Trucos para dormir bien en una noche calurosa (sin aire acondicionado)
Con la llegada del verano y sus altas temperaturas, dormir bien se convierte en un desafío, especialmente para aquellos que no disponen de aire acondicionado.
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Metidos de lleno en la ola de calor, esta pasada noche para muchos habrá sido complicada, pero la siguiente no se presenta mejor, tiendo en cuenta que este viernes será el más adverso, con más de 40 ºC en amplias zonas del este y sur peninsular.
Y, además, el sábado podrá llegarse a 44 ºC en puntos de la vertiente mediterránea, aunque habrá un descenso térmico en el resto.
Las noches calurosas pueden interrumpir nuestro descanso, afectando nuestra salud y bienestar. Sin embargo, existen diversos trucos y consejos que pueden ayudarnos a conseguir un sueño reparador sin necesidad de recurrir a costosos aparatos de climatización.
A continuación te contamos varios trucos para intentar crear un entorno más fresco y confortable para disfrutar de una noche de sueño ininterrumpido, sin necesidad de usar aire acondicionado.
Minimiza la luz
Todas las bombillas generan calor, por lo que durante el verano, es aconsejable aprovechar la luz natural y mantener el uso de iluminación artificial al mínimo. Esto no solo reducirá el calor en la habitación, sino que también puede ayudarte a ahorrar energía.
Desconecta los aparatos electrónicos
Al igual que las luces, los aparatos electrónicos emiten calor y luz, lo cual no es ideal para un sueño reparador. Apaga dispositivos como el móvil al menos una hora antes de acostarte. Este pequeño hábito no solo reducirá el calor en tu habitación, sino que también fomentará un ambiente más tranquilo y propicio para el descanso.
Una ducha caliente
Aunque pueda parecer contradictorio, una ducha caliente antes de acostarte puede ser beneficiosa. Si bien una ducha fría reduce rápidamente el flujo sanguíneo a la piel, provocando un aumento de la temperatura corporal poco después, una ducha caliente aumenta el flujo sanguíneo a la piel, promoviendo la pérdida de calor del cuerpo y ayudándote a sentirte más fresco cuando te acuestas.
Abrir las ventanas
Durante las noches cálidas de verano, es natural pensar en abrir las ventanas para dejar que entre la brisa fresca. Eso sí, espera a la hora que la temperatura exterior sea más baja que el fresco que hayas conseguido acumular en casa. Hacer esto puede marcar la diferencia entre una noche sofocante y una noche agradablemente fresca.
Utiliza un ventilador
Los ventiladores son una alternativa económica al aire acondicionado. Tener un ventilador encendido durante toda la noche ayuda a que el aire circule suavemente, eliminando el calor de la habitación e incluso expulsándolo por la ventana abierta. Para un efecto adicional, coloca un bol con hielo frente al ventilador; de esta forma, el aire que se mueva por la habitación será aún más fresco.
Hidrátate adecuadamente
Beber un vaso de agua fría antes de irte a dormir es una excelente manera de mantener tu cuerpo hidratado y fresco. Esto no solo ayuda a regular tu temperatura corporal, sino que también compensa la pérdida de líquidos que ocurre debido al sudor durante la noche.
Una toalla húmeda
Un método tradicional, pero efectivo para reducir tu temperatura corporal, es humedecer una toalla o un paño y colocarlo en tu frente o cuerpo. Asegúrate de que no esté demasiado mojado para evitar empapar las sábanas, pero lo suficiente para sentir su efecto refrescante.
Usa hielo para enfriarte
Una solución sencilla para mantenerte fresco es utilizar hielo. Envuelve una bolsa de hielo en un paño de cocina y colócala en la cama donde te resulte más cómoda. Otra opción es llenar una bolsa de agua caliente con agua y congelarla. Para un alivio rápido, coloca una bolsa de hielo en los puntos de pulso como las muñecas, el cuello, los codos, la ingle, los tobillos o detrás de las rodillas. El frío se difundirá rápidamente, proporcionando un alivio inmediato.
Usa ropa de cama transpirable
La ropa de cama ligera y de buena calidad, hecha de materiales transpirables, es esencial para evitar que el calor se quede atrapado. Opta por sábanas de algodón o lino, que permiten una mejor circulación del aire y ayudan a mantener una temperatura corporal fresca y cómoda.
Congela tus sábanas
O incluso, antes de acostarte, dobla tus sábanas y mételas en una bolsa de plástico en el congelador mientras te lavas los dientes. No es necesario dejarlas mucho tiempo, solo el suficiente para que se enfríen. Al colocarlas en la cama, sentirás un alivio temporal que te ayudará a conciliar el sueño.
Invierte en un buen colchón
Un colchón de alta calidad puede disipar el calor de tu cuerpo de manera mucho más eficiente que uno de menor calidad. Considera esta inversión no solo por tu confort, sino también por tu salud y bienestar general durante las noches de verano.
Mantén la distancia
Para quienes duermen acompañados, mantener una distancia durante la noche puede ayudar a evitar el calor corporal que se genera con el contacto físico. Aunque no sea lo más romántico, puede ser necesario para garantizar una noche de sueño reparador.
Metidos de lleno en la ola de calor, esta pasada noche para muchos habrá sido complicada, pero la siguiente no se presenta mejor, tiendo en cuenta que este viernes será el más adverso, con más de 40 ºC en amplias zonas del este y sur peninsular.