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Un oncólogo explica cuál es la situación real de los pacientes durante los meses de verano
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Tratamiento del cáncer

Un oncólogo explica cuál es la situación real de los pacientes durante los meses de verano

La Fundación Alivia, centrada en la calidad de vida de los enfermos de cáncer, alerta de la falta de oncólogos durante la temporada estival y su repercusión en la continuidad del tratamiento. ¿Hay motivo de preocupación? Los especialistas responden

Foto: Un niño con cáncer en las instalaciones de la Aceleradora en el Hospital La Paz. (EFE/ J.J. Guillén)
Un niño con cáncer en las instalaciones de la Aceleradora en el Hospital La Paz. (EFE/ J.J. Guillén)

Escasez de médicos (cuando no ausencia total) y de enfermeras, cierre de camas de los hospitales y servicios sanitarios bajo mínimos forman parte del 'escenario' del verano desde hace años, aunque parece que últimamente el problema se ha agudizado, sobre todo en Atención Primaria. Una de las consecuencias es el retraso de procedimientos no urgentes, como son las cirugías programadas, o el aumento de las listas de espera para las consultas especializadas.

Los responsables de los servicios sanitarios justifican la medida y envían mensajes de tranquilidad a la población, asegurando que la atención a problemas importantes está garantizada. Sin embargo, hay pacientes con enfermedades importantes en los que demorar la asistencia puede implicar un agravamiento. Es el caso de las personas con cáncer.

Foto: Ramón Reyes preside la AECC y la Association European Cancer Leagues. (Cedida)

En España, uno de cada dos hombres y una de tres mujeres tendrá cáncer a lo largo de su vida, ilustra la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), y este mismo año, serán 286.000 personas las que recibirán el diagnóstico de la enfermedad. Las previsiones apuntan a un aumento del número de afectados los próximos años, un incremento que ocurrirá en todos los países, hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud vaticina que una de cada cinco personas (20% de la población) tendrá un tumor a lo largo de su vida y más de la mitad sobrevivirá más de cinco años a la enfermedad, incluso se curarán.

Alerta por falta de especialistas

Eso sí, conseguir que la mayoría de los pacientes sobreviva requiere un diagnóstico temprano e instaurar el tratamiento lo más pronto posible. Y para eso se necesitan especialistas en oncología, que es lo que falta y más en verano, denuncia la Fundación Alivia, cuya prioridad es la calidad de vida del paciente oncológico.

A través de un comunicado, esta organización advierte de que la falta de oncólogos en muchas localidades de verano amenaza la calidad de vida de los afectados de cáncer, una situación que “no solo repercute en la continuidad del tratamiento, sino que también incrementa la ansiedad y el estrés en los pacientes y sus familias”, asegura Asensio Rodríguez, director general de Fundación Alivia en España. “La necesidad de reprogramar citas y la prolongación de los tiempos de espera pueden tener efectos adversos en el pronóstico y la calidad de vida de los enfermos”, añade.

Ceuta y Melilla, el Bierzo, Murcia, Burgos e incluso Madrid son las zonas más afectadas por la escasez de especialistas

Entre las localidades más afectadas se encuentran ciudades como Zamora, con solo dos oncólogos disponibles durante este verano, Ceuta y Melilla, el Bierzo, Murcia, Burgos e incluso Madrid, donde los sindicatos han denunciado que la reducción de facultativos se agrava cada verano.

Para reforzar sus argumentos, Fundación Alivia cita un estudio de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que concluye que, desde ahora y hasta 2040, es necesario reclutar entre 87 y 110 nuevos oncólogos médicos cada año hasta para alcanzar un ratio óptimo de casos por médico.

placeholder Hospital General de Melilla. (Europa Press/Óscar Giménez)
Hospital General de Melilla. (Europa Press/Óscar Giménez)

Además, el trabajo también revela que la inestabilidad laboral compromete la incorporación y la permanencia de los jóvenes oncólogos al sistema sanitario. Así, solo el 15% de los nuevos especialistas tiene un contrato permanente, y un 9% no trabaja en atención clínica en España. La consecuencia es que una gran parte de estos médicos considera cambiar de carrera (64,5%) o trabajar en el extranjero (51,7%).

Faltan suplentes

Sin embargo, la SEOM no comparte las opiniones difundidas por la Fundación Alivia y rechaza que existan dificultades para que los pacientes con cáncer reciban atención médica durante los meses de verano, aunque sí reconoce dificultades a la hora de encontrar suplentes que cubran las plazas de los médicos que están de vacaciones, "como ocurre con otras muchas especialidades médicas", apunta SEOM.

Foto: La ministra de Sanidad, Mónica García, antes del CISNS. (EP/Gabriel Luengas)

Ante esta situación, "la carencia de médicos especialistas, en la mayor parte de los casos, se está cubriendo por un esfuerzo de trabajo en red con especialistas de hospitales cercanos". Es el caso de los hospitales de Zamora o del Bierzo, "donde otros centros de referencia, como son Valladolid, Salamanca o León, están realizando la cobertura de los pacientes", por lo que "no existe en el momento actual dificultades para la administración de tratamientos o para la realización de pruebas diagnósticas que puedan empeorar el pronóstico de los pacientes".

La voz de la experiencia

Luis Paz-Ares, jefe del Servicio de Oncología del Hospital 12 de Octubre, es la voz conciliadora entre Fundación Alivia y SEOM. Sobre la escasez de oncólogos dice que “seguro que es un problema común a diferentes especialidades, y la parte positiva de esta situación es que hay pocos oncólogos desempleados”. Pero, a diferencia de otros especialistas, “los oncólogos no podemos disminuir nuestra actividad en ningún momento del año, porque la mayoría de los pacientes están en tratamiento y no podemos retrasárselo”.

Las vacaciones de otras especialidades afectan: sobre todo los descansos de cirugía porque es una parte del tratamiento de muchos tumores

En conversación con El Confidencial, Paz- Ares explica que, durante el verano, sobre todo en julio y agosto, la mayor parte del personal (médico y de enfermería) coge vacaciones, pero la carga de trabajo se reduce muy poco – “por ejemplo, podemos retrasar algunas consultas de revisiones en pacientes que están bien” – ya que los enfermos que se encuentran en tratamiento deben seguir con el mismo. “Si seguimos viendo al 95% de los enfermos, y buena parte de los profesionales está de vacaciones, obviamente nos enfrentamos a un problema relevante”, de sobrecarga para los sanitarios que están trabajando.

placeholder Durante julio y agosto, los oncólogos soportan una alta carga de trabajo (iStock)
Durante julio y agosto, los oncólogos soportan una alta carga de trabajo (iStock)

Las vacaciones de otras especialidades también influyen en los pacientes de cáncer; concretamente los descansos del personal de cirugía, porque es una parte del tratamiento en numerosos tipos de neoplasias. Para evitar demorar el tratamiento, muchos cirujanos deciden operar antes de comenzar sus vacaciones (durante mayo y junio). El resultado: “Julio es el mes en el que más pacientes nuevos vemos en los servicios de oncología”, asegura Paz-Ares, que también es jefe de la Unidad de Cáncer de Pulmón del CNIO. A estos se suman los enfermos que se deben operar en julio y agosto, pero, “por la escasez de quirófanos, nos llegan a las consultas de oncología para empezar un tratamiento preoperatorio previo”.

La solución

Este especialista resalta que el tratamiento de la enfermedad es cada vez mejor y con ello su pronóstico, pero "también es a costa de más atención y más estrecha a los pacientes, lo que también contribuye a aumentar la prevalencia de enfermos que están en tratamiento”.

Todas las situaciones descritas confirman, según Paz-Ares, “que necesitamos más oncólogos”. ¿La solución está en aumentar las plazas de MIR en oncología? “Sí, pero también los contratos de calidad para impedir la fuga de oncólogos no solo del sistema público de salud a la sanidad privada, también al extranjero, a la industria o a otros sectores”.

La clave está en ser más competitivos y ofrecer a los oncólogos jóvenes contratos de calidad, ya que de lo contrario, “perderemos a los mejores profesionales, con toda seguridad”. La conclusión es clara: el cáncer no descansa en vacaciones y los oncólogos no pueden bajar la guardia.

Escasez de médicos (cuando no ausencia total) y de enfermeras, cierre de camas de los hospitales y servicios sanitarios bajo mínimos forman parte del 'escenario' del verano desde hace años, aunque parece que últimamente el problema se ha agudizado, sobre todo en Atención Primaria. Una de las consecuencias es el retraso de procedimientos no urgentes, como son las cirugías programadas, o el aumento de las listas de espera para las consultas especializadas.

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