La infusión de esta especia es ideal para el dolor de articulaciones: estos son los beneficios

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Cuando se trata de aliviar los dolores articulares, muchas personas recurren a soluciones naturales que ayuden a reducir la inflamación. En este sentido, existen ciertos compuestos naturales que, gracias a su acción en los procesos inflamatorios y oxidativos del organismo, ofrecen un alivio notable en quienes padecen enfermedades como la artritis o el dolor muscular asociado a la actividad física.

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C. Bisbal

Conocida por su vibrante color amarillo y utilizada en la gastronomía y medicina tradicional en diferentes culturas, la cúrcuma contiene el activo curcumina, un poderoso antioxidante y antiinflamatorio natural. Se ha demostrado científicamente que su consumo regular, especialmente en forma de infusión, puede ayudar a aliviar los síntomas de enfermedades como la artritis reumatoide y reducir el dolor muscular.

La curcumina actúa directamente sobre las células, bloqueando las rutas que desencadenan la inflamación y el daño en los tejidos articulares. Estudios han demostrado que una dosis diaria de 1 g de curcumina durante 8 a 12 semanas puede reducir significativamente los síntomas de la osteoartritis, comparable a los efectos de medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno, pero sin los efectos secundarios de este.

Por ejemplo, una revisión sistemática de 2016 que analizó datos de ocho ensayos clínicos aleatorizados concluyó que la curcumina es eficaz en la reducción del dolor y la inflamación en la artritis, sugiriendo que podría ser tan efectiva como los medicamentos tradicionales. Otro estudio que involucró a 36 personas con artritis reumatoide evaluó una formulación de curcumina de alta biodisponibilidad.

Los participantes que tomaron curcumina reportaron mejoras significativas en el dolor y la inflamación en comparación con el grupo placebo. Asimismo, otra investigación demostró que la curcumina reducía la inflamación articular y el enrojecimiento al bloquear la vía de señalización intracelular, lo que respalda aún más sus propiedades antiartríticas.

Cómo usar la cúrcuma para la artritis reumatoide

La curcumina puede incorporarse fácilmente en una variedad de comidas como curris, sopas y platos de arroz. Muchas personas también preparan té utilizando la especia molida o rallada. Aunque añadir esta especia a la dieta es beneficioso, gran parte de la investigación sobre sus efectos antiartríticos se centra específicamente en la curcumina, disponible en forma de suplementos dietéticos.

Los suplementos de curcumina suelen presentarse en cápsulas o tabletas, a menudo combinados con ingredientes como la pimienta negra para facilitar su absorción. Diversos estudios recomiendan una dosis de 1,000 mg de curcumina al día para tratar los síntomas de la artritis, aunque formas altamente disponibles podrían ser efectivas con dosis menores.

Efectos secundarios y riesgos de la cúrcuma

Aunque la especia es generalmente segura para la mayoría de la población, puede causar efectos secundarios leves como malestar digestivo o dolores de cabeza en algunas personas. Aquellos que son sensibles a estos compuestos o que toman dosis muy altas podrían experimentar síntomas más severos como erupciones cutáneas, náuseas o diarrea.

Las mujeres embarazadas o en período de lactancia deben consultar a su médico antes de consumir suplementos de esta especia. Además, dado que puede interactuar con ciertos medicamentos, es esencial hablar con un profesional de la salud antes de incorporarla a la rutina diaria, especialmente para quienes toman anticoagulantes u otros fármacos.