Esta doctora te explica por qué no tienes SIBO: no te dejes llevar por las redes sociales
Los médicos expertos en patología digestiva avisan de un sobrediagnóstico de la enfermedad y los peligros que eso conlleva
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Vivimos en la era del sobrecrecimiento bacteriano intestinal, más conocido como SIBO. Tanto es así, que los médicos ya empiezan a hablar de un problema: se diagnostica más de lo debido.
Esto se debe a tres razones. "La primera es que cuanto más realizas una prueba, más positivos tendrás. Hace 10 años no se diagnosticaba, pero porque no se hacían pruebas. La segunda se debe a que los criterios que se usaban anteriormente a través de los test de aliento, eran muy exigentes y ahora son mucho más laxos. De hecho, consideramos que son demasiado flexibles y que hay más positivos de los reales. Por último, los test de aire espirado son una prueba indirecta", así lo cuenta Verónica Martín, experta de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y médico especialista en la materia en el Hospital Universitario de La Princesa de Madrid
Respecto a los test de aliento, la doctora insiste en que no son la mejor prueba: "No son infalibles porque no estamos midiendo las bacterias del intestino. Contabilizamos gases que, suponemos, que los producen esas bacterias de manera indirecta. No es tan preciso y tiene sus limitaciones. Tienen un porcentaje que no es despreciable de falsos positivos".
Además, Martín cuenta cómo influyen las redes sociales en el diagnóstico del SIBO: "El auge que ha tenido es, en gran medida, gracias a la difusión en estas plataformas. Existe una moda a nivel social alrededor del sobrecrecimiento".
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En cuanto a los síntomas, asegura que son inespecíficos y, muchas veces, parecidos a los de otras patologías digestivas, como, por ejemplo, distensión abdominal, dolor, diarrea o estreñimiento: "Mucha gente que tiene esta sintomatología busca la manera de hacerse las pruebas de SIBO, ya sea de forma privada o por la seguridad social".
Patrón de oro
Los especialistas tienen un gold standard, en castellano patrón de oro, para diagnosticar la enfermedad. "Si es una enfermedad en la que hay más bacterias de las que debería en el intestino delgado, deberíamos cuantificarlas. La prueba para un diagnóstico preciso es un cultivo del aspirado duodenal y se necesita hacer una endoscopia, con todos los riesgos que esto conlleva. Es una prueba más costosa y complicada de hacer, por eso como alternativa se usan los test de aspirado", afirma Martín.
Respecto a "parar" este sobrediagnóstico, la experta tiene claro que la clave está en concienciar a la población: "No todos los síntomas son SIBO. No hay que dejarse llevar por las redes sociales. También es importante difundir información científica, médica y veraz y desmentir la que induce a los pacientes a que se diagnostiquen en sus casas".
Refiriéndose a la sociedad médica, piensa que también hay que instruirlos: "Tienen que saber que los test no son infalibles y que lo importante no es saber interpretar el resultado. Puede ser positivo, pero tiene que estar asociado a que esté la prueba bien indicada, el paciente tenga síntomas o que tenga factores de riesgo".
¿Cuándo acudir al médico?
Igualmente, Martín aclara cuándo se debe acudir al profesional: "Siempre hay que acudir al médico si hay síntomas de alarma: si ves sangre en las deposiciones, pierdes peso o vomitas todo lo que comes. Ahora bien, si hay síntomas más leves como un cambio del ritmo intestinal o, incluso, hinchazón, lo primero que aconsejo es que vean muy bien lo que están comiendo. La principal causa de producción de gases es que le damos a las bacterias alimento para que fermenten. Si es una dieta poco sana, comemos a deshoras o somos sedentarios, igual es ahí donde hay que poner el foco".
Por ese motivo, lo primero que le recomienda a los pacientes, antes de pedir alguna prueba y tras descartar una señal alarmante, es que revisen sus comidas: "Se les puede decir que hagan un diario de los alimentos, porque a veces no se dan cuenta de que sus hábitos son poco saludables".
En cambio, si el paciente tiene factores de riesgo, sí hay que pedir la prueba: "Si tienen diabetes o Crohn, tendrán más papeletas de tener un SIBO".
Vivimos en la era del sobrecrecimiento bacteriano intestinal, más conocido como SIBO. Tanto es así, que los médicos ya empiezan a hablar de un problema: se diagnostica más de lo debido.