Ni el café ni el té: el hábito que hace que no puedas descansar bien según la ciencia

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Dormir bien es crucial para el bienestar físico y mental. Mientras dormimos, nuestro cuerpo realiza tareas vitales como la reparación de células y la regulación de hormonas. La falta de un sueño adecuado puede llevar a problemas serios de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares, obesidad, y trastornos del estado de ánimo como la depresión.

Nuestro rendimiento académico y laboral se ve afectado cuando no logramos un sueño reparador. Está claramente demostrado que el descanso nos proporciona mejores resultados en nuestras funciones intelectuales. La memoria, atención y concentración se ven reducidos cuando no hemos conseguido conciliar el sueño durante la noche anterior.

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Nuestras relaciones personales también pueden verse perjudicadas, ya que nuestro humor no es el mismo cuando nos levantamos descansados. Muchos recurren al café para despertarse y funcionar mejor. Aunque este estimulante logrará activarnos, un consumo excesivo y prolongado altera las horas de sueño.

Lo que no debemos hacer antes de dormir

Pero este no es el único hábito que incide sobre cuánto y cómo dormimos. Los dispositivos móviles no están ayudando nada en nuestro sueño. La rutina diaria de muchas personas incluye revisar el móvil antes de dormir, pero esta práctica aparentemente inofensiva podría estar saboteando tu descanso nocturno.

Un grupo de investigadores recopilaron más de 20 estudios que señalan a las pantallas como uno de los grandes obstáculos del siglo XXI para dormir. La revisión sugiere que el uso de dispositivos electrónicos en la cama puede ser uno de los mayores enemigos de una buena noche de sueño.

No es solo el contenido estimulante lo que mantiene la mente alerta, sino también la luz azul emitida por las pantallas

Los expertos del Instituto Nacional de Salud (NIH) y varias universidades del Reino Unido coinciden: la presencia de smartphones en el dormitorio afecta negativamente tanto la cantidad como la calidad del sueño. No es solo el contenido estimulante lo que mantiene la mente alerta, sino también la luz azul emitida por las pantallas, que interfiere con la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el ciclo de sueño-vigilia.

Estudios recientes han demostrado que quienes duermen con el móvil cerca o lo usan justo antes de dormir, tienden a tener más dificultades para conciliar el sueño y disfrutar de un descanso profundo. La interrupción de los ciclos de sueño puede reducir el rendimiento cognitivo y físico durante el día, aumentando la probabilidad de accidentes y disminuyendo la productividad.

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Especialmente preocupante es el impacto en niños y adolescentes, quienes a menudo llevan sus dispositivos a la cama para revisar redes sociales o ver vídeos. La presión por mantenerse conectados y actualizados con sus amigos en plataformas como TikTok e Instagram puede reducir significativamente sus horas de sueño, afectando su desarrollo y salud mental. Los jóvenes que usan sus teléfonos antes de dormir no solo duermen menos, sino que también muestran más síntomas depresivos y ansiedad.

Para mejorar la calidad del sueño, los especialistas recomiendan crear un ambiente libre de dispositivos electrónicos en el dormitorio. Establecer una rutina de relajación antes de acostarse, como leer un libro o practicar la meditación, puede ayudar a preparar el cuerpo y la mente para un descanso reparador. Además, es útil mantener una hora fija para ir a la cama y despertarse, incluso los fines de semana.