Estas son las fases, tipos y los síntomas del trastorno bipolar (aprende a reconocerlos)
Es un problema psiquiátrico frecuente y crónico del que existen diferentes formas y grados, cada uno con unos síntomas característicos. Para minimizar el impacto del trastorno, cumplir escrupulosamente el tratamiento es decisivo
El trastorno bipolar es una enfermedad mental crónica que, a menudo, tendemos a banalizar al atribuir la condición de bipolar a personas con un estado de ánimo cambiante, que pasan de la tristeza a la euforia. La realidad es mucho más cruel, por el impacto (negativo) que tiene en los que lo padecen (pacientes y familias).
Se estima que el 2% de la población sufre trastorno bipolar. En España, hay un millón de enfermos, pero, dicen los psiquiatras, solo un tercio está correctamente diagnosticado. Se desconoce con exactitud qué lo provoca, pero se sabe que existe un componente genético, y aunque tener antecedentes familiares de la enfermedad aumenta el riesgo de desarrollarla, lo cierto es que en menos del 80% de los pacientes se puede atribuir esa causa.
Comienza a manifestarse en la juventud, con un pico de incidencia entre los 20 y 30 años, y que puedan llevar una vida más o menos normal depende de un buen diagnóstico y de que cumplan el tratamiento escrupulosamente, como ocurre en cualquier otra enfermedad crónica.
Aunque cada afectado tiene sus propias características, todos comparten unas etapas comunes:
- Temprana: antes del inicio de un episodio maniaco o depresivo, se pueden apreciar cambios en el estado de ánimo y en comportamiento. Los síntomas incluyen ansiedad, depresión y dificultad para dormir.
- Aguda: hay un episodio completo de manía, depresión o ambas.
- Mantenimiento: el objetivo es controlar el trastorno y mantener la estabilidad con el tratamiento.
Tipos de trastorno
Como sucede con muchas enfermedades, tienen un nombre común, pero apellidos diferentes, que son los que conceden la verdadera identidad al trastorno. Así, los tipos que hay son:
Bipolar I: se diagnostica cuando una persona tiene uno o más episodios depresivos y uno o más episodios maniacos (un exceso de energía física y mental que puede requerir ingreso médico), a veces con características psicóticas como alucinaciones o delirios.
Bipolar II: tiene episodios depresivos y al menos un episodio hipomaniaco (la hipomanía es un tipo de manía menos grave).
Trastorno ciclotímico (ciclotimia): se define por numerosos periodos de síntomas hipomaniacos y numerosos periodos de síntomas depresivos que duran al menos dos años (1 año en niños y adolescentes), pero no cumplen los requisitos de gravedad para un episodio hipomaniaco y un episodio depresivo.
Trastorno bipolar no especificado: no sigue un patrón particular y se define por síntomas del trastorno bipolar que no coinciden con ninguna de las tres categorías anteriores.
Estados de ánimo oscilantes
A lo largo de la enfermedad, el ánimo del paciente oscila de un estado a otro:
Manía: se caracteriza por exaltación y un comportamiento intenso, diferente a su estado normal y que perciben quienes conocen al paciente. Un episodio maniaco en una persona bipolar dura, al menos, una semana y todos los días. Los síntomas típicos son: sentimientos extremos de felicidad, grandes ideas y planes, sentirse importante, poco deseo de comer o dormir, hablar rápidamente, razonamiento ilógico o delirios, distracción y decisiones de alto riesgo.
Un tercio de las personas con trastorno bipolar tiene episodios mixtos que afectan al ánimo. Los síntomas son: irritabilidad, agitación, furia, llanto, dificultad para dormir y emociones intensas
Hipomanía: es una característica importante del trastorno bipolar II y una forma menos grave de manía que no interfiere de manera importante con la actividad diaria. Los síntomas de la hipomanía son los mismos que los de la manía, pero en menor grado.
Según el último Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5-TR), la hipomanía debe durar al menos 4 días consecutivos y estar presente la mayor parte del día, casi todos los días.
Depresión: los episodios depresivos en el trastorno bipolar dan como resultado un estado de ánimo bajo o pérdida del placer en la vida. Los episodios depresivos en el trastorno bipolar duran más que los episodios de manía o hipomanía (al menos dos semanas y en algunos casos meses). Los síntomas durante el periodo depresivo son: tristeza extrema, sentimientos de desesperanza o inutilidad, nivel de energía bajo, dificultad de memoria y concentración, pérdida de interés por actividades que antes disfrutaba, sentimiento de culpa, poco apetito e insomnio.
Episodios mixtos: los síntomas depresivos y maniacos se dan conjuntamente y son habituales; de hecho, según un estudio canadiense, los experimentan el 34% de los pacientes con trastorno bipolar I y en el 33,8 de los afectados por trastorno bipolar II. Los síntomas son: irritabilidad, agitación, furia, llanto, dificultad para dormir, emociones intensas.
Los niños también
Lo normal es que la enfermedad se manifieste entre los 20 y 30 años de edad, pero eso no significa que no lo haga antes, en la adolescencia e incluso en la niñez.
Un trabajo publicado en The Journal of Psychiatry desarrollado sobre 279 niños de alto riesgo (hijos de padres con trastorno bipolar) detectó que los trastornos del sueño y la ansiedad en la niñez pueden ser predictores importantes del trastorno bipolar.
Los primeros síntomas de los menores que desarrollaron bipolaridad (24,5%) generalmente fueron: ansiedad, cambios de humor, ciclotimia, síntomas maniacos e hipomaniacos, depresión a edades tempranas y características psicóticas en la depresión.
La supremacía del litio
Desde mediados del siglo XX, el litio es un pilar para el tratamiento del trastorno bipolar. Los medicamentos a base de litio pueden ayudar a estabilizar el ánimo y reducir el riesgo de suicidio, pero solo un tercio de los pacientes con trastorno bipolar responde completamente al tratamiento con litio, y el resto lo hace parcialmente o nada.
¿Por qué el litio funciona en unos pacientes y en otros no? La ciencia aún no ha dado con la respuesta, aunque se piensa que es un fármaco con un rango terapéutico muy estrecho, que hace que la concentración en la sangre sea baja, pero subir un poco la dosis puede tener efectos muy graves.
Los pacientes deben tener conciencia de su enfermedad, llevar una vida activa (laboral, familiar y socialmente) y no suspender nunca la medicación sin indicación médica
Otros medicamentos son ciertos antiepilépticos y antipsicóticos.
El cannabidiol emerge como un potencial tratamiento, pero, por ahora, todavía está en fase de estudio.
En cualquier caso, el mensaje de los psiquiatras es claro: los pacientes tienen que tomar conciencia de su enfermedad, llevar una vida activa (laboral, familiar y socialmente) y, fundamental, no suspender nunca la medicación sin que lo haya indicado el médico.
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El trastorno bipolar es una enfermedad mental crónica que, a menudo, tendemos a banalizar al atribuir la condición de bipolar a personas con un estado de ánimo cambiante, que pasan de la tristeza a la euforia. La realidad es mucho más cruel, por el impacto (negativo) que tiene en los que lo padecen (pacientes y familias).
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