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La ginecóloga que combate la incontinencia urinaria con la técnica 'shore up'
  1. Bienestar
ENTREVISTA A BEGOÑA PELLICER

La ginecóloga que combate la incontinencia urinaria con la técnica 'shore up'

Charlamos con esta experta sobre una dolencia que está infradiagnosticada y que autolimita de forma importante la vida

Foto: La ginecóloga Begoña Pellicer en un momento de la entrevista. (Foto Richi Granell)
La ginecóloga Begoña Pellicer en un momento de la entrevista. (Foto Richi Granell)

Se estima que una de cada tres mujeres, a partir de los 50 años, y uno de cada cuatro hombres, a partir de los 40, han experimentado pérdidas de orina. Estas cifras revelan que la incontinencia urinaria, con una prevalencia global del 15%, supera en número a afectados de otras patologías más conocidas como la diabetes, la artrosis o la osteoporosis. De hecho, en todo el mundo, 400 millones de personas sufren pérdidas de orina: 50 millones son ciudadanos europeos y casi 6,5 millones, españoles, según indica la Asociación Española de Urología (AEU).

La incontinencia urinaria puede ser de esfuerzo (IUE), aquella que se produce al reír, toser o hacer algún esfuerzo y que afecta preferentemente a las mujeres; de urgencia, cuando la persona tiene la necesidad de orinar y le cuesta aguantarse; mixta; y funcional, asociada a trastornos como el Alzhéimer o el Parkinson. Sea de uno u otro tipo, tiene un impacto negativo en la persona que la sufre afectando a su ámbito social, físico, sexual, psicológico, laboral y doméstico. Además, se trata de una afección infradiagnosticada, que autolimita de forma importante la vida de las personas que la presentan.

Para paliar los efectos que esta afección produce en la vida diaria de las mujeres que la padecen, el pasado mes de junio, la ginecóloga Begoña Pellicer Iborra (Valencia, 1968), colaboradora de la Dra. Cristina Pages García, quien ha desarrollado la técnica shore up para combatir esta dolencia, presentó los resultados del seguimiento de pacientes tratadas con ese procedimiento en el Congreso Internacional de Medicina Regenerativa y en el Internacional de Urología (IUGA) de La Haya. Los resultados son concluyentes: el total de las pacientes tratadas con esta técnica mostraban una clara mejoría a los 12 meses y en más de la mitad a los 6 meses.

Es un procedimiento que se lleva a cabo en la consulta con anestesia local, lo que permite que la paciente se incorpore rápidamente a su actividad.

PREGUNTA. ¿Cuál es la prevalencia de la incontinencia urinaria en las mujeres y en qué edades esta patología tiene mayor presencia?

RESPUESTA. Una de cada dos mujeres sufre incontinencia urinaria en su vida de una forma o de otra.

P. ¿Cuáles son los factores que favorecen que se produzca la incontinencia urinaria?

R. Existen varios factores que hacen que las mujeres sufran más este tipo de patología. Uno de ellos es el genético, que les predispone a tener una estructura con mayor o menor colágeno y hace que tengan una mayor debilidad de la estructura. También, hay un grupo de pacientes que tienen el hábito desde muy pequeñas de incorporar el mecanismo de la micción a su día a día y tienen aprendido que deben orinar un número de veces.

En otros casos, se suma el embarazo, más incluso que el parto. Además, a todos esos factores hay que añadir que con la entrada en la menopausia existe una mayor posibilidad de tener una debilidad especial en la musculatura, un hecho al que hay que sumar la falta de estrógenos. Una circunstancia que hace que las mujeres sufran en mayor medida que el hombre esta dolencia.

A todo ese conjunto de causas se unen las profesiones que realizan esfuerzos de manera continuada como, por ejemplo, quienes trabajan con personas mayores y cargan pesos. Pero, en general, no existe una causa única, depende de tus antecedentes y características físicas.

P. ¿Qué efectos adversos produce en las mujeres que sufren este tipo de enfermedad?

R. La incontinencia incomoda porque limita la actividad diaria de la persona que la padece tanto profesional como social e íntima, ya que provoca que quien sufre incontinencia urinaria esté continuamente pendiente de si su ropa interior huele. Además, este tipo de dolencia limita también la actividad sexual.

P. ¿Cómo se comportan las mujeres que llegan a tu consulta con este problema?

R. Afortunadamente, cada vez son más las mujeres que expresan lo que les sucede. Y es cierto que los ginecólogos también hemos hecho un cambio de paradigma a la hora de afrontar la incontinencia urinaria en la consulta. Pero, aún así, es sorprendente encontrarte aún cómo mujeres que, cuando le preguntas si ha cambiado algo desde su anterior revisión ginecológica, siguen considerando las pérdidas urinarias como algo “normal”.

P. ¿Qué aporta la técnica shore up en la mejora de la incontinencia urinaria de esfuerzo?

R. Se trata de una técnica que se apoya en la evidencia científica. Sobre este método y su aplicación en la mejora de la incontinencia hay muchas evidencias en nuestro país, pero siempre son personales, del mundo de la estética, y unipersonales. Nosotras buscábamos que fuera para todas las personas y repetible. Así que lo evidenciamos con la participación consentida de pacientes que se sometieron a la técnica, y vimos que prácticamente el 100% de las mujeres mejoran. Los resultados se han presentado en el XVII Congreso de la Sociedad Iberoamericana de Neurología y Uro Ginecología celebrado en noviembre del año pasado en Valencia.

P. ¿En qué consiste esta técnica que acaba con este problema en una sola tarde?

R. La técnica “shore up” o de puntales es un sencillo procedimiento legado de la práctica estética, que tiene por objeto el tratamiento de la IUE por hipermovilidad uretral de tipo leve-moderada. Se realiza de forma ambulatoria y consiste en la colocacion de hilos tensores suburetralmente con anestesia local, desarrollados por Sellaesthetic, y recubiertos de ácido hialurónico. Estas suturas se anclan radialmente en la superficie ventral de la uretra con el objetivo de aumentar su resistencia mecánica a modo de cabestrillo sin tensión. De esta manera, sustentan y apuntalan la estructura de la fascia de un lado a otro, la van integrando y generando colágeno. Posteriormente a la cirugía, pedimos a las pacientes que trabajen el suelo pélvico. Poco a poco, los hilos se van integrando y al cabo de los 18 meses la estructura ha desaparecido.

Las 24 primeras horas, tras la intervención, la paciente no debe hacer esfuerzos, coger peso o correr. A los 3 o 4 días se pueden incorporar a su rutina diaria. Las primeras relaciones sexuales deben tener lugar treinta días después de realizarse la intervención, porque a veces, algún hilo, que se asemeja a los de una red de pescar, puede entrar en la vagina y, aunque no pasa nada, sí puede producir un ligero pinchazo durante la relación. Una vez pasado este periodo de tiempo, las relaciones sexuales también les ayudan a fortalecer y recuperarse más rápidamente.

La sensación final de la mujer que es intervenida con esta técnica siente que tiene la zona más tensa porque corrige un poquito la cara anterior de la vagina y el ángulo anorrectal, que con el peso se debilita durante los embarazos.

P. ¿Cuál es el porcentaje de mujeres que normalizan su vida tras una intervención de este tipo? ¿Consiguen hacer una vida normal?

R. Shore up no es una técnica definitiva para las mujeres en el tiempo. Los resultados son buenos, pero no tienen un recorrido suficiente que les aseguren que les van a durar años. Sucede igual que con la rectificación de las arrugas de la cara, no hay nada en lo regenerativo que sea completamente definitivo. La ventaja de un regenerativo es, uno, no te produzco daño; dos, te lo puedo repetir tantas veces como sea necesario y; tres, tu calidad de vida mejora en un plazo breve.

No hablamos de la solución definitiva y única, no. Es una más. El único inconveniente que tiene la aplicación de esta técnica es que no llega a todas las mujeres por el coste que supone. Esta es nuestra pelea diaria, conseguir que llegue al mayor número de mujeres posible

P. Qué papel juega la prevención en el avance de esta enfermedad y cómo debe hacerlo la mujer para reducir el riesgo de recurrir a la cirugía para reducir su situación

R. El conocimiento del periné es fundamental, pero todavía se trata de una asignatura pendiente. Todas nuestras actividades diarias son promovidas por nuestro periné, porque es el núcleo central de las mismas. Por eso, su conocimiento debería formar parte, incluso, de las enseñanzas de los colegios. Con tanto cortafuegos al tema de la educación sexual en los colegios, se ve como un tema tabú.

Las mujeres debemos aprender a conocernos y activar el periné conscientemente desde que nos levantamos. Mi consejo es que conozcamos y nos familiaricemos con nuestro periné, sepamos cuál es su parte anterior, que es más delicada; y cuál su parte posterior, y que lo activemos.

Se estima que una de cada tres mujeres, a partir de los 50 años, y uno de cada cuatro hombres, a partir de los 40, han experimentado pérdidas de orina. Estas cifras revelan que la incontinencia urinaria, con una prevalencia global del 15%, supera en número a afectados de otras patologías más conocidas como la diabetes, la artrosis o la osteoporosis. De hecho, en todo el mundo, 400 millones de personas sufren pérdidas de orina: 50 millones son ciudadanos europeos y casi 6,5 millones, españoles, según indica la Asociación Española de Urología (AEU).

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