Pacientes sin vacunar y relaciones sexuales de riesgo: por qué la OMS se toma tan en serio la viruela del mono

Fiebre, dolor de cabeza o falta de energía que acompañan a una erupción cutánea. Son algunos de los síntomas característicos de la viruela del mono, ahora conocida como mpox.

Para entender la historia de la enfermedad hay que remontarse a 1970, año en el que se detectó en humanos por primera vez en África. En 2022, varios países donde no era endémica notificaron casos y desde entonces, el seguimiento es exhaustivo.

Tanto es así, que este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidirá si declara el mpox como una emergencia sanitaria internacional. De hecho, ya ha notificado este martes un total de 934 nuevos casos de la enfermedad, lo que supone un aumento del 44,6% respecto al mes de mayo.

No es la primera vez que el organismo se reúne para evaluar si la patología debe ser categorizada como emergencia global, en julio de 2022 ya lo valoraban, aunque finalmente no se la etiquetó como tal. Este brote se originó en la República Democrática del Congo, concretamente en la provincia de Kivu del Sur, en septiembre de 2023. Y desde entonces, preocupa especialmente a la OMS por su alta incidencia continua.

¿Qué pasa si se declara la emergencia internacional?

Diego García Martínez de Artola, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), puede intuir la decisión de la OMS: "Es jugar a la bola de cristal, pero basándonos en los últimos informes es probable que sí se declare la emergencia, pero no sabemos si a nivel mundial o solo en África. Estas reuniones siempre son muy discutidas".

Además, comenta que en África se juntan dos situaciones: "Hay un clado distinto al que hemos tenido en Europa en los últimos años y una situación en la que actuar y diagnosticar es complicado. Puede estar habiendo un infradiagnóstico bastante grande".

En cuanto a lo que supondría una declaración de emergencia global sanitaria, el microbiólogo Martínez de Artola aclara que consistirá en incrementar la vigilancia y la coordinación entre países: "Habrá que destinar fondos para mejorar estos puntos. La cara B de todo esto es que puede haber regiones que se cierren o que no dejen pasar a ciudadanos procedentes de algunos países afectados por la viruela del mono".

Otra de las cuestiones que destaca el experto de la SEIMC es la "trampa" que hay en los datos de letalidad africanos: "Al final, los pacientes diagnosticados son los que llegan a los hospitales, con lo cual habrá una sobrerrepresentación de los casos graves. Todas las formas leves o de gravedad media de mpox no se están diagnosticando, por eso las tasas de letalidad son mucho más altas que las que se puedan encontrar en Occidente".

Situación en España

Por el momento, se han diagnosticado en España 240 nuevos casos de mpox. Así lo revelaba el último informe de la situación epidemiológica de la viruela publicado el pasado 5 de agosto por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto Carlos III. De estos, 118 han sido en Madrid.

Desde la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, añaden que desde el inicio del brote en el año 2022 hasta la semana epidemiológica 31 del año 2024, se han registrado 2.758 casos de mpox, la mayoría de estos (91%) se diagnosticaron en el año 2022. Más del 98% son hombres, identificándose 1,3% de mujeres en el año 2022 y 1,4% en el año 2024.

Se ha perdido el miedo

Para Martínez de Artola, la situación no debería preocuparnos, pero sí que hay que "ocuparse" del tema: "Se junta que al principio sí había una conciencia sobre la enfermedad y ha disminuido. Se ha perdido el miedo y hay que volver a la educación sanitaria básica en cuanto a aspectos sexuales se refiere, porque en España la transmisión fundamental es por esta vía".

En relación con la pérdida de conciencia, la semana pasada el Ministerio de Sanidad recordaba a los vacunados con una sola dosis que debían completar la inmunización. Según datos recopilados por el registro de vacunación (REGVACU), de las 40.610 personas vacunadas, solo 20.900 (50%) han completado la pauta, aunque pertenecen al grupo de mayor riesgo.

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"Parece que no ha calado la información en la población. Al principio había campañas para captar a estos pacientes y han caído en el olvido porque se pensaba que el mpox iba a parar. Desde que bajamos la marcha, como pasa con otras enfermedades infecciosas, nos encontramos con un nuevo incremento de casos. Es posible volver a contagiarse de viruela", afirma.

Por ese motivo, insiste en que es un "peligro" que la transmisión se siga manteniendo mientras la población no se vacune: "Entiendo que se tendrán que retomar las campañas de vacunación. También nos podemos encontrar en una situación en la que en África quieran vacunar y no tengan la posibilidad de hacerlo y en el primer mundo que podemos, la población no la utiliza. Es una situación conflictiva, moralmente hablando".

Por su parte, desde el organismo sanitario de la capital manifiestan a este periódico que los viales no llegaron hasta diciembre de 2022: "En los datos que se presentan hay que tener en cuenta que España no dispuso de un suministro de vacunas para poder generalizar la vacunación, de acuerdo a las indicaciones acordadas, hasta diciembre de 2022-enero de 2023, de manera que no se pudo ofrecer la vacuna a las personas con conductas sexuales de alto riesgo, ni a personas con riesgo ocupacional hasta después de controlar el brote".

Asimismo, aseguran que en la Comunidad de Madrid, el dispositivo de vacunación frente a mpox "ha permanecido abierto de manera continua desde que el Ministerio de Sanidad suministró las dosis: "En el momento de administrar la primera dosis los profesionales sanitarios explican la importancia de la vacunación con pauta completa para que la vacuna sea efectiva (2 dosis separadas al menos por 28 días) y citan para la segunda dosis; sin embargo, en una alta proporción no acuden a la cita para recibirla".

¿Cómo se contagia?

Según expresan desde la Dirección General, el mecanismo de transmisión descrito con mayor frecuencia es el "contacto estrecho en el contexto de una relación sexual de riesgo (más del 90% de los casos), por contacto íntimo y prolongado con lesiones en piel o mucosas o con fluidos corporales. "Una persona con el virus puede transmitirlo desde que aparecen los síntomas hasta que desaparecen las lesiones en la piel", concluyen.

También inciden en que el tratamiento utilizado es para "aliviar los síntomas": "Si aparecen complicaciones, existen antivirales que pueden ser utilizados con cierta eficacia en caso de aparición de síntomas graves".