Con estos tres sencillos trucos, tus paseos se convertirán en sesiones de ejercicio mucho más completas (y saludables)

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Son muchos los que deciden aprovechar el buen tiempo de la época estival para realizar actividades al aire libre. Una de las más frecuentes entre ellas es la de practicar ejercicio. Fortalecer los huesos y los músculos, junto a una buena alimentación, es una manera ideal de mantener una salud plena y equilibrada. Por lo que es muy común que muchos investiguen los ejercicios más favorables para desarrollar un mejor físico.

No obstante, no hace falta recurrir a métodos especialmente complejos si nuestro objetivo es plenamente saludable. Una de las formas más sencillas y recomendables para alcanzar este objetivo es, sin duda, caminar. Dar largos paseos de manera regular puede suponer una gran mejora progresiva en el bienestar de cualquier usuario que lo efectúe. Algunos de los efectos positivos de los que nuestra salud puede beneficiarse es la de fortalecer el corazón, estimulando la circulación y reduciendo la presión arterial.

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Sin embargo, para alcanzar estos resultados, es preciso seguir una serie de condiciones, entre las que se encuentran la distancia recorrida y el tiempo que dedicamos a cada paseo. Si conseguimos cumplirlas, no solo adquiriremos beneficios en el ámbito físico. Esta práctica permitirá mejoras a nivel mental, especialmente en el ánimo, debido a la liberación de endorfinas.

Trucos y recomendaciones

Una de las recomendaciones más básicas es que el ritmo del paseo debe ser algo apresurado. Un método para saber que paso seguir es escuchar música mediante nuestro dispositivo móvil con un ritmo de 100 pulsaciones por minuto. Emplearlo a la par que caminamos nos otorgará una referencia ideal para seguir el paso. De hecho, cada 5 o 10 minutos podemos animarnos a trotar ligeramente durante unos 30 segundos, lo cual mejorará los efectos de nuestro caminar.

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Si queremos ganar algo de fuerza en nuestros paseos, podemos complementar nuestro paso con diferentes brazaletes que podemos colocar sobre nuestros brazos y piernas. Estos dispondrán de diferentes pesos, que servirán para ganar fortaleza en los músculos al tener que soportar algunos kilos extra. Si nos notamos especialmente atrevidos, es aconsejable detenernos a efectuar algunos ejercicios, como flexiones, planchas o abdominales.

Por último, uno de los consejos más comunes en estos casos es el de caminar por cuestas ascendentes o subir por escaleras. Con ello, podremos fortalecer nuestras rodillas y muslos, los cuales tendrán que ejercer un esfuerzo extra para levantarnos con cada paso o escalón. Realizar estos paseos 30 minutos al día, cinco días a la semana será más que suficiente para dotar a nuestra vida de un componente más saludable.