Ofrecido por

CAR-T UNA NUEVA ESPERANZA PARA LOS TUMORES DE LA SANGRE

por EC Brands

Los avances experimentados en el ámbito de la terapia celular CAR-T están cambiando el pronóstico y la esperanza de vida para pacientes que padecen ciertos tipos de cánceres oncohematológicos, como los linfomas, las leucemias y los mielomas, y que hasta el momento tenían opciones terapéuticas limitadas. En el mes del cáncer hematológico, visibilizamos esta patología que sigue siendo una gran desconocida en nuestra sociedad

En el año 2012, Emily Whitehead, una niña de seis años diagnosticada de leucemia linfoblástica aguda (LLA) -el cáncer pediátrico más frecuente-, se encontraba en una situación crítica: tras haber recaído dos veces al tratamiento con quimioterapia, y con opciones terapéuticas muy limitadas, entró en un ensayo clínico con un fármaco CAR-T, que en aquel momento era experimental y se consideraba “el último cartucho” para situaciones como la suya. Tras el tratamiento, y en solo unas semanas, Emily entró en remisión completa. Su caso se convirtió en el mejor emblema de éxito para las CAR-T, y supuso un espaldarazo para la investigación, desarrollo y aprobación de estos fármacos. De hecho, en 2013, la revista Science reconoció este tipo de terapia como “El Avance del Año”.

Desde entonces, las CAR-T han vivido una revolución, que se ha hecho aún más patente en los últimos cinco años y que ha conseguido dar esperanza a muchos pacientes con enfermedades oncohematológicas que, hasta el momento, tenían una esperanza de vida muy limitada.

Qué son lasCAR-T

Para entender en qué consisten, expone la doctora Anna Sureda, jefa de Servicio de Hematología Clínica del Institut Català d'Oncologia (ICO), hay que dar un paso atrás y explicar el concepto de terapia celular: “Son tratamientos que utilizan células del propio paciente, o de donantes, para tratar la enfermedad”.

Sin duda, el ejemplo de terapia celular popularmente más conocido es el ‘trasplante de médula ósea’, aunque su nombre preciso sea trasplante de progenitores hematopoyéticos. Pero “las terapias CAR-T van un paso más allá: en ellas, se modifican genéticamente los linfocitos T del propio paciente para que puedan atacar y destruir las células malignas que han causado la enfermedad”.

La terapia CAR-T paso a paso

01Extracción de linfocitos T

Se extrae sangre del paciente y se separan los diferentes componentes de la sangre para seleccionar específicamente los linfocitos T, es decir, las células del sistema inmune especializadas en destruir células infectadas y cancerosas.

02Modificación genética

Las células T se modifican genéticamente en el laboratorio para que expresen receptores de antígenos quiméricos (CAR) específicos para antígenos presentes en las células malignas del paciente.

03Expansión

Las células modificadas se cultivan y se expanden en grandes cantidades.

04 Infusión

Las células T modificadas se infunden nuevamente en el paciente previa administración de un tratamiento linfodepletivo para facilitar la expansión de estas células CAR-T en el paciente.

05 Ataque al cáncer

Una vez infundidas, estas células se multiplican en el cuerpo e identifican y atacan específicamente a las células cancerosas que expresan el antígeno diana.

Por qué en los tumores de la sangre

La investigación de las terapias CAR-T está en expansión y cada vez se estudian más sus posibilidades en distintos tipos de tumores e incluso fuera del entorno de la hemato-oncología. Pero su desarrollo y aplicación se ha centrado en los cánceres de la sangre (linfomas, leucemias y mielomas). “Los antígenos que reconocen las células CAR-T se expresan con más consistencia en las células de tumores hematológicos, lo que facilita su identificación y destrucción”, señala el doctor Joaquín Martínez López, jefe de Servicio de Hematología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y director científico de la fundación CRIS contra el cáncer.

Así, las investigaciones han demostrado que las células CAR-T son más efectivas contra tumores de la sangre porque estas células cancerosas están más accesibles en la sangre y la médula ósea, el entorno es menos hostil, y los antígenos son más específicos. .

Según la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN, 2023), la tasa de cánceres hematológicos en España representa una tasa de 55,9 casos por 100.000 habitantes/año, con una estimación de 28.657 nuevos diagnósticos en 2024. De esta cifra total, 19.900 casos serán neoplasias linfoides y 8.611 neoplasias mieloides.

En contraste, los tumores sólidos presentan barreras físicas y químicas que dificultan la penetración y efectividad de las células CAR-T, y hay un mayor riesgo de atacar células sanas debido a la variedad de antígenos presentes en los tumores sólidos

El triunfo de la medicina personalizada

“Las CAR-T son el mejor ejemplo de la medicina personalizada”, continúa el doctor Martínez López. “A partir de la modificación genética de las células T del paciente se obtiene un medicamento que está dirigido a ese paciente en concreto y a ese tumor en particular. Es como un misil dirigido a sus células malignas”.

Son medicamentos innovadores y disruptivos basados en unos estándares de calidad sobresalientes, ya que cada tratamiento se elabora de manera individualizada para cada paciente.

Las CAR-TEn España

En noviembre de 2019, y adelantándose a la llegada de los medicamentos CAR-T, en el pleno del Consejo Interterritorial se aprobó un nuevo Plan de Abordaje para gestionar las Terapias Avanzadas. Como explica la doctora Sureda, “se promovió el desarrollo de circuitos a nivel nacional y una política sanitaria específica que pretendía optimizar el tratamiento y que los pacientes fueran tratados en una red de centros de excelencia”.

Hay que entender que el manejo de las CAR-T es diferencial porque existe un plan nacional con una red de 26 centros de terapias avanzadas en el Sistema Nacional de Salud (SNS). En un primer momento se dio autorización únicamente a nueve hospitales, por lo que muchos pacientes tenían que trasladarse incluso de comunidad autónoma para recibir la terapia, con todo lo que conlleva. Actualmente, gracias a la ampliación, esta situación ha mejorado, pero aún sigue habiendo comunidades que no disponen de centro autorizado.

En qué casos están indicadas

Las CAR-T empezaron a desarrollarse, señala la doctora Sureda, “en neoplasias linfoides B que expresan antígeno CD19, pero progresivamente se han ido incorporando nuevas indicaciones, y ahora pueden recibirlas pacientes con otro tipo de tumores hematológicos”.

Así, estas son las indicaciones aprobadas y financiadas en España:

Leucemia linfoblástica aguda de células B refractaria, en recaída post-trasplante o en segunda o posterior recaída en pacientes pediátricos y adultos jóvenes de hasta 25 años de edad y leucemia linfoblástica aguda de precursores de células B refractaria o en recaída, en pacientes adultos de 26 años de edad y mayores

Linfoma B difuso de células grandes (LBDCG) y linfoma B de alto grado refractario o en recaída en los 12 meses después de haber completado inmunoquimioterapia de primera línea, en pacientes adultos y LBDCG refractario o en recaída después de dos o más líneas de tratamiento sistémico, en pacientes adultos

Linfoma B primario mediastínico de células grandes después de dos o más líneas de tratamiento sistémico

Linfoma folicular refractario o en recaída después de dos o más líneas de tratamiento sistémico, en pacientes adultos

Linfoma de células del manto refractario o en recaída después de dos o más líneas de tratamiento sistémico, incluido un inhibidor de la tirosina-quinasa de Bruton, en pacientes adultos

Mieloma múltiple en recaída y refractario en pacientes adultos, que han recibido al menos tres tratamientos previos, incluidos un agente inmunomodulador, un inhibidor del proteosoma y un anticuerpo anti-CD38 y han presentado progresión de la enfermedad al último tratamiento

¿Cuáles son los resultados? A pesar de su reciente implementación, empezamos a tener resultados a largo plazo, principalmente en aquellos pacientes con linfoma B agresivo de células grandes que se incluyeron en los estudios pivotales ZUMA-1, JULIET, TRANSCEND, ZUMA-7 y TRANSFORM. También en los pacientes con leucemia aguda linfoblástica B incluidos en el ensayo ELIANA y ZUMA-3.

Se considera que las terapias CAR-T pueden inducir remisiones duraderas en aproximadamente el 30 al 40% de los pacientes con linfoma B de células grandes y leucemia linfoblástica aguda, tipo de canceres que son particularmente agresivo y difíciles de tratar. *Los resultados corresponden a EFS considerados los estudios ELIANA, ZUMA-1, ZUMA-7, JULIET, TRANSCEND y TRANSFORM.

En pacientes con Linfoma B difuso de células grandes, hay estudios que demuestran una supervivencia global a los 4 años de hasta el 55% cuando tratados en segunda línea y una supervivencia global a los 5 años de hasta el 43%, cuando tratados en tercera línea. *Los resultados corresponden a OS considerados los estudios ZUMA-1, ZUMA-7, TRANSCEND y TRANSFORM.

Para poner en perspectiva estos datos hay que recordar que, con las estrategias convencionales, las posibilidades de supervivencia eran inferiores al 20%

Doctora Anna Sureda

Los retos de lasCAR-T

Pero el camino no ha hecho sino empezar. “Las terapias CAR-T tienen un enorme potencial, están revolucionando el tratamiento de los tumores hematológicos y es muy posible que, en los próximos años, todos los cánceres de la sangre sean tratados con ellas”, señala el doctor Joaquín Martínez, quien, no obstante, señala que “aún quedan retos por delante”.

Áreas de mejora

Tiempo de espera: desde que se selecciona al paciente candidato a recibir CAR-T hasta que se le infunde el fármaco transcurre un tiempo que no suele bajar de cinco semanas. “Hay muchos pasos burocráticos”, explica el doctor Martínez, y la doctora Sureda recuerda que “optimizar este tiempo y reducirlo es clave, ya que hablamos de pacientes que se encuentran en una situación muy delicada y, para ellos, las semanas cuentan”.

Indicaciones: además de seguir ampliando el número de indicaciones, los expertos apuntan la importancia de que se haya aprobado su utilización en fases más tempranas, cuando el paciente no ha requerido tantos tratamientos”. Para aquellos pacientes primariamente refractarios o en recaída temprana. Actualmente ya existen estudios que valoran la utilización del CAR-T como medicamento de primera línea.

Más indicaciones, más rapidez en los procedimientos e inclusión de estas terapias en fases anteriores. Son los tres principales retos a los que hay que hacer frente, y cuya mejora propiciará que la implementación esté “a la altura con el papel que juega España en la investigación con estas terapias”, señala el doctor Martínez, que también recuerda que “España es un país líder en ensayos clínicos”.

Nuevas investigaciones

Aunque el foco está puesto en las enfermedades oncohematológicas, también se está investigando su potencial en otras patologías, incluyendo tumores sólidos y enfermedades no oncológicas.

Tumores sólidos: Se están llevando a cabo investigaciones para mejorar la eficacia de las células CAR-T en cánceres como los de mama, pulmón, colorrectal, ovario y hígado.

Enfermedades autoinmunes: Estudios recientes han encontrado resultados prometedores en el tratamiento de enfermedades autoinmunes, como lupus eritematoso sistémico (LES), esclerosis sistémica y miopatía inflamatoria idiopática.

Infecciones fúngicas: La terapia CAR-T también está siendo explorada por su potencial en el tratamiento de infecciones pulmonares fúngicas resistentes. Aunque la investigación está en etapas tempranas, los resultados preliminares sugieren que las células CAR-T podrían ser modificadas para dirigirse y eliminar células infectadas por hongos, ofreciendo una nueva vía de tratamiento para estas difíciles infecciones