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En la España más necesitada de niños hay mujeres que esperan años a ser fecundadas
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"Es una lotería"

En la España más necesitada de niños hay mujeres que esperan años a ser fecundadas

Los tratamientos de reproducción asistida del sistema público se han convertido en una carrera de obstáculos llena de trabas para miles de mujeres que esperan incluso más de un año para conseguir su objetivo

Foto: Personal técnico muestra un plato de cultivo en un laboratorio de una clínica de fertilidad. (EFE/Bienvenido Velasco)
Personal técnico muestra un plato de cultivo en un laboratorio de una clínica de fertilidad. (EFE/Bienvenido Velasco)

Lidia asegura que va todos los días al hospital sin falta. "Allí ya todos me conocen y deben estar hasta el gorro de mí", comenta. Pero la que más agotada está de la situación es ella misma. Esta mujer canaria lleva cerca de un año y medio intentando iniciar un tratamiento de reproducción asistida por la sanidad pública y a día de hoy todavía no sabe cuándo le tocará el primer intento de quedarse embarazada. Además, con 39 años ya cumplidos, cada semana ve más cerca el momento en que ni siquiera le permitan realizar el proceso, y no está sola en esta situación.

En España, un país en el que no se para de hablar de los problemas de natalidad de su población, hay miles de mujeres que, como Lidia, esperan a recibir la noticia de que su embarazo está más cerca. Se sabe que son miles porque se han conocido casos de diferentes hospitales y regiones, pero ni siquiera hay una cifra aproximada de la congestión de estos procesos en la sanidad pública. En el Hospital Materno-Infantil de Málaga denuncian que la espera es de un año, también se habla de cifras similares en Navarra y en Alicante los sindicatos marcaban esperas de hasta 24 meses. Un problema generalizado que se ha mejorado en zonas como Asturias, pero que deja casos como el de Lidia al borde de la desesperación.

"Es traumático. Yo dejé hasta mi trabajo en el mundo de la hostelería para poder centrarme en esto, y así llevo más de un año. No sé qué va a pasar conmigo ni con mi futuro. Además de la ya dura decisión de querer tener un hijo, pensar en cómo será el futuro y prepararte para lo que viene, aquí tienes que estar esperando en una lista que ni siquiera tiene unos plazos concretos y, claro, no sabes si te bastará con un ciclo", comenta. "En Canarias no tenemos banco propio de esperma, por lo que hay que traerlo de la península, pero siempre me dicen que ese no es el problema. ¿Cuál es? Que las solicitudes se amontonan y no hay una lista clara", añade.

La congestión de estas listas es algo sabido, lo aprovechan incluso las propias clínicas privadas para promocionar sus servicios, pero a día de hoy no hay mucha información oficial al respecto. Una investigación del Defensor del Pueblo andaluz dio la voz de alerta en 2016 cuando descubrió que en los hospitales andaluces había una media de espera de casi 14 meses para iniciar el primer ciclo. Las demoras llegaban al año y medio en Granada y rondaban esa cifra Jaén y Sevilla. Tras publicar estas cifras pidió que se mejoraran los sistemas para evitar perder pacientes en un país cada vez más necesitado de nacimientos, pero años después pocas cosas han cambiado.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

La Fundación Civio realizó una detallada investigación sobre este problema en el sistema sanitario público en 2021. En ella se muestran situaciones similares a las que cuenta Lidia, que había comunidades que racaneaban con los intentos de embarazo, limitaban al máximo la edad de las pacientes o ponían requisitos extra incomprensibles. Hay muchísima letra pequeña y, por ejemplo, aunque la norma estatal marca el tope en in vitro en tres intentos dependiendo de en qué comunidad vivas tendrás más o menos posibilidades. En La Rioja dan cuatro, en Cataluña, que no cumple los mínimos estatales, se queda en dos salvo que la mujer sea menor de 35 años.

Ahora, comunidades como Madrid o Galicia han mejorado sus condiciones y, por ejemplo, ampliado el plazo para que mujeres de hasta 42 años en la primera y 45 en la segunda puedan acceder a estos tratamientos con la subvención pública. Pero no pasa lo mismo en zonas como Canarias. "Aquí ya te ponen problemas con 39 y te van cortando a no ser que, claro, ya llegues a esa edad estando en la lista. De lo que no te libras es de comentarios que te dicen que por qué no empezaste antes", detalla Lidia.

"En estos momentos, 1 de cada 6 parejas en edad reproductiva tiene problemas de fertilidad"

La mujer canaria no está sola en su lucha. Helena Fernández, presidenta de la asociación Red Nacional de Infértiles, explica que las quejas por estas listas son comunes en todo el país y que ellos las reciben casi a diario. "Por supuesto que llegan quejas por las listas de espera que tenemos en nuestro sistema de salud público a la hora de someternos a tratamientos de reproducción asistida", cuenta. "Cada comunidad autónoma tiene sus propios protocolos y criterios y sus listas de espera son diferentes a las del resto, pero sí, es una queja bastante generalizada en toda España".

Tampoco tiene muchas dudas con la explicación a este problema. "No se destinan los recursos ni económicos ni personales necesarios para cubrir la alta incidencia de infertilidad en nuestro país. En estos momentos, 1 de cada 6 parejas en edad reproductiva tiene problemas de fertilidad, estamos hablando de alrededor de un millón de parejas en nuestro país", detalla.

Ellos, desde su asociación, han presentado incluso un decálogo en el Congreso de los Diputados con diferentes medidas urgentes para mejorar el sistema, pero a día de hoy solo se están consiguiendo pequeños avances. Ven el retraso de la edad límite como una mejora, pero sus propuestas van mucho más allá. "Nuestro sistema público de salud solo cubre el 30% de los tratamientos y asumiendo grandes listas de espera en muchas comunidades", añade.

El gran negocio de la fecundación

Para los expertos todo lo que cuenta gente como Lidia es más que común y también señalan al gran ganador aquí: las clínicas privadas. Aseguran que la demanda por este tipo de tratamientos no ha parado de aumentar con los años y que gracias en parte a las listas de esperas, se ha convertido en un gran negocio para las clínicas que reciben a todas las mujeres que no tienen tanto tiempo para aguantar sus deseos de ser madres.

Pero también avisan del peligro de ceder todo el peso en los actores privados. "Falta regulación y atención, por lo que hay mucha desinformación y publicidad engañosa", comenta Marta Albert, directora de la Clínica jurídica, y que participa en una investigación a nivel europeo de la situación de estos tratamientos en todo tipo de clínicas. "Pero hay tanta demanda que la gente prueba sin mirar mucho más y de momento los poderes públicos no hacen mucho por mejorar la situación".

Las listas de espera incluso se han convertido en un reclamo para las clínicas. IVI, uno de los gigantes del sector en nuestro país, tiene un post titulado IVI te ayuda a ser madre sin listas de espera en el que alardea de que sus clínicas no tienen esas barreras. "Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la Sanidad en estos momentos son las listas de espera en los procesos de reproducción asistida, generadas debido a que los recursos están centrados en casos considerados prioritarios. Cuando hablamos de un tratamiento de fertilidad, precisamente el factor tiempo puede modificar la hoja de ruta prevista hasta el punto de truncar el sueño de muchas mujeres", detalla.

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Foto: Reuters.

No es la única. Otros centros como Clínica Mencía señalan directamente a la Sanidad pública y te recomiendan que acudas a ellos para esquivar los problemas del sistema general. "Dado que en la Sanidad Pública no se admiten pacientes de más de 40 años, que mayoritariamente es la edad en la que alguien se plantea en los tiempos actuales tener un hijo, la opción con que cuentan los pacientes es acudir a las clínicas privadas donde se admiten a las pacientes por acuerdo común entre todas, hasta los 50 años, individualizando el trato con servicio inmediato".

El negocio por el que pelean es jugoso. Según las estimaciones de The Business Research Company, en 2023 el mercado de servicios de fertilidad a nivel mundial se valoraba en unos 54.000 millones de dólares, pero esperan que siga creciendo hasta los 90 para 2027. Unas cifras que se apoyan en lo bien que les va a las compañías que apuestan por este mercado. Nuevas empresas que han visto como el sector de la salud corrige tras la pandemia, mientras sus números no han parado de crecer.

Startups como Kindbody han cerrado rondas de inversión de decenas de millones en los últimos tiempos y otras como Progyny han visto cómo sus acciones se revalorizaban más que la media. Uno de sus grandes fuertes es que en la mayoría de países los tratamientos que ofrecen aún no están contemplados en seguros o similares, por lo que el dinero que llega a estas clínicas es directo por parte de los clientes. Situaciones como las de España en las que aunque muchos tratamientos están cubiertos no consiguen absorber la demanda, terminan de disparar sus cifras.

Lidia, por ahora, dice estar esperanzada ante las últimas noticias, pero nadie le quita el trauma. "Lo último que he conseguido es que tengan en cuenta mi edad y que me vayan diciendo cómo avanza la lista, pero no sé si todo esto servirá porque ya llevo demasiado tiempo con desengaños", termina.

Lidia asegura que va todos los días al hospital sin falta. "Allí ya todos me conocen y deben estar hasta el gorro de mí", comenta. Pero la que más agotada está de la situación es ella misma. Esta mujer canaria lleva cerca de un año y medio intentando iniciar un tratamiento de reproducción asistida por la sanidad pública y a día de hoy todavía no sabe cuándo le tocará el primer intento de quedarse embarazada. Además, con 39 años ya cumplidos, cada semana ve más cerca el momento en que ni siquiera le permitan realizar el proceso, y no está sola en esta situación.

Ministerio de Sanidad
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