¿Por qué cada vez puedo beber menos, según la ciencia? La respuesta está en la edad

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Es normal que, con el paso de los años, sintamos en mayor medida el efecto de tomarnos un par de copas. Tanto los hombres como las mujeres vamos perdiendo tolerancia al alcohol a medida que envejecemos, desarrollando una mayor sensibilidad al mismo. Esto se contradice con los resultados de los últimos estudios, que confirman un aumento del consumo de alcohol entre la población mayor de 65 años en la actualidad.

También existe un palpable desconocimiento acerca de los cambios fisiológicos que ocurren en el ser humano durante el envejecimiento, lo que provoca que, al ingerir bebidas alcohólicas, disponga de un nivel más alto de alcohol en sangre. Esto se traduce en un cierto deterioro en nuestro sistema cognitivo y comportamiento.

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Es por ello que muchos usuarios que comienzan a entrar en edades avanzadas sienten el estado de embriaguez propio del consumo de alcohol a mayor velocidad con las mismas cantidades que tomaban previamente. Y es que el organismo de una persona de 18 años, siendo esta la edad legal en España para adquirir alcohol en los establecimientos, no es el mismo que el de un sujeto de 60 años.

Pérdida de tolerancia al alcohol

El origen de esa menor tolerancia al alcohol con el paso del tiempo se encuentra en los cambios progresivos de la composición corporal de una persona. Uno de ellos es el aumento de grasa corporal, dando paso a una reducción de la cantidad de agua que posee un usuario en su organismo.

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De hecho, un estudio realizado en el año 2023 reveló que el agua suponía un 62% del peso total (en un rango normal) de una persona de entre tres y diez años. Este porcentaje se mantiene estable en los hombres durante gran parte de su vida, viéndose reducido hasta el 55% en las mujeres de entre 11 y 60 años. Una vez superadas esas edades, usuarios de ambos sexos sufrían una disminución del mismo, conformando un 57% en los hombres y un 50% en las mujeres.

Esa menor tolerancia al alcohol viene dada porque es una sustancia soluble en agua. Es por ello que, si las personas de edad más avanzada poseen una menor cantidad de agua en su organismo, al beber la misma cantidad de alcohol, disponen de un mayor nivel de este en sangre. Esto acentúa significativamente la sensación de embriaguez. Por ello, los efectos que tiene una bebida alcohólica en una persona mayor puede ser equivalente al que tenían dos o tres vasos de la misma en su juventud.