Menú
Radiografía de la salud española (para no caer en cuñadismos)
  1. Bienestar
'¿Qué me pasa, doctor?'

Radiografía de la salud española (para no caer en cuñadismos)

Nuestra salud y sanidad es un tema del que opinan todos: políticos, personal sanitario y usuarios. Unos la encumbran y otros la critican, pero, ¿se usan argumentos fiables?

Foto: La percepción de los españoles de los hospitales alcanza el notable (Foto: EFE/Juanjo Martín)
La percepción de los españoles de los hospitales alcanza el notable (Foto: EFE/Juanjo Martín)

Forma parte de la idiosincrasia de nuestro país, la crítica sin fundamento, la opinión poco contrastada, y la argumentación basada en la experiencia personal. Es lo que coloquialmente se conoce como cuñadismo y que tanta gracia nos hace cuando hablamos de nosotros mismos como pueblo. El tema de la salud no iba a ser un terreno sin explorar para los amantes de la opinión vaga y espontánea, y suele ser tema de conversación en lugares tan dispares como la barra del bar o los escaños del congreso (si bien en este último caso el problema no es tanto la falta de documentación como la tergiversación política de los datos siguiendo las directrices del partido que representan).

¿Cómo podemos conocer la realidad de la nuestra sanidad? Muy sencillo: basta con entrar en la página del Ministerio de Sanidad y conocer los datos. Una maniobra simple que permite al ciudadano saber cómo es el estado real de nuestro Sistema Nacional de Salud, sin que tenga que ser informado por el vecino del quinto, o por el político de turno que sigue estrictas directrices del partido. Así pues, veamos cuál es la radiografía de la sanidad española a través del Informe Anual del Sistema Nacional de Salud, a disposición de todos en la página ministerial.

España goza de buena salud gracias a un sistema de prestación de servicios que es bueno, equitativo y universal (atiende al 96,5% de la población). Tres de cada cuatro personas consideran que nuestra salud es buena o muy buena, una cifra que baja a una de cada tres en los mayores de 85 años, por circunstancias obvias. Es una perspectiva que se relaciona directamente con nuestra esperanza de vida, la más alta de Europa, que se sitúa en 81,3 años. Por sexo, los varones fallecen antes (su esperanza de vida se sitúa en 80,3 años en comparación con los 85,8 años que viven, de media, las mujeres).

Aun teniendo en cuenta estos resultados, la valoración poblacional del sistema sanitario público es de 6,3 sobre 10. La atención primaria recibe una nota discreta de 6,2 y a los hospitales públicos se le otorga un notable 7,2. ¿Son justos estos resultados? Llama la atención que la percepción positiva del estado de salud es alta en general, pero se reduce entre las personas con un nivel de estudios más básico. ¿Tiene que ver con la desinformación o con la falta de recursos para obtener el conocimiento de estos datos? ¿Puede ser que se relacione con estratos de la sociedad más desfavorecidos, con recursos más limitados, y que sea esta la causa de una percepción más desalentadora de la sanidad? ¿Son mejor atendidos aquellos con estudios superiores? Es un tema interesante para debatir.

Foto: Consejos para pasar un buen posoperatorio. (iStock)

¿Qué nos pone malos?

¿De qué enferman los españoles? Las dolencias con mayor carga de morbilidad comprenden las enfermedades respiratorias y las cardiovasculares, seguido de los trastornos mentales y los tumores malignos. Un 2% padece EPOC [enfermedad pulmonar obstructiva crónica], una cifra que alcanza el 10% en varones mayores de 70 años, y que genera una hospitalización anual por cada 1000 habitantes, siendo todavía el tabaco uno de los principales causantes de tales descompensaciones.

La enfermedad cerebrovascular se produce en el 3% de los mayores de 65 años. De nuevo, la persistencia de los hábitos tabáquicos tienen mucho que ver en este asunto. Por sexos, la enfermedad coronaria aparece en el 3% de los varones y en el 1% de las mujeres (aunque estos datos podrían estar sesgados, puesto que se ha comprobado que las mujeres tardan más en consultar al médico cuando tienen dolor en el pecho).

placeholder Un paciente hace ejercicios de fisioterapia respiratoria (Foto: iStock)
Un paciente hace ejercicios de fisioterapia respiratoria (Foto: iStock)

En relación con la enfermedad mental, el 37% de la población sufre algún trastorno como ansiedad, depresión, etc., circunstancia que aumenta la carga de enfermedad (conocida como el efecto de la enfermedad en términos monetarios). El suicidio fue la causa de 4005 fallecimientos en 2021, y fueron más frecuentes en los varones.

¿De qué morimos?

¿Cuáles son las principales causas de mortalidad? Son el cáncer y las enfermedades cardiovasculares en más del 50% de los fallecimientos. En relación con esta última, llama poderosamente la atención que los hábitos de vida siguen siendo poco saludables. Dos de cada diez adultos presentan obesidad y el porcentaje aumenta cuanto menor es el nivel educativo. El consumo de fruta y verdura es insuficiente en 2 de cada 10 personas. El 40% de la población declara mantener una actitud sedentaria en su tiempo libre. La ausencia de actividad física es más frecuente en las mujeres y, de nuevo, en grupos donde la formación académica es inferior.

Foto: Foto: Unsplash/@castaneyra.

Esperas para una cita médica

El descontento de la población con la atención primaria puede que esté fundamentado en el siguiente dato: en el año 2022, el 11% de los pacientes que solicitaron una primera consulta en su centro de salud fueron atendidos en el día, y un 13% lo hicieron al día siguiente. El resto esperó, de media, 8,8 días. ¿Sucede lo mismo para una primera consulta con un especialista en el hospital? De media, el ciudadano aguardó 79 días para que esa consulta se celebrase.

En relación con la lista de espera quirúrgica, en media, hubo que esperar 113 días para ser intervenido, aunque los datos son muy variables entre comunidades. (¿no sería útil analizar cómo se gestionan las CCAA con menos lista y copiar el modelo para aplicarla en las otras?). Tal vez los recursos digitales pudieran favorecer la agilización de estos días de espera, tanto para las primeras consultas, como para aquellos que tienen que operarse.

Foto: Área quirúrgica del hospital de Bellvitge. (EFE/Archivo/Marta Pérez)
TE PUEDE INTERESAR
¿Cuánto tengo que esperar para que me operen? El mapa de los quirófanos en España
Fran Sánchez Becerril Gráficos: Marta Ley

En boca de todos (no solo de los cuñados) está el problema de la atención primaria. ¿Acaso es debido a la falta de número de trabajadores? Según los datos ministeriales, la tasa de profesionales de los centros de salud por cada 1000 habitantes ha permanecido inalterada desde hace diez años; sin embargo, ha aumentado en los de urgencias y emergencias (112/061), así como en los hospitales (por ejemplo, las plazas de formación MIR han aumentado en un 3,8% con respecto a la anterior convocatoria).

Teniendo en cuenta estos datos, y el nivel satisfacción comentado, ¿no sería lógico potenciar la atención primaria? Quizás una mejora en las condiciones laborables constituiría un espaldarazo para una especialidad que es muy importante, puesto que es la puerta de nuestro sistema de salud y que ha quedado denostada por la Administración y por los propios médicos en formación, que huyen de ella como si fuera el demonio.

Mejor financiación

En definitiva, tenemos un sistema nacional de salud excelente, pero no perfecto. Mucho tenemos que mejorar, sobre todo en temas de financiación. Cada vez vivimos más y cada vez son las enfermedades crónicas que nos afectan (sobre todo por el motivo anterior), y los recursos son limitados. Parece coherente que se busquen otros modelos de financiación que soporten la protección de la salud en nuestro país, aunque este sea motivo de gran discrepancia política.

La atención primaria ha quedado denostada por la Administración y por los MIR, que huyen de ella como si fuera el demonio

Por otro lado, sería interesante que cada uno se mirase la pelusa de su propio ombligo. El vecino del quinto no puede bajar al bar y manifestar su descontento con nuestra sanidad mientras se mete tres lingotazos y se fuma un paquete de tabaco. La prevención de la sanidad es la única manera de obtener la mejor curación de las enfermedades que nos acucian en este momento. Quizás el esfuerzo de los políticos debiera conducirse más en este sentido preventivo, en vez de dividir a la población con argumentos que solo buscan el aplauso fácil (y también nuestro voto).

El siglo XXI nos trajo la globalización digital. ¿Por qué no utilizar, por ejemplo, las redes sociales para la difusión de estilos de vida saludables?

En fin. Que se mejoren.

Forma parte de la idiosincrasia de nuestro país, la crítica sin fundamento, la opinión poco contrastada, y la argumentación basada en la experiencia personal. Es lo que coloquialmente se conoce como cuñadismo y que tanta gracia nos hace cuando hablamos de nosotros mismos como pueblo. El tema de la salud no iba a ser un terreno sin explorar para los amantes de la opinión vaga y espontánea, y suele ser tema de conversación en lugares tan dispares como la barra del bar o los escaños del congreso (si bien en este último caso el problema no es tanto la falta de documentación como la tergiversación política de los datos siguiendo las directrices del partido que representan).

Salud Ministerio de Sanidad Consultas Externas
El redactor recomienda