Qué es la 'ansiedad flotante': las 8 claves para saber si sufres este problema

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La ansiedad se ha convertido en un tema central en la sociedad actual, y es el problema de salud mental más frecuentemente registrado en las historias clínicas de
atención primaria, según los datos del Ministerio de Sanidad. Dentro de sus distintas manifestaciones, destaca la ansiedad flotante, un tipo de malestar psicológico que, a diferencia de otros, no parece tener un desencadenante específico.

Este tipo de ansiedad se caracteriza por una sensación persistente de preocupación o malestar que no está ligada a un estímulo concreto, según explican los especialistas de Mundo Psicólogos. La ansiedad flotante puede presentarse en cualquier momento, sin previo aviso, y aunque no siempre lleva a un trastorno, puede afectar considerablemente la calidad de vida.

Síntomas

Los síntomas de la ansiedad flotante pueden variar en cada persona, pero existen algunos signos comunes que permiten identificarla, como señalan desde Mundo Psicólogos. Uno de los principales síntomas es la preocupación constante, que se manifiesta a través de pensamientos recurrentes y un malestar persistente, incluso en ausencia de un motivo concreto. Este tipo de ansiedad también puede provocar nerviosismo e irritabilidad, afectando tanto el bienestar emocional como las relaciones interpersonales.

Otro síntoma habitual es la dificultad para concentrarse, lo que hace que enfocarse en tareas específicas sea un verdadero desafío. Las personas que sufren de ansiedad flotante también pueden experimentar problemas para conciliar el sueño, debido a las preocupaciones que se mantienen activas incluso durante la noche. Esta condición puede generar una incapacidad para relajarse, llevando a una sensación de tensión constante.

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Uno de los aspectos más angustiantes de la ansiedad flotante es el miedo recurrente a morir, un temor irracional que puede aparecer sin previo aviso. Además, es común que las personas eviten situaciones que, aunque no provocan ansiedad directamente, temen que puedan desencadenarla. Este estado de alerta constante puede generar una hipervigilancia que agrava el malestar general.

Consejos para gestionar la ansiedad flotante

Aunque no se puede eliminar la ansiedad por completo, es posible aprender a manejarla. Algunas estrategias incluyen la práctica de la meditación, que ayuda a centrar la mente en el presente y a reducir la rumiación mental. También es beneficioso pasar más tiempo en la naturaleza, donde el entorno tranquilo puede contribuir a un estado de mayor relajación.

Además, adoptar una actitud más positiva frente a las situaciones difíciles puede ser útil para contrarrestar la tendencia a enfocarse en lo negativo. Esto, junto con mejorar los hábitos diarios, como llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente, puede ayudar a mitigar los efectos de la ansiedad flotante.