El truco perfecto para perder barriga si tienes más de 50 años: no daña la espalda y se puede hacer en casa

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La grasa del abdomen es una de las zonas más complicadas de perder. Más allá de una cuestión estética, los médicos han advertido que, a medida que nuestra cintura crece, también lo hacen nuestros riesgos para la salud. "La grasa abdominal es más dañina para la salud que la obesidad general", advierte la Fundación Española del Corazón. Así, es importante incluir ejercicios centrados en esta área en nuestra rutina.

Es cierto que la pérdida de peso resulta más complicada a medida que cumplimos años. Además, la actividad física a partir de los 50 debe adaptarse a otros problemas de salud. Y el dolor de espalda es una dolencia muy común. Por tanto, a muchos les costará encontrar un ejercicio adecuado para perder grasa abdominal que al mismo tiempo proteja la espalda de posibles lesiones.

Los consejos de un fisioterapeuta

En el canal FisioOnline, los especialistas explican cómo podemos trabajar la zona del core desde casa y sin equipo especializado. El fisioterapeuta Ismael Romero recomienda el trabajo isométrico, una técnica que fortalece el abdomen sin comprometer la columna vertebral.

Uno de los ejercicios más recomendados es la plancha abdominal. Esta técnica consiste en mantener una postura estática mientras se contraen los músculos del core, lo que incluye no solo el abdomen, sino también la espalda baja y los glúteos. Lo mejor de este ejercicio es que puede adaptarse a diferentes niveles de condición física y no pone en riesgo los discos intervertebrales, como ocurre con otros ejercicios tradicionales de abdominales.

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Para empezar, se recomienda realizar la plancha con las rodillas apoyadas en el suelo, lo que reduce la presión en la zona lumbar. Coloca los codos apoyados al suelo y asegúrate de que la columna permanezca completamente alineada con la cabeza. Es fundamental que la pelvis se mantenga estable, evitando que suba o baje mientras se realiza el ejercicio.

El truco para potenciar los resultados es controlar la respiración. Durante la espiración, debes apretar los músculos del abdomen y glúteos, lo que genera una contracción mayor y fortalece de manera más efectiva la zona central del cuerpo. Mantener esta posición durante unos segundos, aumentando el tiempo gradualmente, permite ir ganando fuerza y estabilidad.

El principal beneficio de la plancha es que, al ser un ejercicio isométrico, no genera movimientos repetitivos que puedan dañar la espalda. Además de fortalecer el core, mejora la postura y reduce el riesgo de lesiones al reforzar también los músculos de los cuádriceps y los glúteos. A medida que se domina el ejercicio, se puede incrementar la dificultad, añadiendo elementos de inestabilidad, como una pelota o superficies irregulares, para trabajar más los músculos internos.