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Por qué pasar mucho tiempo sentado en la infancia afecta al corazón
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INFANCIA

Por qué pasar mucho tiempo sentado en la infancia afecta al corazón

Cada vez encontramos más pruebas de que, ni siendo pequeños ni adultos, esta costumbre solo trae consecuencias negativas para la salud

Foto: (istock)
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Si bien seguir un estilo de vida sedentario puede parecer inofensivo, cada vez más investigaciones indican que permanecer sentado durante períodos prolongados de tiempo puede tener graves repercusiones para nuestra salud y bienestar. Y es que el cuerpo humano está diseñado para el movimiento; aunque la necesidad de actividad física para sobrevivir ha pasado de largo, nuestra vida actual parece empujarnos a estar sentado durante mucho tiempo, ya sea en un escritorio, en un vehículo o en un sofá, y puede provocar una cascada de efectos negativos para la salud. Pero, ¿y si los que pasan mucho tiempo sentados son niños?

Ahora, un estudio colaborativo de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Jyväskylä y el Instituto de Biomedicina de la Universidad del Este de Finlandia ha destacado recientemente el impacto del sedentarismo desde la niñez hasta la edad adulta en la salud del corazón.

Medición con acelerómetros

Para ello, realizaron un seguimiento de casi 1.700 niños desde los 11 hasta los 24 años. Los participantes usaron dispositivos acelerómetros en la cintura a los 11, 15 y 24 años durante 4 a 7 días y se les realizaron mediciones ecocardiográficas de la estructura y función del corazón a los 17 y 24 años. Inicialmente, los participantes pasaban unas 6 horas al día en actividades sedentarias, pero al final permanecían sentados durante 9 horas diarias.

Este aumento fue asociado con un agrandamiento progresivo del corazón desde la adolescencia hasta la edad adulta, según la serie de escáneres cardíacos que se repitieron durante el transcurso del estudio. Concretamente, con un aumento del 40% en la masa cardíaca durante un período de siete años, lo que indica una progresión significativa hacia el agrandamiento del corazón, que ocurre independientemente de otros factores como la obesidad o la presión arterial alta. En los análisis se tuvieron en cuenta la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la glucosa, la insulina, los niveles de colesterol, el tabaquismo, el nivel socioeconómico, los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, así como la masa grasa y la masa magra.

placeholder Los escáneres cardíacos repetidos muestran que los niños sedentarios enfrentan un mayor riesgo de agrandamiento del corazón (Pexels).
Los escáneres cardíacos repetidos muestran que los niños sedentarios enfrentan un mayor riesgo de agrandamiento del corazón (Pexels).

Por si estos resultados no fueran alarmantes, los niveles altos de comportamiento sedentario que iban acompañados de niveles bajos de actividad física se asociaron con un mayor porcentaje de grasa corporal total.

¿Soluciones?

Cada vez hay más pruebas de que el sedentarismo infantil es una amenaza para la salud que debe tomarse en serio y estos resultados destacan la importancia de aumentar la actividad física, especialmente la moderada y vigorosa, reducir el sedentarismo y prevenir el sobrepeso desde muy pequeños para prevenir enfermedades cardíacas. De hecho, según los expertos, la actividad física ligera (LPA) puede mitigar eficazmente los riesgos asociados con el agrandamiento del corazón.

"Se les hizo una ecocardiografía a los 17 y 24 años para evaluar la estructura y función del corazón"

"Los jóvenes pasan de nueve a diez horas al día siendo sedentarios", explicó Eero Haapala de la Facultad de Ciencias del Deporte y de la Salud de la Universidad de Jyväskylä y coautor del trabajo que recoge la revista Journal of the American Heart Association, "y sólo uno de cada diez adolescentes acumula 60 minutos diarios de actividad física de moderada a vigorosa. Son cifras preocupantes. Un alto nivel de actividad física diaria, de moderada a intensa, debería ser una parte normal de la infancia y la adolescencia, ya que mejora la salud del corazón, pero también el bienestar general", continúa el experto.

Tener un hábito sedentario en la infancia no solo afecta al hallazgo de este estudio o a un mayor riesgo de obesidad a causa del bajo gasto energético, también pueden interferir con el desarrollo de las habilidades motoras y sociales que, habitualmente, se perfilan durante la interacción con los compañeros. Los expertos recomiendan que los niños realicen tres o cuatro horas diarias de diversas actividades como: juegos en el patio de recreo, pasear al perro, hacer recados para los padres, caminar y andar en bicicleta a la escuela, dar un paseo por el parque, hacer jardinería, jugar al fútbol..

Si bien seguir un estilo de vida sedentario puede parecer inofensivo, cada vez más investigaciones indican que permanecer sentado durante períodos prolongados de tiempo puede tener graves repercusiones para nuestra salud y bienestar. Y es que el cuerpo humano está diseñado para el movimiento; aunque la necesidad de actividad física para sobrevivir ha pasado de largo, nuestra vida actual parece empujarnos a estar sentado durante mucho tiempo, ya sea en un escritorio, en un vehículo o en un sofá, y puede provocar una cascada de efectos negativos para la salud. Pero, ¿y si los que pasan mucho tiempo sentados son niños?

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