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Me he pasado en verano y tengo el colesterol alto: ¿Qué debo comer y qué no?
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Me he pasado en verano y tengo el colesterol alto: ¿Qué debo comer y qué no?

Para quienes han notado un aumento de alguno de estos dos factores, la primera recomendación es ajustar la alimentación

Foto: Alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 como el aguacate y el salmón son beneficiosos para la salud. (iStock)
Alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 como el aguacate y el salmón son beneficiosos para la salud. (iStock)

Al ser época de vacaciones, en verano muchas personas se permiten ciertos excesos en su dieta. Entre otros, las reuniones familiares y las comidas fuera de casa pueden llevar a un aumento en el consumo de alimentos altos en grasas y azúcares. Uno de los problemas más comunes que surgen después de estos meses de indulgencia es el aumento del colesterol y una alta presión arterial, ambos factores de riesgo significativos para enfermedades cardiovasculares y otras patologías.

El colesterol es una sustancia grasa presente en nuestro cuerpo y en muchos alimentos. Existen dos tipos principales: el colesterol LDL, que puede acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de problemas cardíacos, y el colesterol HDL, que ayuda a eliminar el exceso de esta sustancia del cuerpo. Un nivel elevado del primero es particularmente peligroso cuando se combina con una presión arterial alta.

Foto: Descubre cómo preparar esta receta con aguacate. (Unsplash)

Para quienes han notado un aumento de alguno de estos dos factores, la primera recomendación es ajustar la alimentación. La dieta es uno de los pilares fundamentales en la regulación del organismo, y saber qué alimentos consumir y cuáles evitar es esencial para restaurar el equilibrio. Es crucial reducir el consumo de grasas saturadas, que se encuentran en alimentos como las carnes rojas, la mantequilla, la sal, los quesos grasos y los productos de repostería industrial.

Hábitos saludables

En su lugar, se recomienda optar por fuentes de grasas saludables, como el aceite de oliva, los aguacates y los frutos secos, que no solo no disminuyen el colesterol LDL, sino que también pueden ayudar a aumentar el HDL. Incorporar alimentos ricos en fibra soluble es otro paso clave en la gestión de estos factores. Esta sustancia que se encuentra en alimentos como la avena, las manzanas, las zanahorias y las legumbres, ayuda a reducir la absorción de las grasas en el intestino, lo que puede disminuir los niveles en sangre.

Foto: En la actualidad, es posible encontrar en el mercado una gran variedad de frutas y verduras fuera de temporada. (iStock)

El ejercicio regular también es un hábito que juega un papel fundamental en la regulación tanto del colesterol como de la presión arterial. Actividades físicas como caminar, nadar o andar en bicicleta pueden ayudar a reducir los niveles en ambos casos. El ejercicio no solo mejora la circulación sanguínea, sino que también ayuda a controlar el peso, otro factor importante en la gestión de estos problemas.

Aunque pueden adoptarse prácticas para combatirlos, es crucial realizar chequeos médicos regulares para monitorear estos parámetros y ajustar el estilo de vida según sea necesario. La combinación de una dieta equilibrada, ejercicio regular, un buen descanso y seguimiento médico es la mejor estrategia para mantener el colesterol y la presión arterial bajo control, asegurando así una mejor salud a largo plazo.

Al ser época de vacaciones, en verano muchas personas se permiten ciertos excesos en su dieta. Entre otros, las reuniones familiares y las comidas fuera de casa pueden llevar a un aumento en el consumo de alimentos altos en grasas y azúcares. Uno de los problemas más comunes que surgen después de estos meses de indulgencia es el aumento del colesterol y una alta presión arterial, ambos factores de riesgo significativos para enfermedades cardiovasculares y otras patologías.

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