Un estudio revela el vínculo que posee el consumo de carne con el desarrollo de esta enfermedad crónica

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Los avances científicos pueden ser muy esclarecedores en múltiples ámbitos. Uno de los que más destaca entre ellos es, sin duda, la alimentación. Con el paso del tiempo se detecta que la ingesta de multitud de alimentos puede suponer un mayor riesgo de contraer enfermedades en nuestro organismo. Por lo tanto, es crucial seguir investigando con respecto al tema para mejorar nuestros hábitos en este sentido y volverlos más seguros.

A propósito de este asunto, un estudio reciente ha relacionado el consumo de carne procesada y carne roja sin procesar con la diabetes tipo 2. Esta es una enfermedad de carácter crónico que se produce cuando el nivel de azúcar en sangre es demasiado elevado de manera regular. Es el tipo de diabetes más común y, de no tratarse, puede desembocar en problemas más graves como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares o dolencias renales.

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Durante la investigación, analizaron a casi 2 millones de personas de diversos orígenes. Para estudiarlos, se determinaron factores como la dieta, la actividad física, el índice de masa corporal y la disposición de malos hábitos de consumo. De esta manera, podrían alcanzar un resultado más preciso. Sin embargo, los datos no reflejan información acerca de elementos genéticos, familiares, de resistencia a la insulina o de la circunferencia de la cintura.

Resultados del estudio

Pese a las ligeras limitaciones que los científicos tuvieron durante la investigación, los resultados fueron considerablemente concluyentes. Y es que estos apuntaron directamente a una reducción en el consumo de carne durante la dieta habitual. Es por ello que se recomienda sustituir las carnes rojas por otro tipo de carnes como las de ave. De esta forma, el riesgo de contraer diabetes tipo 2 disminuirá en los usuarios que lo efectúen.

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Laura Alfaro

Por otro lado, se aconseja mantener unos hábitos alimenticios variados. Por lo que podemos recurrir a otros alimentos ricos en nutrientes que se alejen de la carne, como pueden ser guisantes, alubias, lentejas o tofu. Encontrar un equilibrio entre el consumo de estas y uno más reducido de carne procesada puede ser muy beneficioso para nuestra salud.

“Es bien sabido que, en general, las carnes procesadas disponibles, como el jamón, las salchichas, el tocino, los perritos calientes, el salami o el pepperoni, están altamente procesadas, contienen aditivos químicos y tienen un alto contenido de sal, lo que las hace poco saludables para una amplia gama de condiciones de salud”, declaraba uno de los investigadores del estudio.