Sí, hay embarazadas que siguen fumando y estas ginecólogas te explican los motivos
En España, una de cada cinco gestantes no deja el tabaco durante el embarazo. Sin embargo, y aunque la recomendación es no fumar, hay que estudiar cada caso particular
Más de 5.000 sustancias químicas y tóxicas, riesgo de bronquitis crónica, cáncer de pulmón, cáncer de laringe o accidente cerebrovascular. Son algunas de las consecuencias del tabaco. Fumar durante el embarazo también tiene consecuencias para el bebé y, sin embargo, en España una de cada cinco gestantes sigue manteniendo el hábito.
Así lo explicaba el último estudio sobre el asunto en España, realizado por el Instituto de Salud Carlos III, en el que además participan el Estudio Colaborativo Español de Malformaciones Congénitas (ECEMC), el Instituto de Investigación de Enfermedades Raras (IIER) y el Centro Nacional de Epidemiología publicado en 2019.
Ahora, un trabajo observacional, publicado recientemente en la Journal of Epidemiology & Community Health, insiste en que un solo cigarrillo al día antes o durante el embarazo es suficiente para causar importantes problemas de salud en el bebé. Entonces, si ya se conocían los efectos perjudiciales de fumar, ¿por qué han hecho este nuevo análisis?
"En la publicación hablan de morbilidad neonatal, los bebés que ingresan en neonatos o los que requieren UCI, y eso no se había estudiado antes. Parece claro lo que ya sabíamos, que el tabaco es altamente nocivo para el embarazo", explica a este periódico Miguel Álvaro Navidad, jefe asociado del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.
"Fumar es malo siempre y lo dice una asquerosa fumadora, pero hay momentos en que el corte radical provoca un estado estrés que es muchísimo peor", decía Terelu Campos a finales de junio cuando pillaban a su hija embarazada, Alejandra Rubio, fumando. ¿Pero, la comunidad médica qué opina respecto a este asunto?
Por su parte, el doctor Álvaro comenta que muchas veces "es lo que quieren entender del médico las gestantes": "Lo que le habrá dicho es 'tú no tienes que fumar' y la embarazada asegura que lo necesita para vivir y que hasta ahora se fumaba diez cigarros. Entonces, la respuesta del profesional habrá sido que uno es mejor que diez". Además, afirma que el tabaquismo se asocia a abortos, malformaciones o muerte fetal.
Cuando la embarazada "lo necesita para vivir" la respuesta del profesional habrá sido que un cigarro es mejor que diez
La doctora Diana Cuenca, facultativa especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Universitario de Torrejón, también tiene una respuesta clara: "Lo ideal es que una mujer se encuentre en un estado óptimo de salud, que no presente ansiedad y evidentemente que no fume. La ansiedad elevada provoca efectos negativos en el embarazo, pero el consumo de tabaco, aunque sea uno o dos cigarros al día, presenta peores efectos".
"Todos los obstetras hemos visto efectos del tabaco en embarazadas, sobre todo cuando hablamos del peso del bebé. Es uno de los factores que si modificamos se asocia con un mayor efecto en la salud materno-fetal. Los hijos nacidos de mujeres que han fumado también tienen más riesgo de hacer distress respiratorio, nacer por cesárea y desarrollar en el futuro asma, obesidad o enfermedad cardiovascular", continúa la especialista.
En cambio, Virginia Ortega, ginecóloga del Hospital Gregorio Marañón, describe que a veces el tabaco "es el menor de los problemas": "El abanico de escenarios es enorme. Veo grandes fumadoras en las consultas de alto riesgo porque son pacientes que aparte del tabaco tienen más problemas y este a veces es el menor. Es muy difícil reconducir a estos perfiles, evidentemente insistes, pero normalmente tienen obesidad, consumen otro tipo de sustancias o tienen problemas sociales. A veces pasar de un paquete a tres cigarros diarios es un logro enorme y no se puede generalizar. Hay pacientes que por vergüenza no te cuentan que fuman".
Según el estudio de la revista científica, el riesgo de ingreso del recién nacido en cuidados intensivos era un 13% mayor, para gestantes que fumaban uno o dos cigarros, y aumentaba al 29% si los cigarrillos eran 20 o más.
Fumadores pasivos
Otro de los aspectos en los que incide el ginecólogo Álvaro es el de fumar de forma pasiva: "En los hijos de padres fumadores, aunque no lo hagan delante de la madre, aumentan los casos de muerte súbita del lactante. Los tóxicos se quedan impregnados en los tejidos".
"Si tu marido fuma, aspiras el humo igual y se asocia a las mismas complicaciones", aclara. Asimismo, expresa que es algo que se advierte en las consultas, pese a que la respuesta de los padres sea que "salen a la terraza a fumar".
¿Ven muchas fumadoras en consulta?
En cuanto al número de fumadoras que ven en las consultas, los porcentajes oscilan entre el 10 y el 25% en los hospitales mencionados. "Nuestro porcentaje de mujeres embarazadas que fuman es de un 14-15% del total. Estos datos son derivados del estudio preval-decrease, un estudio multicéntrico español, en el que se incluyen más de 20.000 gestaciones. Este porcentaje es parecido al publicado en el Instituto Nacional de Estadística, en el que exponen que el 16,4% de las mujeres fuman, según la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020", manifiesta Cuenca.
La sensación de Álvaro es parecida, aunque añade que ve muchas mujeres que abandonan el hábito del tabaquismo al enterarse de la gestación. "También es importante recalcar que es igual de nocivo fumar durante la lactancia porque se asocia a problemas respiratorios y muerte súbita igual. Pasas a tener un niño fumador y es la etapa más frágil del desarrollo".
Recursos para dejarlo
Mientras, la doctora Ortega cree que la clave es la prevención: "Lo ideal sería que hubiera siempre una consulta preconcepcional y no siempre existe. Sería fundamental que le dijéramos ahí cosas que ya saben, como la toma de ácido fólico, y recomendarle que deje el tabaco en ese momento y no espere a quedarse embarazada". Igualmente, señala que en Atención Primaria hay muchos recursos para dejar de fumar: "Se dan muchas ayudas, pero no se promocionan".
En el caso de la Fundación Jiménez Díaz, el ginecólogo Álvaro aclara que en el centro cuentan con programas centrados en el tema: "En el hospital hacemos una valoración psiquiátrica antes del embarazo y en el postparto, donde evaluamos el consumo de tabaco o alcohol, la ansiedad, la depresión y contamos con grupos de apoyo específicos para tratarlos desde hace un año y medio aproximadamente".
Más de 5.000 sustancias químicas y tóxicas, riesgo de bronquitis crónica, cáncer de pulmón, cáncer de laringe o accidente cerebrovascular. Son algunas de las consecuencias del tabaco. Fumar durante el embarazo también tiene consecuencias para el bebé y, sin embargo, en España una de cada cinco gestantes sigue manteniendo el hábito.
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