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La caminata del gorila: todo lo que tienes que saber sobre el ejercicio perfecto para perder peso y evitar dolores
  1. Bienestar
Ideal para los mayores de 50

La caminata del gorila: todo lo que tienes que saber sobre el ejercicio perfecto para perder peso y evitar dolores

Añadir nuevos ejercicios al entrenamiento es la recomendación que hacen numerosos entrenadores personales para no abandonar el gimnasio

Foto: La caminata del gorila: todo lo que tienes que saber sobre el ejercicio perfecto para perder peso y evitar dolores. iStock
La caminata del gorila: todo lo que tienes que saber sobre el ejercicio perfecto para perder peso y evitar dolores. iStock

Flexiones, sentadilla, planchas, etc. Estos ejercicios clásicos seguro que alguna vez los has practicado en el gimnasio o el salón de tu casa. Y es que son la base de muchas rutinas. Sin embargo, siempre está bien incluir nuevas prácticas para que el cuerpo no se acostumbre a la misma actividad y para que nosotros mismos no acabemos hartos de lo mismo.

Añadir nuevos ejercicios al entrenamiento es la recomendación que hacen numerosos entrenadores personales. Esto también ayuda a incluir nuevos retos que nos hagan seguir logrando objetivos. La caminata del gorila, además, te resultará divertida.

Foto: El ejercicio en 30 segundos para relajar tu cuello y aliviar los dolores (stefamerpik para Freepik)

Caminar es una de las actividades físicas más antiguas y recomendadas, sobre todo a las personas mayores. Andar a diario nos aporta muchos beneficios al cuerpo y bienestar mental. Aunque el número de pasos recomendados varía para los expertos, lo que está claro es que es un ejercicio ideal para complementar con un entrenamiento de fuerza para perder peso.

En qué consiste la caminata del gorila

Ahora, la clásica caminata ha ido modificándose y perfeccionándose para proporcionar mejores resultados a la hora de adelgazar. La caminata del gorila es un ejemplo. La nueva modalidad se ha popularizado sobre todo entre los mayores de 50, ya que se puede adaptar a las condiciones físicas del individuo y es un ejercicio de bajo impacto.

El primer paso de la caminata del gorila es agacharse dejando las piernas abiertas y manteniendo apoyados los pies y las manos. Como su propio nombre indica, simula la postura de estos animales parecidos genéticamente a los humanos.

Debes asegurarte de que mantienes la espalda recta y no pierdes el equilibrio. Una vez que tengas una posición cómoda, es el momento de moverse. Puedes empezar desplazándote hacia delante y atrás o hacia los lados. Con el tiempo puedes añadir intensidad al ejercicio caminando a una mayor velocidad o colocando los puños en lugar de las manos.

Por qué es tan beneficiosa

Es un ejercicio donde se trabaja los músculos de las piernas y los brazos y se fortalece el core. Es crucial ejercitar los músculos de los abdominales, caderas, glúteos y lumbares para tener un mayor equilibrio, estabilidad y mejorar nuestra postura.

Y esto es precisamente lo que se consigue con la caminata del gorila. Se mejora el equilibrio, la coordinación, la movilidad, la estabilidad y la postura para evitar dolores de espalda y cadera. También tonifica la musculatura sin necesidad de hacer un sobreesfuerzo. Por eso, es muy aconsejable que los mayores de 50 años incorporen este ejercicio a su rutina.

Se mejora el equilibrio, la coordinación, la movilidad, la estabilidad y la postura para evitar dolores de espalda y cadera

Entrenar todas estas zonas del cuerpo a la vez te permitirán mejorar tu resistencia para otras disciplinas. Quienes busquen mejores resultados pueden añadir dificultad para fortalecer aún más los músculos.

Tu corazón también se ejercitará. Aunque la frecuencia cardiaca no superará los niveles de ejercicios más intensos como el HIIT, cualquier actividad física de intensidad moderada fortalece el músculo cardíaco. Como resultado, fluye más sangre a los músculos y los niveles de oxígeno en la sangre aumentan. Además, también te ayudará a reducir el riesgo de tener colesterol alto, obesidad, diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares.

Flexiones, sentadilla, planchas, etc. Estos ejercicios clásicos seguro que alguna vez los has practicado en el gimnasio o el salón de tu casa. Y es que son la base de muchas rutinas. Sin embargo, siempre está bien incluir nuevas prácticas para que el cuerpo no se acostumbre a la misma actividad y para que nosotros mismos no acabemos hartos de lo mismo.

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