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Por qué beber alcohol durante los vuelos puede ser especialmente dañino para tu corazón
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SALUD

Por qué beber alcohol durante los vuelos puede ser especialmente dañino para tu corazón

Los científicos han revelado las razones por las que es conveniente que evitemos beber cualquier tipo de alcohol a bordo de un avión

Foto: (istock)
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Si sueles disfrutar tomando una copa de vino o incluso un cóctel antes de quedarte dormido durante un vuelo de larga duración ya sea por puro placer o para calmar los nervios por el viaje, es posible que quieras reconsiderarlo a tenor de las conclusiones de un reciente estudio publicado en la revista Thorax. Así, la combinación del consumo de alcohol a bordo y la presión de la cabina puede suponer una amenaza importante para la salud cardíaca de los pasajeros que duermen, exponen los expertos.

Posibles riesgos

Los investigadores del Instituto de Medicina Aeroespacial del Centro Alemán Aeroespacial, descubrieron que beber alcohol durante un vuelo podría reducir los niveles de oxígeno en sangre (SpO2) y aumentar la frecuencia cardíaca durante el sueño. En esencia, los científicos concluyeron que dormir en una cabina presurizada después de consumir alcohol hacía que los participantes tuvieran más probabilidades de experimentar una mala calidad del sueño, estrés en su sistema cardiovascular y concentraciones más bajas de oxígeno en sangre, por lo que creen que esta podría ser una situación potencialmente arriesgada, especialmente para quienes padecen enfermedades existentes.

Foto: EC Diseño
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Es un motivo particularmente importante a tener en cuenta: la presión atmosférica. Con la altitud, la presión atmosférica se reduce exponencialmente, lo que provoca una caída significativa del nivel de saturación de oxígeno en sangre hasta alrededor del 90% en pasajeros sanos a altitudes de crucero.

Pero este no es el único riesgo para la salud que supone beber a miles de metros sobre el suelo. Los expertos también creen que la presión de la cabina puede hacer que uno se sienta más ebrio de lo normal e incluso acelerar la intoxicación a causa del alcohol.

Datos del estudio

Para llegar a esta conclusión, los investigadores eligieron a 48 participantes de entre 18 y 40 años y los organizaron en dos grupos de forma aleatoria. La división se hizo considerando la edad, el sexo y el índice de masa corporal (IMC) de cada individuo. La primera mitad fue asignada a un laboratorio del sueño, donde se mantuvieron bajo condiciones normales de presión de aire ambiente.

placeholder Puede afectar a la salud cardíaca de los pasajeros que se duermen. (Pexels)
Puede afectar a la salud cardíaca de los pasajeros que se duermen. (Pexels)

A la otra mitad se les permitió dormir en una cámara de altura que simulaba la presión de la cabina a altitud de crucero. De estos participantes, 12 de cada grupo durmieron durante 4 horas sin consumir alcohol. En contraste, hubo 12 personas que durmieron durante 4 horas tras consumir alcohol en una noche. Posteriormente, se les dieron 2 noches de recuperación seguidas de otra noche en la que se invirtió el proceso.

Los participantes ingirieron el equivalente a dos latas de cerveza (5% de alcohol) o dos copas de vino (175 ml, 12% de alcohol) en forma de vodka puro a las 23:15 horas. Durante este tiempo, su ciclo de sueño, niveles de SpO2 y frecuencia cardíaca fueron monitorizados continuamente hasta las 4:00 horas. Además, se registraron datos adicionales como la calidad del sueño y la respuesta fisiológica a las diferentes condiciones de presión y consumo de alcohol.

"Estos efectos podrían ser incluso mayores en las personas mayores"

¿Resultados?

Los niveles de oxígeno en sangre de los que estuvieron expuestos a una combinación de presión en la cabina y alcohol disminuyeron hasta una media del 85 por ciento durante el sueño. Su frecuencia cardíaca aumentó hasta una media de 87,7 pulsaciones por minuto. Sin consumir alcohol los datos arrojaban un 88 por ciento del nivel de oxígeno en sangre y 72,9 pulsaciones por minuto. Por otro lado, en el grupo del laboratorio del sueño que no bebió, el nivel medio de oxígeno en sangre fue del 95,8 por ciento con una frecuencia cardíaca de 63,7 pulsaciones por minuto. Los investigadores observaron esta tendencia incluso en personas jóvenes y saludables.

"Incluso en individuos jóvenes y saludables, la combinación de la ingesta de alcohol con dormir en condiciones hipobáricas supone una tensión considerable para el sistema cardíaco y podría provocar la exacerbación de los síntomas en pacientes con enfermedades cardíacas o pulmonares", dijeron los investigadores en el estudio.

Y es que hasta sin beber, un vuelo tiene efectos agotadores sobre el cuerpo. El aire seco de la cabina puede causar deshidratación y estar inmóvil en asientos tan estrechos durante muchas horas puede provocar a veces coágulos de sangre en las piernas. Si bien es muy probable que las personas jóvenes y sanas no experimenten ningún daño grave al corazón por beber mientras vuelan, en otras "la disminución de la saturación de oxígeno junto con el aumento de la frecuencia cardíaca podría exacerbar afecciones médicas preexistentes", apuntan los investigadores.

Si sueles disfrutar tomando una copa de vino o incluso un cóctel antes de quedarte dormido durante un vuelo de larga duración ya sea por puro placer o para calmar los nervios por el viaje, es posible que quieras reconsiderarlo a tenor de las conclusiones de un reciente estudio publicado en la revista Thorax. Así, la combinación del consumo de alcohol a bordo y la presión de la cabina puede suponer una amenaza importante para la salud cardíaca de los pasajeros que duermen, exponen los expertos.

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