Llega a España un nuevo tratamiento contra la alopecia: una pastilla cada día
El nuevo fármaco es el primer y único tratamiento indicado para la areata grave en adultos y adolescentes a partir de 12 años
En España, más de 8.000 personas conviven a diario con la alopecia areata, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca por error los folículos pilosos de la raíz del pelo, provocando su caída. Además de la caída en sí, esta enfermedad supone una enorme carga psicológica para los pacientes que la padecen.
A pesar de ser el segundo tipo de alopecia más frecuente, después de la alopecia androgénica (la calvicie común), es desconocida para el 70% de los españoles, como indica la encuesta Alopecia areata en España: conocimiento y percepción de la enfermedad, y aún más desinformación hay en el caso de los pacientes menores de edad. Este estudio sociológico muestra que 9 de cada 10 encuestados al ver a un niño o adolescente sin pelo confunde la patología que sufre, pues un 65% afirmaría que está bajo tratamiento oncológico.
Para dar una opción terapéutica a estos jóvenes, Pfizer acaba de anunciar la llegada a España de Litfulo (ritlecitinib), el primer y único tratamiento indicado para la alopecia areata grave en adultos y adolescentes desde los 12 años, atendiendo así a una necesidad hasta ahora no cubierta para estos pacientes menores de edad. Este nuevo tratamiento presenta un mecanismo de acción único que disminuye la actividad de las partes del sistema inmunitario implicadas en la respuesta inflamatoria que conduce a la alopecia areata. La disponibilidad de este medicamento, de administración oral y diaria, se ha basado en la eficacia demostrada en el ensayo clínico ALLEGRO fase 2b/3, en los que han participado 6 hospitales españoles.
Este tipo de alopecia aparece en el 80% de los casos antes de los 40 años y en el 20% antes de los 18. Un debut temprano de la enfermedad que marca el devenir del paciente, pues cuanto antes aparece, peor es el pronóstico.
"La alopecia areata es una enfermedad visible que marca física y emocionalmente a sus pacientes. En el caso de los niños y adolescentes, estos tienen que hacer frente a la aparición de la enfermedad cuando todavía no han llegado a la edad adulta. Todo ello hace que convivan con la pérdida del pelo en una etapa marcada por los constantes cambios. Por eso, la disponibilidad de este nuevo tratamiento es tan importante para los pacientes menores de edad, ya que podrán recuperar el pelo perdido, mejorando su autoestima y calidad de vida”, comenta el Dr. Raúl de Lucas, jefe de sección del servicio de Dermatología pediátrica en el Hospital Universitario La Paz (Madrid).
Según los datos de la encuesta, solo un 2,83% de los españoles cree que esta enfermedad puede afectar a adolescentes de entre 12 y 18 años, lo que demuestra la confusión que existe en la sociedad acerca de la alopecia areata en niños y adolescentes.
“Estas cifras evidencian que aún queda mucho por hacer para visibilizar la realidad de una enfermedad que, según un reciente estudio, cuenta con 4.810 casos prevalentes y 3.803 casos incidentes. Este tipo de alopecia afecta tanto a hombres como mujeres, y puede manifestarse a cualquier edad. Sus consecuencias tan visibles provocan un detrimento de la calidad de vida de los pacientes, por eso, los avances clínicos en este campo son tan importantes pues sirven para brindar opciones que permiten mejorar el abordaje de la patología”, explica el Dr. Sergio Vañó, dermatólogo y director de la Unidad de Alopecia del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid).
Su huella psicológica
Concepción Botillo, paciente y presidenta de la Asociación Alopecia Madrid, cuenta que “la alopecia areata representa un desafío emocional significativo para quienes la padecen, especialmente para los pacientes más jóvenes. Para estos, el diagnóstico llega en un momento de cambio, donde la imagen y la autoestima se ven afectadas. Esta combinación puede tener un impacto en la autoimagen y la confianza, algo a lo que se suma la incomprensión y el desconocimiento social que, a día de hoy, todavía existe. Por esto, creo que es vital comprender que detrás de cada mechón de cabello perdido, hay un torrente de emociones que merecen ser reconocidas y apoyadas”.
Esta patología puede producir la pérdida del pelo en el cuero cabello, en la zona de la cara (cejas, pestañas, vello de la nariz y barba) y en otras partes del cuerpo. Además, los pacientes pueden presentar otros síntomas que afectan a su día a día como son la secreción nasal y los estornudos frecuentes, la irritación en los ojos, la sensibilidad a los cambios de temperatura y a las quemaduras solares o la fragilidad en las uñas.
A todos estos síntomas físicos se unen todos aquellos emocionales que tienen un alto impacto en la calidad de vida de los pacientes. Diferentes estudios destacan que las personas con alopecia areata tienen entre un 30-38% más de posibilidades de sufrir depresión o ansiedad y, en el caso de los adolescentes, el 48% se avergüenza de su caída de pelo, el 59% afirma que ha sentido que han hablado de él o de ella y el 52% ha reconocido que esta condición le ha obligado a limitar sus actividades.
En España, más de 8.000 personas conviven a diario con la alopecia areata, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca por error los folículos pilosos de la raíz del pelo, provocando su caída. Además de la caída en sí, esta enfermedad supone una enorme carga psicológica para los pacientes que la padecen.