Estos son los casos en los que pueden denegarte una incapacidad permanente
Esta prestación económica está destinada a aquellos que, debido a su condición de salud, ven reducida o completamente anulada su capacidad para trabajar
- Este es el listado de enfermedades que dan derecho a una incapacidad permanente
- Cómo solicitar la incapacidad permanente: requisitos, trámites y diferencia entre total y parcial
La Seguridad Social se encarga de conceder la incapacidad permanente cuando un trabajador sufre un accidente o una enfermedad que le impide continuar con su actividad profesional. Esta prestación económica está destinada a aquellos que, debido a su condición de salud, ven reducida o completamente anulada su capacidad para trabajar.
Según el grado de afectación y las secuelas, los trabajadores pueden optar por diferentes modalidades de pensión: incapacidad permanente parcial, incapacidad permanente total, incapacidad permanente absoluta y gran invalidez.
Denegación de una incapacidad permanente
Sin embargo, no todas las solicitudes son aceptadas, y existen diversos motivos por los cuales el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) puede denegar la prestación.
Para acceder a una incapacidad permanente, es necesario cumplir con varios requisitos. Por ejemplo, el trabajador debe estar afiliado y en alta o en situación asimilada al alta. Además, en casos de enfermedad común, se exige un período mínimo de cotización previo. En situaciones de accidente laboral o enfermedad profesional, no es necesario haber cotizado previamente, lo que facilita el acceso a la prestación.
Si se deniega la incapacidad y se otorga el alta médica, el trabajador debe reincorporarse al día siguiente de recibir la notificación
Una vez que el trabajador ha estado en situación de baja por un periodo de 18 meses, la Seguridad Social está obligada a revisar su caso. A partir de esta revisión, se puede decidir entre conceder la pensión, dar el alta médica o extender la baja por un máximo de seis meses adicionales. Sin embargo, si se deniega la incapacidad y se otorga el alta médica, el trabajador debe reincorporarse a su puesto de trabajo al día siguiente de recibir la notificación, según explican los expertos de Campmany.
En caso de que se deniegue la incapacidad permanente, es posible presentar una reclamación administrativa ante la Seguridad Social. Si esta reclamación no prospera, el trabajador tiene la opción de recurrir a la vía judicial. Pero, como advierten desde Campmany, durante todo este proceso, es esencial que el trabajador continúe cumpliendo con sus obligaciones laborales, ya que ausentarse del trabajo sin justificación puede conllevar sanciones graves, incluyendo el despido.
Es importante destacar que la Seguridad Social puede revisar y modificar sus decisiones en cualquier momento, especialmente si se detecta que el beneficiario ha actuado de forma fraudulenta o ha rechazado tratamientos médicos que podrían mejorar su estado de salud.
Incapacidad permanente parcial
Esta modalidad se concede cuando el trabajador sufre una disminución no inferior al 33% en su rendimiento laboral, pero aún puede seguir desempeñando su trabajo habitual. Para acceder a esta pensión, el afectado debe estar afiliado y en alta o en una situación asimilada al alta. Además, si la incapacidad deriva de una enfermedad común, es necesario haber cotizado un mínimo de 1.800 días en los diez años previos a la fecha en que se agota la incapacidad temporal.
Incapacidad permanente total
Se concede a aquellos trabajadores que quedan inhabilitados para su profesión habitual, pero pueden dedicarse a otra distinta. Los requisitos incluyen estar afiliado, en alta o en situación asimilada al alta. Si la incapacidad se deriva de una enfermedad común, el período de cotización varía según la edad del trabajador. Por ejemplo, para menores de 31 años se exige haber cotizado al menos un tercio del tiempo transcurrido entre los 16 años y la fecha del hecho causante. Para quienes tienen 31 años o más, se requiere un cuarto del tiempo entre los 20 años y la fecha del hecho causante, con un mínimo de cinco años de cotización.
Incapacidad permanente absoluta
Esta pensión se otorga a aquellos que no pueden desempeñar ningún tipo de trabajo debido a la gravedad de su condición. Los requisitos son similares a los de la incapacidad permanente total, pero con la diferencia de que la evaluación médica determina que el trabajador está incapacitado para cualquier actividad laboral.
Gran invalidez
Este es el grado más severo de incapacidad permanente. Se reconoce a los trabajadores que, además de estar incapacitados para cualquier trabajo, necesitan la asistencia de otra persona para realizar los actos más esenciales de la vida diaria. Los requisitos para acceder al grado de gran invalidez son los mismos que para la incapacidad permanente absoluta.
- Este es el listado de enfermedades que dan derecho a una incapacidad permanente
- Cómo solicitar la incapacidad permanente: requisitos, trámites y diferencia entre total y parcial
La Seguridad Social se encarga de conceder la incapacidad permanente cuando un trabajador sufre un accidente o una enfermedad que le impide continuar con su actividad profesional. Esta prestación económica está destinada a aquellos que, debido a su condición de salud, ven reducida o completamente anulada su capacidad para trabajar.
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