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Ni ver si flota ni guardarlo después de mojarlo: la prueba más fiable para comprobar si un huevo está en buen estado
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SEGURIDAD ALIMENTARIA

Ni ver si flota ni guardarlo después de mojarlo: la prueba más fiable para comprobar si un huevo está en buen estado

Muchas veces nos preguntamos cómo saber si los huevos que vamos a cocinar son frescos. Además de sumergirlo en un vaso de agua, hay distintos trucos más fiables para salir de dudas y no correr riesgos de intoxicación

Foto: Ni ver si flota ni guardarlo después de mojarlo: la prueba más fiable para comprobar si un huevo está en buen estado. (iStock)
Ni ver si flota ni guardarlo después de mojarlo: la prueba más fiable para comprobar si un huevo está en buen estado. (iStock)

El huevo es uno de los alimentos más completos y versátiles que existen, ocupando un lugar destacado en las cocinas de todo el mundo. Su uso en platos dulces y salados, así como su fácil preparación en diversas formas (fritos, cocidos, en tortilla, revueltos, pasados por agua), lo convierte en un producto esencial en la dieta diaria.

Sin embargo, nos puede surgir la pregunta del millón: ¿cómo asegurarnos de que los huevos que consumimos están en buen estado? Es habitual que, al guardarlos los huevos fuera de su envase original, no recordemos la fecha de caducidad. Y es importante tener en cuenta que los huevos pueden estropearse si se almacenan demasiado tiempo, se exponen a cambios bruscos de temperatura o se mantienen en condiciones de humedad inadecuadas.

Foto: El truco al guardar los huevos para conseguir que aguanten frescos durante más tiempo (Freepik)

De hecho, consumir un huevo en mal estado puede causar intoxicaciones alimentarias, especialmente durante los meses más cálidos. Por ello, es fundamental conocer algunos trucos y métodos para comprobar si un huevo es apto para el consumo y no es precisamente la forma que todo el mundo cree y utiliza en estos casos.

¿Cómo saber si un huevo está caducado?

Una de las formas más tradicionales y conocidas para comprobar la frescura del huevo es el truco del agua: llenar un vaso con agua e introducir el huevo. Si el huevo se hunde rápidamente y queda en posición horizontal, es fresco. Si se hunde lentamente y se queda en posición vertical, aún es consumible, pero no tan fresco. Si el huevo flota, está en mal estado debido a los gases generados por la descomposición interna.

placeholder El huevo es un alimento muy nutritivo, pero también es uno de los más delicados para su consumo. (iStock)
El huevo es un alimento muy nutritivo, pero también es uno de los más delicados para su consumo. (iStock)

No obstante, existen otros métodos más fiables para verificar la frescura del huevo, según la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (INPROVO), que coordina la campaña Los Juegos del Huevo, dirigido al público más joven, y que informa sobre el modelo de producción del huevo europeo y su importancia como parte de una dieta saludable.

  • Consistencia de la clara: en un huevo fresco, la clara se divide en dos partes: una zona densa que rodea la yema y otra más líquida. La clara densa es firme y gelatinosa. A medida que el huevo envejece, la clara se vuelve más líquida y se aplana. Si es difícil distinguir estas dos zonas, el huevo ha perdido frescura.
  • Forma de la yema: la yema de un huevo fresco es semiesférica y se eleva sobre la clara densa. Con el tiempo, la membrana que rodea la yema se debilita, haciendo que esta se aplane. En un huevo menos fresco, la yema puede romperse fácilmente al cascarlo debido a la fragilidad de su membrana.
  • Altura de la cámara de aire: la cámara de aire es una burbuja que se forma en el extremo más ancho del huevo, entre la membrana y la cáscara. Esta cámara aumenta a medida que el huevo pierde vapor de agua y entra aire. Un huevo es más fresco cuanto más pequeña sea esta cámara de aire.
  • Observación de las chalazas: las chalazas son los cordones visibles en la clara, apareciendo como nubes blancas o grumos densos cerca de la yema, que conectan la yema con los polos de la cáscara y se rompen al cascar el huevo. En huevos menos frescos, las chalazas pierden firmeza y se distinguen menos, permitiendo que la yema se desplace y eventualmente se adhiera a la cáscara.

La prueba más fiable para comprobar la frescura del huevo

Más allá de estos trucos, es conveniente saber que la gallina pone el huevo en la semana 0 y que, a partir de la semana 3, deberían retirarse los huevos de la venta. Por fecha de etiquetado, los huevos caducan en la semana 4, es decir, empiezan a perder sus propiedades organolépticas. No obstante, hay que tener precaución si se consume a partir de la semana 6.

En cualquier caso, conservar el envase original para verificar la fecha de consumo preferente es uno de los métodos más fiables. Según la normativa europea, un huevo se considera fresco si se consume dentro de los 28 días posteriores a la puesta, y extra fresco si se consume dentro de los primeros nueve días.

La forma de la yema y de las chalanzas, la cámara de aire o la consistencia de la clara son trucos para saber la frescura de los huevos

Para quienes no tienen la fecha de consumo preferente a mano, la frescura del huevo también puede evaluarse al cascarlo. Un huevo fresco tendrá una clara con dos consistencias distintas y una yema semiesférica y prominente. En cambio, un huevo menos fresco tendrá una clara más líquida y una yema más achatada y frágil. Estos indicadores visuales y táctiles nos ayudarán a comprobar la frescura del huevo, garantizando su seguridad y calidad en la cocina.

El huevo es uno de los alimentos más completos y versátiles que existen, ocupando un lugar destacado en las cocinas de todo el mundo. Su uso en platos dulces y salados, así como su fácil preparación en diversas formas (fritos, cocidos, en tortilla, revueltos, pasados por agua), lo convierte en un producto esencial en la dieta diaria.

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