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No hace falta tener peso bajo o desnutrición para padecer este tipo de anorexia
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SU PREVALENCIA HA AUMENTADO NOTABLEMENTE

No hace falta tener peso bajo o desnutrición para padecer este tipo de anorexia

Es lo que se denomina anorexia nerviosa atípica, que presenta pacientes con peso saludable, sobrepeso u obesidad, pero con las mismas psicopatologías que la anorexia nerviosa típica

Foto: (istock)
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El imaginario colectivo asocia la anorexia nerviosa con una persona (generalmente mujer y adolescente) con un cuerpo muy delgado, que ha sufrido una gran pérdida de peso. Sin embargo, no siempre es así. Hay otro trastorno de la alimentación (TCA) en el que no se ve implicado el aspecto físico. Se trata de la Anorexia Nerviosa Atípica (AAN).

Se trata de un TCA recogido en el DSM-5 que cuenta con muchas de las características psicológicas de la anorexia nerviosa típica (AN). Pero que se diferencia de esta porque, a pesar de darse una pérdida de peso significativa quienes la padecen no tienen bajo peso, sino que este parámetro permanece en el rango normal o incluso por encima de lo normal.

De hecho, según Xandra Romero, dietista-nutricionista especializada en el abordaje de TCA y coordinadora del Grupo de Especialización en Nutrición en Trastornos de la Conducta Alimentaria (GE–NuTCA) de la Academia Española de Nutrición y Dietética, “comparte similar sintomatología con la AN, incluidos riesgo genético, edad de inicio, psicopatología, pronóstico del resultado, así como morbilidad y mortalidad”.

De todo esto se deduce que la mayor diferencia entre ambas es que la atípica puede darse en pacientes, no solo con peso saludable, sino incluso con sobrepeso u obesidad. La pista la daría, entonces, una pérdida rápida de peso de hasta el 20% en los últimos seis meses. “O falta de aumento del mismo de acuerdo con el desarrollo individual, en el caso de niños y adolescentes.

Más habitual, igual de grave

Una de las curiosidades más sorprendentes de este tipo de anorexia es su frecuencia: “Es un diagnóstico de alta prevalencia y clínicamente significativo, tanto o más común que la anorexia nerviosa típica. De hecho, la proporción de pacientes con AAN en programas especializados en TCA ha aumentado de forma espectacular desde el 2020, y representan entre el 25% y el 40% de los pacientes ingresados en unidades de hospitalización”, afirma Romero.

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Y aún hay algo más, a juzgar por la experta: “Se ha constatado un aumento de pacientes con anorexia nerviosa atípica que requieren hospitalización a pesar de su peso normal”. “La psicopatología de esta enfermedad puede ser aún mayor que en la anorexia nerviosa, lo que puede traducirse como que la salud mental de las personas con AAN es comparable o peor que en otros tipos de TCA”, concluye.

Diagnóstico escondido

No es sencillo diagnosticar esta enfermedad mental por dos razones. La primera de ellas, que no hay una señal tan evidente y significativa como en la anorexia nerviosa, lo que la hace pasar inadvertida. A menudo, incluso, se puede tomar erróneamente como un síntoma de que el o la paciente se está tomando en serio su peso y su salud.

Foto: Marcela González Gross. (Imagen cedida)

La otra es que, como comenta Romero, “tenemos la mala concepción de que un TCA siempre se nota físicamente”. Lo que Romero denomina pesocentrismo tanto en la ciudadanía como en los propios sanitarios. Y hay que convencerse que no es así.

Entre otras cosas, porque las complicaciones médicas de la anorexia nerviosa sí están presentes: “Son frecuentes alteraciones cardiacas como la bradicardia, marcada hipotensión, pérdida de densidad mineral ósea y alteraciones hormonales como la amenorrea o falta de regla”.

Educación alimentaria como pilar fundamental

No padecer este tipo de problemas de salud mental pasa, según Xandra Romero, por una buena educación alimentaria y nutricional “que trabaje por erradicar mitos alimentarios, que nos haga entender que la salud está en una amplia variabilidad de formas y pesos corporales y que comer saludable no implica la restricción y el sacrificio, y sí el disfrute. Es vital dejar de perpetuar la restricción alimentaria en la sociedad en general y en entornos sanitarios”.

El imaginario colectivo asocia la anorexia nerviosa con una persona (generalmente mujer y adolescente) con un cuerpo muy delgado, que ha sufrido una gran pérdida de peso. Sin embargo, no siempre es así. Hay otro trastorno de la alimentación (TCA) en el que no se ve implicado el aspecto físico. Se trata de la Anorexia Nerviosa Atípica (AAN).

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