Villanueva: “Nos hemos digitalizado para afrontar el auge de asegurados en la sanidad privada”
El número de asegurados a la sanidad privada sigue aumentando, como también lo hacen las listas de espera de la sanidad pública. Para afrontar esta situación, el sector privado ha tenido que reinventarse
Los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad son demoledores: cerca de 850.000 ciudadanos se encuentran en lista de espera para ser operados en la sanidad pública, el peor dato desde que hay registros. El tiempo de media de espera por su parte, también ha crecido, situándose en 128 días. En el lado opuesto, sin embargo, la sanidad privada está repuntando. En apenas un lustro, el número de asegurados se ha incrementado en cerca de dos millones de personas.
Para analizar este controvertido momento, así como los retos a medio y largo plazo a los que se enfrentan tanto la sanidad pública como la privada, hablamos con Marta Villanueva, Directora General de la Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad) desde 2019, para quien la solución pasa por un buen entendimiento entre ambos sectores.
PREGUNTA. La sanidad privada está viviendo un momento excepcionalmente dulce en España. ¿Es esto una buena noticia para nuestro país?
RESPUESTA. El envejecimiento de la población, la cronicidad de las patologías y los efectos poscovid están transformando completamente el sistema sanitario. Esto tiene como consecuencia que la sanidad pública no esté dando respuesta de accesibilidad a la población y esto nos esté llevando a que en los dos últimos años se hayan incrementado en hasta casi dos millones el número de asegurados. Para afrontarlo sin dejar de dar el servicio adecuado, el sector privado ha tenido que reinventarse, lo que, de paso, le ha servido como una inyección de renovación e innovación. En este momento hay 12,4 millones de asegurados en la privada, si contamos con los mutualistas, lo que representa que un 26 % de la población española ha decidido que quiere que el sector privado le dé la cobertura que el sector público no le está ofreciendo.
P. ¿Es el momento histórico con más asegurados en la sanidad privada?
R. En efecto. Los incrementos se han ido produciendo anualmente, con una clara tendencia de crecimiento hasta el punto de que, en la actualidad, los seguros de salud están adquiriendo una importancia similar a los seguros de auto, al punto de convertirse en una necesidad poblacional.
P. ¿Qué tipo de cambios ha tenido que afrontar la sanidad privada?
R. Principalmente ha tenido que incorporar fórmulas de digitalización para poder ofrecer sus servicios con la calidad asistencial de siempre. Y hacerlo a gran velocidad debido al incremento de asegurados y al aumento de la frecuentación. Y creo que lo hemos hecho bien porque, según nuestro Informe de Resultados Sanitarios de 2023, los tiempos de espera medios no han empeorado. Es decir, la sanidad privada sigue siendo accesible y sigue teniendo datos de tiempo de espera extraordinariamente buenos, tanto en pruebas como en primeras consultas de especialistas y esperas quirúrgicas, que están ahora mismo en 27 días.
"A ciertos especialistas con nombres y apellidos o ciertas especialidades sí es más difícil acceder"
P. Pero esa avalancha de nuevos pacientes sí ha redundado en un incremento en algunas listas de espera y en sus respectivos tiempos de la sanidad privada.
R. Las listas de espera tienen que ver con la dificultad a la accesibilidad de los especialistas, y yo no creo que esto esté pasando en la sanidad privada. Lo que sí está ocurriendo es que para ciertos especialistas o ciertas especialidades sí es más difícil llegar a determinados especialistas, con nombres y apellidos. Pero eso no quiere decir que no se pueda acceder a otro médico de esa misma especialidad. Por tanto, podemos decir que en situación de pruebas complementarias, pruebas de laboratorio, en el resto de especialidades o en la esfera quirúrgica, los tiempos de espera con ratios y objetivos reales, no han empeorado.
P. Una de las máximas de la Fundación, y suya en particular, es la relación imprescindible entre sanidad pública y privada. ¿Cómo debe ser esa relación?
R. En Fundación IDIS entendemos que el sistema sanitario en España es único. Y que el sector privado debe ser socio estratégico vital para el público, para su correcta sostenibilidad y funcionamiento. En ese sentido, lo que queremos es buscar fórmulas reguladas y transparentes de colaboración que permitan que el Sistema Nacional de Salud dé respuestas a la ciudadanía apoyándose en la sanidad privada, que realmente no puede llegar a todo. Sabemos y apoyamos que esas fórmulas tengan el máximo control por parte de la Administración y que permitan la mejor accesibilidad a los servicios. Hay que dejar claro que el sistema sanitario privado no es un obstáculo para la prestación de los servicios sanitarios públicos, sino al contrario: es un socio estratégico de las administraciones sanitarias públicas. Por eso es importante que se normalice su existencia para defender un sistema sanitario de cobertura universal con financiación pública.
P. ¿Es ya, en la actualidad, la relación deseada o hay que trabajar más en esa dirección? ¿La próxima Ley de Gestión Pública e Integridad del Sistema Nacional de Salud, resolverá las dudas al respecto?
R. Bueno, creo que la colaboración público privada en este momento se está cuestionando en algunos casos, sobre todo porque lo estamos viendo en respuesta al Proyecto de Ley de Gestión Pública e Integridad del SNS. Y se están cuestionando ciertas fórmulas de colaboración o de concesiones en pro de una gestión pública y directa. Creo que hay que atender como hemos hecho desde la Fundación IDIS, respondiendo a la consulta pública de este proyecto de ley y dando nuestra opinión. Tenemos la confianza de que todo esto nos dirija a lo que queremos, que es un gran pacto de Estado, en el que primen las prioridades públicas que reconozca al sector privado como un agente imprescindible, como un activo vital y como un socio estratégico.
"Cerca del 80 % de los funcionarios eligen de manera libre la sanidad privada"
P. Ahora mismo, la desaparición de Muface está encima de la mesa. ¿Cuál es la posición de IDIS en este sentido?
R. Los datos hablan por sí mismos: cerca del 80 % de los funcionarios eligen de manera libre la sanidad privada. Hablamos de alrededor de 1.700.000 personas. Estos números obvian que es necesario que haya una negociación para encontrar fórmulas que hagan sostenible estos acuerdos de colaboración. Hay que tener en cuenta que los acuerdos del mutualismo, concretamente de Muface, están muy por debajo del coste per cápita del SNS. Esto hace insostenible el funcionamiento del mutualismo. Le doy datos muy concretos: el gasto público per cápita por persona es de 1.736 € y la prima per cápita de Muface es de 1.030. Es decir, hay 700 € de diferencia. De estos números se deduce que es imprescindible encontrar fórmulas que hagan posible la sostenibilidad de este proyecto para las aseguradoras. Por otro lado, es imprescindible pensar que, si no se llegan a estos acuerdos, esos 1.700.000 funcionarios tendrán que ir a la Sanidad Pública, con el impacto asistencial que podría suponer.
P. Acaban de publicar un Estudio de Percepción de la Seguridad Privada. ¿Qué conclusiones saca?
R. En los datos del Estudio de Percepción de la Seguridad Privada, que acabamos de hacer público, las valoraciones para cualquier tipo de ítem están por encima del notable alto. Y el índice de recomendación roza la excelencia. Estos datos evidencian que los asegurados valoran tanto la calidad de los servicios como el rápido acceso a cualquier servicio médico. Al mismo tiempo, se convierte en una alternativa para complementar la cobertura pública.
P. ¿Cuáles son los retos a medio plazo de la sanidad privada?
R. Entre sus retos más destacables está adecuar sus instalaciones a la gran demanda actual. Y, de hecho, se están construyendo multitud de hospitales para dar cobertura a la asistencia. También se está adaptando, como decía antes, en lo relativo a la digitalización, la telemedicina, la asistencia digital o el seguimiento de una determinada patología sin necesidad de acudir a un centro. Es una estrategia en la que se están implicando todos los grupos profesionales.
Los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad son demoledores: cerca de 850.000 ciudadanos se encuentran en lista de espera para ser operados en la sanidad pública, el peor dato desde que hay registros. El tiempo de media de espera por su parte, también ha crecido, situándose en 128 días. En el lado opuesto, sin embargo, la sanidad privada está repuntando. En apenas un lustro, el número de asegurados se ha incrementado en cerca de dos millones de personas.