. Y estoy segura de que no vendería ni un ejemplar. Lo leería una mujer para ayudar a su hombre"

P. ¿Los hombres no necesitan libros para afrontar la crisis de los 50?

R. Probablemente los necesitan también. ¿Cuál es el problema? Que no los van a leer. A mí me encantaría escribir un libro sobre hombres, sobre ti o qué te está pasando. Y estoy segura de que no vendería ni un ejemplar. Lo leería una mujer para ayudar a su hombre.

Nosotras nos esforzamos en un terreno en que, parece, que a ellos les cuesta mucho entrar. Parece que nosotras siempre estamos dando la nota y protestando. Si ellos quisieran hacer el esfuerzo, probablemente también serían mucho más felices. Pero no lo van a hacer.

Evolución de la mujer

P. ¿A quién se dirige el libro? ¿A mujeres de en torno a los 50, que ya llevan una mochila encima?

R. Creo que mucho, sí. Pero, una chica joven hoy en día, en el momento que tiene hijos, repite nuestros mismos patrones.

P. Tal vez sea porque las madres hemos sido su referente y repiten lo que han visto.

R. Puede que este libro no sea necesario dentro de unos años. Si es así, bienvenido sea. Será bueno que no sea necesario. Ahora bien, tengo mis dudas. Hay muchas cosas en las que yo pensaba que ha avanzado y veo que no. Por ejemplo, en el tema sexo; yo digo a muchas chicas: “con todo lo que os hemos enseñado, y todavía estáis en la tontería de si quiere o no estar conmigo”.

"El porno está educando una generación en la sexualidad muy poco normal, muy poco realista y bastante violenta"

El porno en los menores es terrible. Estoy viendo los traumas que genera. El porno está educando una generación en la sexualidad muy poco normal, muy poco realista y bastante violenta. Los chavales crecen con un ejemplo que les daña a ellos -les hace desgraciados porque les muestran una vida que no es real y les acompleja- y a ellas. Cada vez hay más menores en las consultas de sexología.

P. Un capítulo del libro está dirigido a los hombres.

R. Sí; el de la menopausia, para que entiendan los cambios físicos. Pero si quieren saber más, les aconsejo que lean el libro entero.

P. ¿Percibe edadismo hacia usted?

R. Eso es el problema de los demás. No lo tengas tú, y cada vez que incurres en algo así, cuestiónate por qué me estoy juzgando en función de mi edad. Porque estoy dando por sentado que por tener X años ya no puedo ser de una manera. Entiendo que hay cosas que no se corresponden con una edad más madura, pero otra cosa responde a algún tipo de inseguridad. Está muy bien estar cómoda en el año en que estás, en la edad en que estás y admitir que, haga lo que haga, no voy a ser tan ágil como era antes, aunque puedo serlo y mucho. Prefiero intentar acomodarme a lo que tengo y vivir lo mejor posible y mirarme y decir estoy de acuerdo conmigo misma. Quizás debería ser objetiva.

P. ¿Se siente mejor después de haber terminado el libro?

R. Por supuesto. Y lo que más me haría sentir bien es saber que funciona para los demás. Si alguien lo lee y hace algo de lo que le pido y le funciona, ese es el sentido de este trabajo.