Descubren un análisis de sangre que puede predecir el párkinson siete años antes de que aparezcan los síntomas
Un nuevo estudio, publicado en la revista 'Nature Communications', arroja esperanza para los enfermos de párkinson que conviven cada día con temblores, desequilibrio o rigidez muscular
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Temblores en las extremidades, rigidez muscular, lentitud de movimiento, deterioro de equilibrio o falta de coordinación. Estos son solo algunos de los síntomas que presentan las personas que conviven con el párkinson, un trastorno neurodegenerativo afecta a casi 10 millones de personas en el mundo.
La buena noticia es que hay una nueva esperanza para estos enfermos. Un equipo de investigadores, del University College of London, ha desarrollado un análisis de sangre mediante Inteligencia Artificial (IA) para predecir la enfermedad hasta siete años antes de la aparición de los síntomas. El documento que explica la técnica se ha publicado este martes en la revista Nature Communications.
Actualmente, las personas que padecen la enfermedad de Parkinson y, por tanto, ya presentan síntomas, reciben tratamiento a base de dopamina. Esto se debe a que las neuronas que producen esa sustancia son las que mueren lentamente a causa de la enfermedad. Sin suficiente dopamina, las células que controlan el movimiento no pueden enviar mensajes apropiados a los músculos.
Por ese motivo, los expertos aseguran que un diagnóstico temprano sería importante para encontrar otros tratamientos que pudieran retardar o detener la patología. Por este motivo, el hallazgo de este análisis de sangre es un avance. "Desde que comenzamos la investigación han pasado 8 años", confiesa Kevin Mills, autor principal del estudio y profesor del Instituto de Salud Infantil Great Ormond Street, a este periódico.
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De hecho, la primera vez que diseñaron la prueba fue con el único objetivo de obtener un diagnóstico: "Lo hicimos con un 100% de precisión en las muestras analizadas. Después, estudiamos si los biomarcadores del análisis podían predecir el párkinson. Para ello, analizamos muestras seriadas de 72 pacientes con riesgo de desarrollar la patología".
También comenta que algunas de estas personas, ya padecían trastorno de movimientos oculares rápidos (iRBD, por sus siglas en inglés), una condición muy relacionada con la enfermedad: "Aumenta el riesgo hasta un 75-80%, por eso analizamos la sangre de estos pacientes durante 10 años".
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Lo hicieron con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial (IA), que identificó que el 79% de los que sufrían iRBD compartían el mismo perfil que alguien con párkinson. De hecho, las predicciones de la IA hasta ahora han coincidido con la tasa de conversión clínica y el equipo predijo correctamente que 16 pacientes desarrollarían la enfermedad de Parkinson y fue capaz de hacerlo hasta siete años antes de la aparición de cualquier síntoma.
Por su parte, el coprimer autor, el doctor Michael Bartl que realizó la investigación desde el punto de vista clínico, celebra el hallazgo y afirma que a partir de ahora las terapias farmacológicas podrían administrarse en etapas iniciales: "Esto puede ralentizar la progresión de la enfermedad, incluso, prevenir su aparición". "No solo hemos desarrollado una prueba, sino que podemos diagnosticar la enfermedad basándonos en marcadores que están directamente relacionados con procesos como la inflamación y la degradación de proteínas no funcionales. Por tanto, estos marcadores representan posibles objetivos para nuevos tratamientos farmacológicos", detalla el doctor Bartl.
El foco en tratamientos experimentales
En consecuencia, Mills, realza la importancia de un diagnóstico antes del desarrollo, para así proteger las células cerebrales productoras de dopamina: "No podemos regenerar nuestras células cerebrales, debemos proteger las que tenemos". Lo compara con cerrar la puerta de un establo después de que el caballo ya se haya escapado: "Necesitamos tratamientos experimentales que se puedan aplicar antes de que los pacientes desarrollen síntomas. Nos propusimos utilizar la tecnología para encontrar nuevos y mejores biomarcadores para la enfermedad de Parkinson y desarrollarlos en una prueba que podamos implementar en cualquier laboratorio del servicio de salud".
Además, otro equipo de trabajo está examinando actualmente la precisión de la prueba. Para ello, analizan muestras de aquellos miembros de la población que tienen un alto riesgo de desarrollar la enfermedad, por ejemplo, aquellos con mutaciones en genes particulares como LRRK2 o GBA causantes de la enfermedad de Gaucher (conocida por acumular grasa en algunos órganos, como bazo o hígado).
Mejor que la punción lumbar
Igualmente, el profesor David Dexter, director de investigación de Parkinson's UK, entidad que ha financiado parte del estudio, aclara que este análisis facilita la vida de los pacientes: "Encontrar marcadores biológicos que puedan identificarse y medirse en la sangre es mucho menos invasivo que una punción lumbar, que se utiliza cada vez más en la investigación clínica. Con más trabajo, es posible que esta prueba de sangre pueda distinguir entre el párkinson y otras afecciones que tienen algunas similitudes tempranas, como la atrofia sistémica múltiple o la demencia con cuerpos de Lewy".
La investigación, que también ha financiado, entre otros, una subvención de la UE Horizonte 2020, pretende seguir avanzando para crear una prueba aún más sencilla. "Esperamos que con solo una gota de sangre el laboratorio pueda predecir antes de los siete años de que aparezca la sintomatología si la persona tendrá párkinson", reseña el estudio. Por último, el doctor Mills estima que este análisis podrá llegar a las consultas hospitalarias en unos 3-5 años: "Dependerá de la financiación".
Temblores en las extremidades, rigidez muscular, lentitud de movimiento, deterioro de equilibrio o falta de coordinación. Estos son solo algunos de los síntomas que presentan las personas que conviven con el párkinson, un trastorno neurodegenerativo afecta a casi 10 millones de personas en el mundo.