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¿Los fármacos para el agrandamiento de próstata funcionan también para demencias?
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¿Los fármacos para el agrandamiento de próstata funcionan también para demencias?

Existen indicios de que algunos de los medicamentos más utilizados (seguros y eficaces) para la hiperplasia de próstata reducen el riesgo de desarrollar ciertos tipos de demencia asociados a la edad, así lo apunta un estudio publicado en 'Neurology'

Foto: Foto: iStock.
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Tres de los fármacos más usados para abordar la hiperplasia benigna de próstata han demostrado un prometedor efecto secundario al potenciar la energía en las células cerebrales y ralentizar o prevenir enfermedades como el párkinson o el alzhéimer.

La comunidad médica estamos de enhorabuena después de que hace tan solo unas semanas se publicara un nuevo estudio que sugiere que algunos fármacos de los que empleamos habitualmente para tratar el agrandamiento de la próstata pueden disminuir también el riesgo de demencia con cuerpos de Lewy. Las personas que padecen esta enfermedad neurodegenerativa se caracterizan por tener unos depósitos anormales de una proteína denominada alfa-sinucleína, que se acumula en áreas del cerebro y que afectan al pensamiento, la memoria y el movimiento. Se trata de una patología que evoluciona similar a la enfermedad de Alzheimer y que causa un deterioro cognitivo sustancial, rápido y demencia.

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Este reciente descubrimiento muestra un trabajo del equipo de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) que vincula los medicamentos en cuestión - terazosina, doxazosina y alfuzosina- con un efecto protector en el párkinson.

Diferencias relevantes

Para el trabajo, que ha sido publicado por Neurology, - la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología- se utilizó una gran base de datos de información sobre pacientes para identificar a más de 643.000 varones sin antecedentes de demencia que comenzaron a tomar durante tres años uno de los seis fármacos indicados para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata.

En concreto, la terazosina, la doxazosina y la alfuzosina demostraron ser capaces de potenciar la producción de energía en las células cerebrales, algo que podría emplearse en ayudar a prevenir o frenar algunos tipos de demencias. Por contra, los otros dos fármacos, la finasterida y la dutasterida no potenciaron la producción de energía en el cerebro, pero constituyeron una buena comparación para comprobar el efecto de los fármacos que sí lo hicieron.

placeholder El estudio ha analizado el impacto en el cerebro de 6 de los fármacos más utilizados para la hiperplasia de próstata. (iStock)
El estudio ha analizado el impacto en el cerebro de 6 de los fármacos más utilizados para la hiperplasia de próstata. (iStock)

Los hombres que tomaron medicamentos del tipo de la terazosina mostraron aproximadamente un 40% menos de probabilidades de desarrollar algún tipo de demencia en comparación con aquellos que consumieron tamsulosina, y en torno a un 37% de reducción de riesgo si lo comparamos con los hombres que tomaron finasterida y dutasterida.

Por tanto, si hay un efecto neuroprotector en el caso de la enfermedad de Parkinson, podríamos pensar que estos medicamentos tienen la potencialidad de ser utilizados para manejar o prevenir otras enfermedades neurodegenerativas.

Hallazgo esperanzador

Por esa razón, los investigadores llegaron a una importante conclusión; existe un efecto secundario específico de los medicamentos que se dirige a un defecto biológico compartido por las enfermedades neurodegenerativas. En la actualidad, la demencia con cuerpos de Lewy es menos común que el párkinson, pero afecta aproximadamente a una de cada 1.000 personas al año, y representa entre el 3 y el 7% de todos los casos de demencia. Puesto que el envejecimiento es un factor de riesgo determinante para este tipo de enfermedad, es probable que sea más común a medida que la población envejece.

Foto: Carlos III y Kate Middleton, en una imagen de archivo. (Getty)
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Debemos tener en cuenta de que este es un estudio observacional no experimental, por lo que el principal objetivo ha sido la observación y el registro de los datos. Los resultados solo muestran una asociación entre la toma de los tres fármacos que han demostrado que funcionan y un menor riesgo de desarrollar este tipo de demencia y no una relación causal. Sin embargo, podemos sentirnos optimistas por la capacidad que este tipo de fármacos ha demostrado, razón por la cual están aprobados por la FDA y llevan empleándose mucho tiempo.

Por último es importante recalcar que la importancia de esta clase de estudios radica en que proporcionan a los investigadores mucha información o datos muy importantes de la práctica real, que complementan la información obtenida en ensayos clínicos controlados con información sobre la seguridad, la tolerabilidad y la eficacia del tratamiento en condiciones reales.

En mi opinión son una herramienta indispensable en el campo de la investigación clínica porque proporcionan datos reales sobre enfermedades, fármacos, productos sanitarios y procedimientos para aumentar constantemente la seguridad y la eficacia de los tratamientos y, por tanto, favorecer a la sostenibilidad de los ecosistemas sanitarios.

Tres de los fármacos más usados para abordar la hiperplasia benigna de próstata han demostrado un prometedor efecto secundario al potenciar la energía en las células cerebrales y ralentizar o prevenir enfermedades como el párkinson o el alzhéimer.

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