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Sanidad le declara la guerra a estas ocho pseudoterapias: los nuevos informes para combatirlas
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reactivan su plan

Sanidad le declara la guerra a estas ocho pseudoterapias: los nuevos informes para combatirlas

El Gobierno presenta este jueves varios documentos que han sido realizados por la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud

Foto: El Gobierno busca acabar con las pseudoterapias. (iStock)
El Gobierno busca acabar con las pseudoterapias. (iStock)

Antes de la pandemia, el Gobierno ya le declaraba la guerra a las pseudoterapias. Los ministerios de Ciencia y Sanidad se unían en 2018, lanzando un plan contra las pseudociencias que incluía medidas para eliminar dichas prácticas y, además, combatía su publicidad engañosa.

Este jueves, los mismos departamentos han lanzado nuevos informes para acabar con las pseudoterapias. De este modo, la Administración reactiva su plan para luchar contra ellas.

Los informes han sido realizados por la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud. Esta red está formada por las agencias o unidades de evaluación de la Administración General del Estado y de las comunidades autónomas, que trabajan de manera coordinada, con una metodología común y bajo el principio del reconocimiento mutuo y la cooperación. Los documentos se podrán encontrar en la web de RedETS y en la de #CoNprueba, la marca que engloba las acciones frente a las pseudociencias y las pseudoterapias.

En concreto, se analiza la eficacia y seguridad de ocho técnicas: terapia con ventosas, taichí, luminoterapia, respiración consciente, chi-kung/qigong, zerobalancing, aromaterapia y técnicas de relajación basadas en inducción a sensaciones corporales.

Foto: La ministra de Sanidad María Luisa Carcedo y el de Ciencia, Pedro Duque, antes de la presentación del plan (Zipi / EFE)

En primer lugar, se habla de la vacuoterapia. La terapia con ventosas o cupping, que son nombres que también recibe la técnica, se utiliza para combatir la patología osteomuscular aplicando copas —habitualmente de cristal o plástico— calentadas sobre la piel, en diferentes puntos del cuerpo.

El informe arroja que la terapia con ventosas no se puede considerar segura debido a los "riesgos inherentes" de su aplicación, mayoritariamente en la vacuoterapia húmeda. Asimismo, describe que el beneficio que podrían mostrar se basa en "estudios de baja calidad que no permiten sustentar su eficacia, por lo que no estaría recomendado su uso en esta indicación".

En segunda posición, estaría el taichí. El escrito indica que, desde el punto de vista fisiológico, sería un tipo de ejercicio con el que se pueden trabajar todos los músculos del cuerpo, potenciando fuerza, flexibilidad y equilibrio, y "con menos problemas de sobrecarga muscular y riesgo de lesiones asociados a otras disciplinas deportivas".

Sanidad y Ciencia concluyen que esta actividad, como ejercicio físico realizado en diversas patologías, sobre todo las del área osteomuscular, "resulta beneficiosa respecto al bienestar percibido y a diversas funciones como la reducción del dolor." "La mejoría percibida o el efecto neutro en diversas patologías, cuando se compara con otras modalidades de ejercicio adecuado al problema tratado, sugiere que el beneficio va ligado a la realización de una actividad física en estos pacientes", confirma el documento.

No es posible extraer conclusiones definitivas sobre la eficacia y seguridad de la luminoterapia en problemas de salud mental

La luminoterapia sería la siguiente terapia del plan. Según explican, consiste en el uso de la luz con fines terapéuticos, en este caso, en problemas de salud mental. "Se aplica comúnmente con el uso de una caja de luz colocada aproximadamente a un metro de distancia a una altura dentro del campo visual; sin embargo, es posible la aplicación con una fuente de luz portátil que se pone sobre la cabeza, artefactos de iluminación montados en el techo; o terapia de luz 'naturalista', conocida como simulación amanecer-anochecer, que imita las transiciones crepusculares al aire libre. La fototerapia se puede administrar durante períodos de tiempo variables y en diferentes momentos del día. Las indicaciones clínicas analizadas están relacionadas con cualquier tipo de problema de salud mental", continúa el informe.

No obstante, se recalca que "no es posible extraer conclusiones definitivas sobre la eficacia y seguridad de la luminoterapia en problemas de salud mental. No existe evidencia suficiente que apoye el uso de la luminoterapia en el tratamiento de diferentes condiciones clínicas de salud mental".

En cuarto lugar, se nombra a la respiración consciente, que consiste en estar presente de forma plena en el momento en que se realiza la respiración y sentir los efectos de esta sobre el cuerpo. Según Sanidad, esta práctica podría aliviar la sensación de angustia o estrés a la persona que la realiza, ya que disminuye el ritmo cardiaco y frecuencia respiratoria a nivel físico. Pero el informe concluye que los estudios sobre la respiración consciente "deben ser interpretados con cautela, no teniendo garantía de que sus resultados sobre eficacia sean extrapolables a la práctica clínica".

Foto: Foto: Unsplash/@primar_harmony .

Por su parte, del chi-kung/qigong explican que es un conjunto de ejercicios de respiración y movimiento con "algún posible beneficio para la salud debido a la práctica de ejercicio físico y a la educación de la respiración". Asimismo, añaden que con él se pueden trabajar todos los músculos del cuerpo, potenciando la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio. Sin embargo, el informe concluye que el chi-kung podría tener el beneficio propio de una actividad física de bajo impacto sobre las personas con enfermedades osteomusculares y en aquellas donde pueda contribuir a disminuir los niveles de estrés y mejorar la calidad de vida con un riesgo bajo de efectos adversos. Hay que tener en cuenta que la evidencia que sustenta esta afirmación es de baja calidad.

El sexto punto del que se habla es el zerobalancing. Se define como una modalidad de trabajo corporal y mental que, según su fundador, Fritz Frederick Smith, involucra ‘energía’ y ‘estructura’, logrando un equilibrio en el individuo. Pero lo que dicen los ministerios es que no existe evidencia científica sobre la seguridad y eficacia de la técnica en ninguna condición clínica.

En el penúltimo puinto, se describe la aromaterapia, una rama de la fitoterapia que utiliza aceites esenciales (extraídos de plantas) con el objetivo de mejorar el bienestar, reducir la ansiedad, el estrés y otros síntomas clínicos tanto emocionales como físicos. La baja calidad metodológica de muchos de los estudios incluidos en las revisiones sistemáticas identificadas no permite extraer conclusiones definitivas. La aromaterapia puede ser un recurso complementario de algún valor para el tratamiento de síntomas físicos y psicológicos en enfermedades cardiovasculares y dismenorrea. Los aceites esenciales son naturales, pero no inocuos, y se han identificado una serie de eventos adversos leves asociados a su uso.

En último lugar, se encuentran las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales. Entre ellas, destaca el entrenamiento en relajación autógena, que consiste en alcanzar un estado de relajación profunda a través de representaciones mentales de sensaciones físicas (calor, frío, pesadez) en diferentes partes del cuerpo. Respecto a esta técnica, se ha llegado a la conclusión de que "podría resultar beneficiosa en la mejora de síntomas psicológicos y físicos en distintas condiciones de salud, pero las conclusiones no pueden ser definitivas debido al bajo número de estudios para cada condición de salud y su riesgo de sesgo alto o incierto".

Reclaman evidencia científica

Por su parte, la ministra de Sanidad, Mónica García, se ha pronunciado sobre este asunto. Ha asegurado que el departamento que dirige "siempre va a ir de la mano de la evidencia científica" y "va a ser un muro contra todas las pseudociencias", al tiempo que ha recomendado a la ciudadanía que "haga uso de todo el arsenal terapéutico y no se ponga cosas que no funcionan".

"Hay algunas técnicas que se venden como terapias, pero que se tienen que considerar pseudoterapias porque no están avaladas por la evidencia científica. Uno de los objetivos del documento es que la gente no se sienta engañada sobre qué es lo que está recibiendo", ha explicado García durante un encuentro sanitario.

Antes de la pandemia, el Gobierno ya le declaraba la guerra a las pseudoterapias. Los ministerios de Ciencia y Sanidad se unían en 2018, lanzando un plan contra las pseudociencias que incluía medidas para eliminar dichas prácticas y, además, combatía su publicidad engañosa.

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