Evitar estos 14 factores de riesgo puede ayudarte a esquivar una demencia, según un nuevo estudio
La Lancet Comission, un grupo compuesto por 27 expertos en la materia, ha elaborado un informe con nuevas recomendaciones que permitirían reducir a la mitad los casos
La demencia en una de las enfermedades crónicas más frecuentes. En España, la mayoría de estudios en población mayor de 65 años estiman una prevalencia entre el 4 y el 9%, llegando a alcanzar el 31-54% en las personas mayores de 90 años. Algunas estimaciones calculan que en la actualidad hay alrededor de medio millón de personas que la sufren en nuestro país, siendo el alzhéimer el tipo más común de demencia.
Un nuevo informe publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet ha concluido que abordar 14 factores de riesgo modificables podría prevenir o retrasar casi la mitad de los casos de demencia, incluso en estos momentos de mayor longevidad en el mundo, en el que se prevé que el número de personas con demencia vaya a aumentar drásticamente en todos los países. Una serie de cuestiones que deben evitarse desde la infancia y a lo largo de toda la vida, según la tercera Lancet Commission sobre prevención, intervención y atención de la demencia, cuyos resultados se han presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer.
El informe, del que son autores 27 expertos mundiales en demencia, pide a los gobiernos y a las personas que sean ambiciosos a la hora de abordar los riesgos de demencia a lo largo de la vida, argumentando que cuanto antes podamos abordar y reducir los niveles de los factores de riesgo, mejor.
De los factores de riesgo que recogen en sus conclusiones, 12 de ellos ya habían sido abordados en anteriores documentos, pero dos son nuevos.
Colesterol malo
Por primera vez desde que se elabora este tipo de informes, la Lancet Commission ha incluido como factor de riesgo el exceso de lipoproteínas de baja densidad (LDL), también conocidas como colesterol malo. En concreto, estiman que el 7% de los casos de demencia son atribuibles a este motivo. En concreto, el documento alerta de que el exceso de colesterol en el cerebro está asociado con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y la deposición de amiloide β y tau en el cerebro, lo que sugiere un posible mecanismo para el vínculo entre el colesterol LDL y la demencia. El HDL reduce el colesterol excesivo y está inversamente correlacionado con la concentración de amiloide β en el cerebro.
Pérdida de visión no tratada
Otro de los factores de riesgo que han añadido los científicos por primera vez es la pérdida de visión no tratada. En concreto, creen que el 2% de los casos son atribuibles a pérdida de visión no abordadas en etapas posteriores de la vida.
Hipertensión
Uno de los elementos de los que llevan alertando los expertos de la Lancet Commission desde hace años es la tensión arterial alta. No solo estos 27 investigadores que la componen, sino que los especialistas en general han observado a lo largo de los años que aquellos pacientes hipertensos que reciben un tratamiento eficaz tienen una menor incidencia a la hora de desarrollar demencia.
Tabaco
Otro de los puntos que señalan es el tabaquismo. Existen diversos estudios epidemiológicos que indican que las personas fumadoras pueden llegar a tener hasta un 50% más de probabilidades de desarrollar demencia en comparación con quienes no fuman.
Alcohol
El consumo excesivo de alcohol es uno de los factores a evitar para poder reducir las demencias en el mundo. Los científicos llevan años investigando si la proteína cerebral tau puede ser la causante y la bebida juega un papel primordial en su alteración.
Diabetes
Diversos estudios epidemiológicos apoyan la existencia de una relación entre diabetes y demencia, a pesar de que los mecanismos que mediatizan esta relación aún son objeto de mayor investigación científica. Es sabido que la diabetes puede ser causa de daños en los vasos sanguíneos y, por ello, es considerada un factor de riesgo para la demencia vascular.
Obesidad
En concreto, el sobrepeso puede aumentar el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer en más de un 80%. Aunque no solamente el aumento de peso puede representar un riesgo, ya que las personas con un bajo peso también presentan un mayor riesgo de sufrir demencia en comparación con las que tienen un peso normal.
Sedentarismo
La inactividad física es otra de las costumbres que deben abordarse para esquivar una demencia. Un reciente estudio concluyó que los adultos mayores de 60 años que pasan más tiempo realizando conductas sedentarias, como sentarse a ver la televisión o conducir, pueden tener mayor riesgo de desarrollar demencia.
Depresión
Varios estudios han demostrado que la depresión aumenta el riesgo de padecer demencia. Por ello, los miembros de la comisión recomiendan "ofrecer intervenciones de afrontamiento de múltiples componentes para los cuidadores familiares que corren el riesgo de sufrir depresión y ansiedad, que incluyan apoyo emocional, planificación para el futuro e información sobre recursos médicos y comunitarios".
Contaminación del aire
Varios estudios han demostrado que una mayor exposición a la contaminación del aire está relacionada directamente con un mayor riesgo de sufrir una demencia. E incluso varios expertos han demostrado cómo mejorar la calidad ambiental protege de este tipo de enfermedades.
Niveles más bajos de educación
El informe de The Lancet destaca que las personas con niveles educativos más altos tienen un riesgo reducido de demencia, por el principal motivo de que la estimulación cognitiva que hace ayuda a generar reserva. Por ello, el coautor del estudio Naaheed Mukadam, del University College de Londres, señala que se debe "permitir que todos los niños obtengan una buena educación. Podría tener un profundo efecto en la prevalencia de la demencia y las desigualdades".
Aislamiento social
La soledad y el aislamiento social en los adultos mayores son un riesgo grave de salud pública que afecta una cantidad significativa de personas y las pone en riesgo de presentar demencia y otras afecciones graves.
Discapacidad auditiva
La pérdida de audición se ha identificado como un factor de riesgo significativo para el desarrollo de demencia. Los motivos pueden ser varios, desde que la falta de audición aísla, provocando cierto deterioro cognitivo de la persona al estar menos estimulada; o simplemente es un síntoma más de la edad. En este sentido, la comisión recomienda "poner audífonos a disposición de todas las personas con pérdida auditiva y reducir la exposición al ruido nocivo".
Traumatismos craneales
La lesión cerebral traumática, también conocida como traumatismo craneal, aumenta el riesgo de un diagnóstico de demencia durante más de 30 años después de que ocurra, aunque el riesgo disminuye con el tiempo.
La demencia en una de las enfermedades crónicas más frecuentes. En España, la mayoría de estudios en población mayor de 65 años estiman una prevalencia entre el 4 y el 9%, llegando a alcanzar el 31-54% en las personas mayores de 90 años. Algunas estimaciones calculan que en la actualidad hay alrededor de medio millón de personas que la sufren en nuestro país, siendo el alzhéimer el tipo más común de demencia.
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