La dieta cada vez más común en España: una de las principales causas del cáncer de colon
Los científicos han identificado la dieta occidental como un importante factor que contribuye al aumento de los casos tumorales
La dieta occidental se ha convertido en sinónimo de comodidad, indulgencia y, lamentablemente, de una creciente lista de problemas de salud. Caracterizada por una alta ingesta de carnes rojas y procesadas, azúcares refinados, grasas saturadas y un bajo consumo de frutas, verduras y cereales integrales, este patrón dietético ha sido objeto de un análisis minucioso por su papel en diversas afecciones. ¿De qué manera la dieta occidental influye en la microbiota intestinal y en la creciente incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles, como el cáncer de colon?
Para empezar, las enfermedades no transmisibles son aquellas que no son causadas principalmente por una infección aguda; incluyen enfermedades cardiovasculares, diabetes, síndrome metabólico, síndrome del intestino irritable, enfermedad pulmonar crónica o enfermedades neurodegenerativas.
La microbiota es un ecosistema complejo
La microbiota intestinal humana comprende billones de microorganismos que desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la salud. Estos microorganismos ayudan a la digestión, sintetizan vitaminas esenciales, regulan el sistema inmunológico y nos protegen contra las bacterias patógenas. Un microbioma equilibrado y diversa es muy importante para nuestro organismo y el bienestar general.
Ahora, en un estudio publicado en la revista Best Practice & Research Clinical Gastroenterology, los científicos han identificado la dieta occidental como un importante factor que contribuye al aumento de los casos de cáncer de colon, confirmando una correlación significativa entre la dieta y este tipo de cáncer. Según los expertos, esta dieta es la principal culpable del aumento de los casos de cáncer de colon.
Afecta y mucho al microbioma
No solo eso, sino que la dieta occidental también provoca una reducción en la diversidad de las bacterias intestinales, especialmente fomentando el crecimiento de especies de Bacteroides, que se asocian con la obesidad. En esencia, este desequilibrio de la microbiota se caracteriza por una población bacteriana beneficiosa reducida y un aumento de la población bacteriana patógena. Las bacterias "buenas" que disminuyen, son entre otras, las que reducen la inflamación intestinal, que en el caso de que torne en inflamación crónica, puede conducir a mutaciones devastadoras en las células, aumentando su probabilidad de volverse cancerosas.
"La dieta occidental provoca un desequilibrio de la microbiota intestinal (disbiosis)"
La barrera intestinal es un componente fundamental del tracto gastrointestinal, que actúa como un filtro selectivo que permite que los nutrientes pasen al torrente sanguíneo y evita el paso de sustancias nocivas. Si no está formada como debe o no es una barrera intestinal sana, son malas noticias para nuestro organismo.
Hay que pasarse a la dieta mediterránea
Para mitigar los efectos adversos de la dieta occidental sobre la salud intestinal y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, se pueden adoptar varias estrategias, como pasarse a la saludable dieta mediterránea porque, al contrario de lo que provoca la dieta occidental, que también incrementa los niveles de inflamación (con alimentos como las patatas fritas, la pizza o los donuts), lo que aumenta aún más los riesgos para la salud, la dieta mediterránea que hace hincapié en los alimentos integrales, mínimamente procesados, ricos en nutrientes y antioxidantes, tiene muchos beneficios antiinflamatorios.
Numerosos estudios han relacionado la dieta mediterránea con un menor riesgo de enfermedades crónicas y ciertos tipos de cáncer, aporta una mejor salud cardíaca, ayuda a mantener un peso saludable -vital también para minimizar la inflamación-, favorece la salud cerebral y la función cognitiva y es una herramienta fabulosa para controlar el azúcar en sangre. Un cambio hacia dietas que promuevan la salud podría ser un paso crucial para combatir el aumento del cáncer de colon entre las poblaciones más jóvenes. Si a esto le añadimos el ejercicio físico y una dosis adecuada de sueño al día, representan la combinación ganadora para vivir más sano y más tiempo.
La dieta occidental se ha convertido en sinónimo de comodidad, indulgencia y, lamentablemente, de una creciente lista de problemas de salud. Caracterizada por una alta ingesta de carnes rojas y procesadas, azúcares refinados, grasas saturadas y un bajo consumo de frutas, verduras y cereales integrales, este patrón dietético ha sido objeto de un análisis minucioso por su papel en diversas afecciones. ¿De qué manera la dieta occidental influye en la microbiota intestinal y en la creciente incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles, como el cáncer de colon?