Esta es la temperatura máxima que puede soportar nuestro cuerpo para evitar los riesgos por golpe de calor
Los continuos episodios de calor extremo que asolan España están provocando el aumento de muertes por golpes de calor. Esta es la temperatura máxima que puede soportar nuestro cuerpo antes de entrar en "estrés térmico" y colapsar
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El año 2023 se convirtió en uno de los más trágicos para Europa debido al impacto del calor extremo. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), publicado en Nature Medicine y que analizó datos de 823 regiones en 35 países del Viejo Continente, ha revelado que un total de 47.690 personas murieron en Europa a causa de las altas temperaturas.
Este alarmante número de muertes convirtió al 2023 en uno de los más mortales en la historia reciente del continente, siendo el periodo más crítico entre mayo y octubre y destacando que los países del sur, como Grecia, Italia y España, sufrieron las tasas de mortalidad más elevadas. Todo ello pone de relieve el peligro que representa el calentamiento global, exacerbado por los efectos del cambio climático.
A pesar de los avances en la adaptación al calor, como la mejora en la infraestructura y las políticas de salud pública, la vulnerabilidad de ciertos grupos, como las personas mayores, las mujeres y los niños, sigue siendo alta. Los investigadores de ISGlobal advierten que, sin una acción efectiva para mitigar estos efectos, el número de muertes podría seguir aumentando en los próximos años, especialmente en las regiones más cálidas del continente.
Los países del sur, como Grecia, Italia y España, sufrieron las tasas de mortalidad más elevadas en 2023, según ISGlobal
Cuáles son los riesgos del calor extremo
Las altas temperaturas no solo causan incomodidad, sino que representan un peligro mortal para el cuerpo humano. Cuando la temperatura exterior supera los 40 grados, el cuerpo puede sufrir fallos en órganos vitales, debido a que su capacidad para regular la temperatura interna se ve comprometida, lo que puede derivar en mareos, y en casos graves, colapso y muerte. Este riesgo es especialmente alto en entornos con alta humedad, donde la capacidad del cuerpo para enfriarse mediante la sudoración se reduce significativamente.
El cuerpo humano y su límite crítico frente al calor extremo
Un estudio reciente, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Roehampton en Londres y dirigido por el profesor Lewis Halsey, ha profundizado en los límites de tolerancia del cuerpo humano frente a las altas temperaturas. Así, los investigadores encontraron que el cuerpo humano tiene un “límite crítico de temperatura” que se sitúa entre los 40 y 50 grados Celsius.
Superar este umbral pone al organismo en una situación de peligro extremo, donde el corazón, el cerebro y otros órganos vitales pueden dejar de funcionar adecuadamente. En este sentido, Halsey explica que, aunque algunas personas pueden tolerar temperaturas más altas durante cortos periodos, especialmente en ambientes secos, la mayoría de la población está en riesgo de sufrir graves consecuencias a partir de los 44 grados.
Este umbral marca el punto en el cual el cuerpo comienza a experimentar “estrés térmico”, una condición peligrosa en la que los mecanismos de enfriamiento natural, como la sudoración y la dilatación de los vasos sanguíneos, se vuelven insuficientes para mantener una temperatura interna segura. En tales condiciones, los órganos vitales pueden empezar a fallar, lo que incrementa considerablemente el riesgo de muerte súbita.
Síntomas y prevención de los golpes de calor
Un golpe de calor es una emergencia médica que puede desarrollarse rápidamente ante una exposición prolongada a temperaturas y calor extremo. Los síntomas iniciales incluyen sudoración excesiva, fatiga extrema, mareos y náuseas. A medida que la condición avanza, la piel se puede enrojecer y calentar al tacto, y la persona puede experimentar confusión, vómitos y, en casos severos, pérdida de conciencia o convulsiones.
Para prevenir estos riesgos, los expertos recomiendan una serie de medidas vitales. Es fundamental mantenerse bien hidratado, bebiendo agua con regularidad, incluso si no se siente sed, ya que la deshidratación puede ocurrir rápidamente en condiciones de calor extremo. Evitar la exposición al sol durante las horas pico, generalmente entre las 12:00 y las 16:00 horas, es esencial. Si es necesario estar al aire libre, es aconsejable usar ropa ligera, de colores claros, y sombreros de ala ancha para protegerse del sol.
La mayoría de la población está en riesgo de sufrir graves consecuencias a partir de los 44 grados, según el profesor Lewis Halsey
Además, se deben buscar áreas con sombra o aire acondicionado para refrescarse periódicamente. En caso de que aparezcan síntomas de golpe de calor, es crucial actuar rápidamente, buscando un lugar fresco, aplicando paños húmedos en la piel y buscando atención médica inmediata si los síntomas no mejoran. Estas precauciones son esenciales para proteger la salud durante olas de calor, que, según los expertos, serán cada vez más intensas y frecuentes debido al cambio climático.
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El año 2023 se convirtió en uno de los más trágicos para Europa debido al impacto del calor extremo. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), publicado en Nature Medicine y que analizó datos de 823 regiones en 35 países del Viejo Continente, ha revelado que un total de 47.690 personas murieron en Europa a causa de las altas temperaturas.