Comer al aire libre podría costarte la salud si no sigues las recomendaciones adecuadas: estos son los pasos a seguir

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Una de las actividades más disfrutables que podemos realizar en grupo es, sin duda, comer en el exterior. Si las circunstancias meteorológicas lo permiten, llevar a cabo desde pequeños tentempiés hasta grandes comilonas a la intemperie puede desembocar en una velada realmente agradable. No es extraño realizar barbacoas en jardines o salidas al campo donde comer un poco para recuperar fuerzas.

No obstante, dicha práctica no solo posee elementos positivos. El clima cálido que nos puede permitir dicha actividad también supone un riesgo en la integridad de los alimentos. Y es que, con el calor, estos se convierten en un caldo de cultivo para numerosas bacterias que pueden resultar muy dañinas para nuestra salud. Y es que existen multitud de enfermedades que se transmiten por la ingesta de comida en mal estado.

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Si nos encontramos en la situación de organizar una comida al aire libre y queremos evitar correr este tipo de riesgos, lo ideal será llevar a cabo una serie de recomendaciones preventivas. De esta manera, podremos disfrutar de un banquete en el exterior sin preocuparnos de enfermar por el estado de algunos alimentos.

Medidas de prevención

Uno de los consejos más frecuentes a la hora de manipular cualquier tipo de comida en el exterior es el de lavarse las manos. Si no disponemos de un baño a nuestro alcance en ese momento, lo mejor será llevar con nosotros toallitas desechables. Durante la limpieza de nuestras manos, debemos asegurarnos de haber cubierto toda la superficie de las palmas y dedos, poniendo especial atención a las uñas, las cuales son uno de los principales focos de infección.

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C. M.

Por otro lado, debemos tener muy en cuenta evitar la contaminación cruzada entre alimentos. Si tenemos pensado organizar una barbacoa, debemos envolver bien la carne cruda que vamos a cocinar y separarla de otros alimentos que vayamos a consumir. De esta forma, evitaremos que diversos jugos acaben derramados por el resto de la comida y la deterioren en el proceso. Esto también incluye utilizar utensilios diferentes para cortar y servir la comida.

Por último, durante el proceso de cocinado, debemos asegurarnos de que la carne se ha cocido lo suficiente como para permitir su consumo. Y es que cada carne posee sus temperaturas internas recomendadas. Es por ello que se aconseja tener a mano un termómetro para conocer de manera precisa los grados que desprende el utensilio que estemos empleando para preparar la comida.