La Sociedad Española de Neurología indica cuáles son los síntomas que alertan de un ictus
Los neurólogos enumeran los síntomas clave y menos comunes del ictus y enfatizan la importancia de una intervención médica inmediata
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- Una técnica pionera desarrollada en España permite medir (y evitar) los daños de un ictus
- Una neuróloga explica qué es un ictus y las señales que avisan de que puedes estar sufriéndolo
El ictus, comúnmente conocido como derrame cerebral, es una emergencia médica que se produce cuando se interrumpe el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Esta interrupción puede deberse a un coágulo o a una hemorragia. Las secuelas pueden variar significativamente, desde déficits neurológicos leves hasta discapacidades graves o la muerte. Aunque cualquier persona puede sufrir un ictus, los factores de riesgo incluyen la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, el colesterol alto y antecedentes familiares de enfermedades cerebrovasculares.
Existen dos tipos principales de ictus: el ictus isquémico y el ictus hemorrágico. El primero es el más común y se produce cuando un coágulo bloquea una arteria en el cerebro. El ictus hemorrágico, aunque menos frecuente, es más mortal y ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe y causa sangrado en el cerebro.
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La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha desarrollado una guía oficial para el diagnóstico y tratamiento del ictus, creada por el Comité ad hoc del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares. Esta guía proporciona recomendaciones detalladas para la evaluación, tratamiento y manejo de los pacientes que sufren un ictus, con el objetivo de mejorar los resultados clínicos y reducir las complicaciones asociadas.
Complicaciones del ictus
Las complicaciones más frecuentes tras un ictus abarcan parálisis o problemas de movimiento, dificultades en la comunicación, problemas de memoria y pensamiento, problemas emocionales y dolor. Además, los pacientes pueden experimentar infecciones, úlceras por presión, trombosis venosa profunda y espasticidad muscular. La rehabilitación temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para minimizar estas complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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Síntomas del ictus
Los síntomas más comunes de un ictus incluyen la debilidad súbita en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo; confusión repentina; dificultad para hablar o entender; problemas para ver con uno o ambos ojos; y dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación. Estos síntomas suelen aparecer de manera brusca y requieren atención médica inmediata.
Además de estos síntomas bien conocidos, existen signos menos frecuentes, pero igualmente importantes, que deben generar alerta. Entre ellos se encuentran los dolores de cabeza intensos y súbitos sin causa aparente, que van más allá de una migraña, la pérdida de conciencia, náuseas o vómitos repentinos, y convulsiones. Estos síntomas, aunque menos frecuentes, pueden ser indicativos de un ictus hemorrágico y también requieren atención urgente.
Ante uno de estos síntomas, hay que acudir rápidamente a urgencias, cada minuto cuenta
Es fundamental reconocer estos síntomas y actuar rápidamente, ya que la intervención médica temprana puede reducir significativamente las secuelas y mejorar las posibilidades de recuperación. La SEN recomienda que cualquier persona que experimente síntomas de ictus busque atención médica de inmediato, puesto que cada minuto cuenta en el tratamiento de esta condición.
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El ictus, comúnmente conocido como derrame cerebral, es una emergencia médica que se produce cuando se interrumpe el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Esta interrupción puede deberse a un coágulo o a una hemorragia. Las secuelas pueden variar significativamente, desde déficits neurológicos leves hasta discapacidades graves o la muerte. Aunque cualquier persona puede sufrir un ictus, los factores de riesgo incluyen la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, el colesterol alto y antecedentes familiares de enfermedades cerebrovasculares.