Qué dice tu forma de caminar sobre tu personalidad, según la ciencia
La forma de ser de un individuo puede influir en su ritmo y velocidad al andar, provocando también que se tenga en cuenta los cinco rasgos que forman parte de esta.
- "Al volver al pueblo mi personalidad cambia": por qué vivir en un lugar u otro nos transforma
- Descubre tu personalidad según la forma de tu nariz
La forma en la que un individuo actúa es clave para conocer su personalidad. Sus gestos, sus posturas y su forma de hablar son algunos de los rasgos que más dicen de la forma de ser una persona. No obstante, entre ellas destaca una que realizamos cada vez que deseamos desplazarnos de un lugar a otro. Este es ni más ni menos que la forma que tenemos de caminar.
De hecho, un estudio realizado en el año 2017 asoció la manera de andar de una persona con varios aspectos de su personalidad. Los autores del estudio determinaron que nuestro comportamiento y actitud pueden influir en el modo en que ejercemos esta acción, concretamente en factores como la velocidad y el ritmo del paso. Además, este puede ir cambiando con el paso del tiempo y el crecimiento del sujeto.
La investigación fue llevada a cabo por un grupo de científicos franceses y estadounidenses que querían conocer si nuestra personalidad puede afectar a la manera en que caminamos a medida que vamos cumpliendo años. Dicho estudio fue publicado por la revista especializada en ciencia Social Psychological and Personality Science. En el propio artículo se explica que se hicieron pruebas acerca de la velocidad al caminar en comparación con los populares cinco rasgos fundamentales de la personalidad, los cuales son apertura, amabilidad, conciencia, extroversión y neuroticismo.
Caminar y forma de ser
Tras registrar los datos de más de 15.000 sujetos de todas las edades, razas y géneros, los investigadores dieron con resultados verdaderamente asombrosos. Y es que comprobaron que los individuos que disponían de índices altos de extroversión, conciencia y apertura, y bajos en neuroticismo, solían tener un paso más veloz y animado, reduciéndose ligeramente a medida que envejecían. Sus contrapartes caminaban más despacio, notándose una bajada significativa en su ritmo durante su maduración.
Por otra parte, los resultados del análisis también reflejaron que los sujetos más animados tendían más a disponer de una actividad física mayor que los que no lo eran. Esto se traduce en una menor propensión a desarrollar enfermedades psicológicas o mentales en el futuro, las cuales suelen ser más frecuentes durante la vejez.
Es cierto que todo el mundo, a medida que se hace mayor, va reduciendo el ritmo de su caminar progresivamente. Sin embargo, esa misma progresión puede estar más extendida en el tiempo. Es precisamente esa rapidez al andar la que supone un indicador de salud en los individuos pertenecientes a la edad adulta. Es aquí donde las diferentes personalidades son un aspecto que puede marcar la diferencia.
- "Al volver al pueblo mi personalidad cambia": por qué vivir en un lugar u otro nos transforma
- Descubre tu personalidad según la forma de tu nariz
La forma en la que un individuo actúa es clave para conocer su personalidad. Sus gestos, sus posturas y su forma de hablar son algunos de los rasgos que más dicen de la forma de ser una persona. No obstante, entre ellas destaca una que realizamos cada vez que deseamos desplazarnos de un lugar a otro. Este es ni más ni menos que la forma que tenemos de caminar.