Chequeo postvacacional de la salud de la boca: reparar los excesos del verano (y el microbioma)

El verano, aunque es una época de descanso y disfrute, puede convertirse en una fuente significativa de estrés debido a cambios en la rutina, exposición a calor extremo, y factores sociales como gastos adicionales y reuniones familiares, que pueden incrementar la ansiedad. El regreso a la rutina diaria tras las vacaciones suele acarrear un aumento del estrés a medida que retomamos las exigencias del trabajo o el estudio.

Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo produce hormonas como el cortisol, que puede incrementar la inflamación en la boca y facilitar la proliferación de bacterias nocivas, provocando problemas como la gingivitis y la periodontitis.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

Unas encías sanas son el espejo de una buena salud general

Dr. Pablo Sada García-Lomas

El bruxismo, o rechinar los dientes, es otra respuesta común al estrés. Muchas personas lo hacen inconscientemente mientras duermen, lo que puede llevar al desgaste dental, fracturas, dolor en la mandíbula y cefaleas. Si no se trata, el bruxismo puede derivar en problemas más graves, como trastornos de la articulación temporomandibular (ATM).

Una boca seca incrementa el riesgo de infecciones bucales y mal aliento

El estrés también puede alterar la producción de saliva, causando sequedad bucal. La saliva es crucial para neutralizar los ácidos en la boca y prevenir la caries. Una boca seca incrementa el riesgo de infecciones bucales y mal aliento.

La investigación ha demostrado que el estrés no solo agrava las condiciones preexistentes, sino que también puede ser un factor desencadenante en el desarrollo de nuevas enfermedades periodontales.

Microbioma oral y salud general

En los últimos años, la investigación sobre el microbioma humano ha revelado su crucial impacto en la salud general, y el microbioma oral no es una excepción. Los avances en este campo han resaltado la importancia de mantener un equilibrio saludable en las bacterias de nuestra boca, especialmente después de un verano lleno de cambios en la dieta, la hidratación y los hábitos de higiene oral.

El microbioma oral es el conjunto de microorganismos, principalmente bacterias, que viven en la boca y son vitales para la salud, ya que desempeña un papel crucial en la digestión, la protección contra patógenos y la regulación del sistema inmunológico. Un desequilibrio en este microbioma puede conducir a problemas como caries, enfermedades periodontales, y aumentar el riesgo de patologías sistémicas, como la diabetes y las afecciones cardíacas.

Se ha avanzado en el uso de probióticos específicos para el microbioma oral, que ayudan a restaurar el equilibrio bacteriano tras episodios de estrés, cambios dietéticos o antibioterapia

Estudios recientes sugieren que ciertas bacterias orales pueden contribuir a la inflamación crónica cuando ingresan al torrente sanguíneo, vinculándose con enfermedades como la artritis reumatoide y la aterosclerosis. Además, se ha avanzado en el uso de probióticos específicos para el microbioma oral, que pueden ayudar a restaurar el equilibrio bacteriano tras episodios de estrés, cambios dietéticos o tratamientos con antibióticos.

Consejos para una boca sana

Después del verano, es crucial tomar medidas para restaurar y mantener un microbioma saludable, garantizando así no solo una boca sana, sino también un bienestar general a largo plazo. Las consignas de los especialistas son:

1. Restablece tus hábitos de higiene oral: Cepíllate al menos dos veces al día con un dentífrico que contenga flúor y utiliza hilo dental diariamente. Considera enjuagues bucales que promuevan un microbioma saludable, como aquellos con probióticos.
2. Hidrátate adecuadamente: Bebe suficiente agua para estimular la producción de saliva y mantener un ambiente bucal saludable. Evita bebidas azucaradas y ácidas.
3. Consulta a tu dentista: Un chequeo dental después del verano es clave para evaluar la salud de tu microbioma oral y recibir recomendaciones específicas, como el uso de probióticos orales o tratamientos específicos para restaurar el equilibrio bacteriano.
4. Cuida tu dieta: Incorpora alimentos ricos en fibra y bajos en azúcares refinados. Alimentos fermentados como el yogur y el kéfir también pueden ser beneficiosos.

Hacerse un chequeo dental después del verano es crucial para detectar y tratar cualquier problema a tiempo. No solo es una medida preventiva inteligente, sino un acto de responsabilidad personal hacia la salud y bienestar general. Además de la limpieza y revisión rutinaria, los chequeos dentales permiten a los profesionales identificar signos tempranos de problemas graves como enfermedades periodontales o incluso cáncer oral.