¿Sueles morderte las uñas? Lo que este hábito dice de tu personalidad

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Los seres humanos estamos llenos de manías y rituales muy frecuentes. Los nervios y la incertidumbre son dos de las razones por las que podemos mover partes de nuestro cuerpo sin ninguna razón aparente. Una de las más frecuentes es la de mover las piernas de arriba a abajo cuando se está sentado, en el que el individuo que lo realiza muchas veces no es consciente de dicho hábito.

Uno de los más comunes en la sociedad actual es el de morderse las uñas. Esta tradicional manía se ha asociado múltiples veces con individuos con un alto nivel de inestabilidad emocional, también conocido como neuroticismo. Este es un elemento muy revelador de personas que destacan por un factor ansioso y tenso. Sin embargo, con los avances en estos campos, se han detectado más razones por los que este hábito se genera en algunas personas.

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El Confidencial

Uno de los últimos estudios al respecto ha determinado que morderse las uñas es un hábito repetido entre usuarios especialmente perfeccionistas. Este grado de meticulosidad puede acarrear que dichos individuos experimenten con asiduidad episodios de nervios y frustración por conseguir que sus objetivos se logren según tenían planeado en un primer momento.

Personalidad nerviosa

Las personas que se muerden las uñas suelen ser usuarios con un alto grado de perfeccionamiento en su día a día. Esto deriva en otro tipo de aspectos como una gran tendencia a la previsión, abarcar cantidades de trabajo significativas y el surgimiento de frustraciones y preocupaciones, lo que genera este ritual físico inconsciente. De esta forma, las personas que lo practican liberan tensiones acumuladas por este tipo de situaciones.

La falta de actividad también puede desembocar en estos cuadros psicológicos, puesto que la inacción puede resultar en un estado de aburrimiento en el individuo. Esto lleva con frecuencia a estados de frustración y nerviosismo, traducido en esta manía que afecta al desarrollo y crecimiento de las uñas de los dedos de la mano.

Otra de las razones de la preocupación de estas personas es cuando se encuentran con situaciones que les afectan pero que están fuera de su control. Esa incapacidad de cambiar el desarrollo de ciertos episodios a conveniencia puede traducirse en comportamientos obsesivos que sean físicamente reconocibles por este tipo de rituales.